domingo, 9 de marzo de 2025

La práctica del Vinaya - Preceptos budistas- Maestro Sheng Yen

 Para ayudarnos a llevar a la práctica nuestros votos y contar con una guía clara de acción, nos comprometemos con un código de disciplina con un determinado sistema de preceptos. El término sánscrito de este código o sistema es vinaya, que se puede traducir como “disciplina” o “compostura”.

Según las escrituras, Shakyamuni Buddha no estableció ningún código de conducta para sus discípulos durante los primeros doce años de su enseñanza, porque aquellos primeros fieles tenían un alto nivel espiritual y poseían raíces kármicas tan fuertes, profundas y positivas, que nunca hicieron ninguna actividad malsana o destructiva. Buddha sólo comenzó a instituir reglas de conducta para sus seguidores cuando algunas situaciones específicas de mala conducta amenazaron la integridad de la Sangha y la capacidad de los discípulos para practicar el camino de la liberación. Aquí debemos notar que tales preceptos no nacieron del vacío, ni fundados en una serie de principios abstractos, sino como respuesta directa a problemas específicos que aparecieron en las primeras comunidades de fieles.

Por lo tanto, la intención en el establecimiento de vinaya no fue imponer al azar una serie de medidas disciplinarias a los fieles, sino más bien darles una guía realista que los ayudara a perseverar en el seguimiento de la doctrina de Buddha y finalmente alcanzar la liberación (Nirvana). Las escrituras cuentan que Buddha, antes de morir, dijo a su discípulo Ananda que solamente la guarda de vinaya podría asegurar la existencia continuada de Dharma en el mundo. Sin embargo, añadió que con ello hacía referencia a los principios fundamentales de la práctica vinaya comprendidos en los cinco principios fundamentales que prohíben matar, robar, malas conductas sexuales, malas palabras y uso de bebidas alcohólicas. En cuanto a los múltiples detalles de los principios menores que cumplen los que llevan la vida monástica, y que fueron formulados en respuesta a incidentes particulares, Buddha dio permiso a sus seguidores para no seguirlos si alguna vez era necesario o si las circunstancias cambiaban y resultara que tales reglas fueran más un obstáculo que una ayuda. Dijo que de ningún modo las reglas codificadas deberían impedir a sus seguidores el hacer el bien a los demás en determinadas circunstancias. Y que si encontraban alguna práctica ética que estaba de acuerdo con del espíritu de vinaya y era beneficiosa, aunque él no lo había mencionado específicamente, no dudaran en aceptarla.

Fue intención de Buddha que sus seguidores llevaran el Dharma a tierras extranjeras para que su camino se siguiera en diferentes culturas y diferentes edades, por lo que deberían ser flexibles y adaptarse a las costumbres de cada tiempo y lugar concretos mientras no violaran los principios fundamentales del vinaya.

Desgraciadamente, Ananda, abrumado por la emoción en los últimos momentos de vida de Buddha, no le preguntó qué preceptos menores consideraba dispensables. Esta omisión no gustó a los miembros más conservadores de la Sangha. Y en la primera conferencia de los seguidores de Buddha, celebrada después de su muerte, se decidió que para no comprometer el Buddhadharma por equivocación, todos los preceptos serían codificados y mantenidos estrictamente en el futuro. Por esta razón, la mayoría de las intrincadas reglas de la vida monástica en el mundo budista han sido el resultado de diferentes interpretaciones más que innovaciones.

Sin embargo, en el desarrollo de la historia del budismo, para hacer frente a cambios históricos, sociales y condiciones culturales, se han establecido numerosos códigos de disciplina que se derivan del original vinaya dado por Buddha. Son códigos para los fieles laicos, códigos para diferentes categorías de monasterios budistas y códigos que se pueden aplicar a ambos grupos. Algunos de estos códigos son generales y simples, como el del refugio en las Tres Joyas y el practicar los cinco preceptos, mientras que otros son muy detallados y complejos, como las reglas para monjes y monjas que contienen cientos de puntos diferenciados detalladamente. Pero todos estos códigos de conducta sirven para el mismo fin: salvaguardar la existencia continuada del Buddhadharma en el mundo y ayudar a los fieles a alcanzar la iluminación.

El objetivo básico de todo código vinaya es ofrecer a los fieles budistas una pauta de vida ética que les lleve y les conecte funcionalmente al cultivo de la compasión, la sabiduría y a la liberación final del sufrimiento de los seres conscientes. Estos sistemas de preceptos no han sido formulados para hacernos capaces de aumentar nuestros “poderes espirituales”, ni mucho menos para darnos un estándar ético por el que medir y juzgar la conducta de los demás. Tampoco han sido creados para ofrecernos temas de estudio, o conversaciones importantes para uno mismo, sin fruto alguno. Es cierto que el estudiar y discutir estos preceptos es importante, pero si se hace sin llevarlos a la práctica es como hablar de la comida sin comer, o contar el dinero que tienen los demás. No nos traerá ningún beneficio. En un sentido realmente auténtico, el objetivo de vinaya para un individuo es actualizar las enseñanzas de Buddha en la vida diaria por medio de una conducta apropiada.

De ahí que en las escrituras vemos frecuentemente que se habla de “vinaya de Dharma correcto” lo que muestra el papel integral que estos códigos desempeñan en la conducta para actualizar el Dharma enseñado por Shakyamuni Buddha.


~ Maestro Sheng Yen

miércoles, 4 de diciembre de 2024

Aclaración sobre el apego. Ajahn Brahm.

Probablemente el término más mal entendido en los círculos budistas occidentales es el que, por lo general, se traduce como ‘apego’. Muchos tienen metido en su cabeza que no deben apegarse. Así, abundan los chistes como sobre por qué en las casas de los budistas abunda la suciedad en las esquinas –porque ni siquiera a su aspiradora le permiten apego alguno. Algunos pseudo-budistas equivocados critican a aquellos que viven una vida moral por estar apegados a sus preceptos y así elogian la acción inmoral como un signo de sabiduría profunda. Bah! Otros en los círculos tradicionales budistas crean el miedo a la meditación profunda de forma incorrecta al indicar de forma incorrecta que sólo conseguirás apartarte de los Jhanas. Todo esto va demasiado lejos. Quizás el pináculo de la información dañina fue pronunciado por Rajaneesh (Osho) al proclamar “Estoy tan desapegado, ni siquiera estoy apegado al desapego” y así, de manera conveniente, justificaba todos sus excesos.

La palabra pali en cuestión es upadana , que literalmente significa ‘consumir’. Se usa comúnmente para significar un ‘combustible’, lo que da lugar al proceso, así como el aceite de una lámpara que hace de combustible/Upadana para la llama. Esto está relacionado con el ansia (tanha ). Por ejemplo, las ansias de llegar por una deliciosa taza de café, upadana abarca esto. Incluso, aunque usted piense que puede dejar fácilmente la tasa de café otra vez, aunque su mano no esté pegada firmemente a la taza, esto también es Upadana . Usted la ha tomado. Usted se ha aferrado.

Por suerte, no todo Upadana es no-budista. El señor Buddha sólo especificó cuatro grupos de Upadana, ‘aferramiento’ a los cinco sentidos, ‘aferramiento’ a las opiniones incorrectas, ‘aferramiento’ a la idea de que la liberación puede ser alcanzada simplemente a través de ritos e iniciaciones, y ‘aferramiento’ a la idea de un yo. Existen muchas otras cosas a las que uno puede aferrarse o ‘asirse’, pero el punto es que sólo estos cuatro grupos conducen al renacimiento, sólo estos cuatro son el combustible para una existencia futura y mayor sufrimiento, sólo estas cuatro deben ser evitadas.

Así, el aferramiento a la práctica de la compasión, el aferramiento a la práctica de los cinco preceptos o a los mayores preceptos de un monje o una monja y aferrarse a la práctica de la meditación –estos no son no-budistas y es perjudicial desacreditarlos al llamarlos ‘apegos’. Guardar los cinco preceptos es, de hecho, un desligamiento de los deseos ordinarios como la lujuria, la avaricia y la violencia. La práctica de la compasión es un desligamiento del egoísmo y la práctica de la meditación lo es de pensar en el pasado y el futuro, y de mucho más. El logro de Jhana no es más que dejar ir el mundo de los cinco sentidos para acceder a la mente. El Nibbana es la separación de una vez por todas de la avaricia, el odio y la ilusión, las semillas del renacimiento. El Parinibbana es el desligamiento final del cuerpo y la mente (Los cinco khandas). Es equivocado sugerir que cualquiera de estas etapas de abandono son lo mismo que el apego.

El camino es como una escalera. Uno se aferra al peldaño de arriba y abandona el escalón de abajo para subir. Pronto, el escalón recientemente tocado es en el que ahora está usted de pie. Ahora es momento de dejar a aquel escalón por uno aún más alto para avanzar. Si nunca se aferró a algo, permanecerá estúpido espiritualmente.

Para aquellos sin sabiduría, el abandono puede con frecuencia parecer como apego. Por ejemplo, un pájaro sobre la rama en la noche parece aferrarse fuertemente a la rama, pero en realidad la ha dejado ir y está totalmente dormido. Cuando un pájaro se deja ir y los músculos alrededor de sus garras comienzan a relajarse, se cierran sobre la rama. A mayor relajación, más apretadas las garras. Es por esto que nunca ve a un pájaro caerse de percha, aún cuando estén dormidos. Esto puede verse como apego, pero, de hecho, es abandono. El dejar ir a menudo conduce a la calma, a no moverse de dónde está, por lo cual a veces se confunde con el apego.

Luego, no se deje disuadir por los budistas de título que están mal informados sobre Upadana y el apego. Aférrese sin miedo a sus preceptos, su objeto de meditación y al camino que lo conduce al Nibbana. ¡Y no olvide comprar los accesorios para su aspiradora, también!

Ajahn Brahm

Lo que todo budista debería saber. El Canon Pali.

El Canon Pali se refiere al conjunto de escrituras en las que se consagran las enseñanzas de Buda, la "Doctrina" del Dhamma y la "Disciplina" del Vinaya. El término pali Thripitaka “tres cestas [de enseñanzas]” denota las tres divisiones principales del Canon. Como el Buda declaró claramente que el Dhamma y el Vinaya le sucederían como Maestro después de su fallecimiento, se deduce que el Pali Canon es, en efecto, un lugar donde los budistas aún pueden tener una audiencia con su Maestro y aprender su Enseñanza a pesar de que haya fallecido hace más de 2.500 años.

El Primer Ensayo, cuyo propósito era recoger y organizar la palabra del Buda, no tuvo lugar hasta tres meses después de su fallecimiento. Como fue llevado a cabo por una asamblea de 500 ancianos Arahant (thera), este evento también dio lugar a lo que ahora se conoce como Budismo Theravàda. Durante el ensayo, una vez que se acordaba una parte determinada de las enseñanzas, la asamblea la cantaba al unísono. De este modo, el texto cantado fue respaldado formalmente como el modelo que debía memorizarse palabra por palabra, transmitirse a otros y transmitirse a la posteridad.

Las enseñanzas así transmitidas oralmente fueron escritas por primera vez durante el Cuarto Ensayo, realizado en Sri Lanka alrededor del 460 DB (después de Buda). El Canon Pali del budismo Theravada, después de dos milenios y medio y seis ensayos importantes, ha sido generalmente reconocido como el registro más antiguo, original, completo y preciso de las enseñanzas de Buda que todavía está disponible en la actualidad.

Textos del Canon Pali.

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Preguntas sobre vegetarianismo - Thanissaro Bhikkhu

 Pregunta: El precepto en contra de matar a menudo se traduce en la adopción de una dieta vegetariana. ¿Es esto necesario? ¿No matan también a estos pobres vegetales, les quitan la piel mientras aún están vivos y los hierven? 

Thanissaro Bhikkhu: Para los monjes, nuestra regla es que no se nos permite comer carne si sabemos o sospechamos que fue matada con el propósito de alimentarnos. El precepto en contra de matar es específicamente contra matar algo por tu cuenta o decirle a otra persona que lo haga. Ahora bien, si quieres llevar el precepto más allá y adoptar una dieta vegetariana, está perfectamente bien. Pero el precepto no lo exige. Solo asegúrate de que cuando vayas a un restaurante de mariscos y tengan una pecera con peces vivos, no elijas ninguno de los peces vivos. En cuanto a los vegetales, no entran dentro del concepto de ser sintiente (no sienten dolor), por lo que el precepto no los cubre.

Hemos recibido varias preguntas sobre la cuestión de la relación entre el primer precepto y una dieta vegetariana o no vegetariana. Hay que recordar que el precepto es una regla de formación. No es un principio para intentar crear una sociedad perfecta o un mundo perfecto. Su propósito es enfocarlo en las cosas de las que eres directamente responsable. Además no garantiza que, si cumples con el precepto, no tendrás ningún mal kamma. En otras palabras, el precepto está redactado de tal manera que comer carne no va en contra del precepto, pero aún tienes el kamma de comer la carne del animal que tuvo que morir por eso.

Esta es una de las razones por las que los monjes reflexionan todos los días sobre los alimentos que comen, y es que están contrayendo una deuda y sólo a través de la práctica (del Dhamma) pueden superar esa deuda. Te tomas el tiempo para reflexionar sobre el hecho de que el simple hecho de tener un cuerpo requiere que impongas una carga a muchos otros seres, lo que te da una buena motivación para tratar de encontrar una felicidad que no se fundamente en el comer. 

Una de las reflexiones de Ajaan Lee es que cuando estás a punto de morir, los espíritus de todos los animales cuyos cuerpos comiste vendrán en tropel pidiendo algún mérito. Si no tienes ningún mérito que darles, te llevarán con ellos. Pero si tienes mucho mérito para dedicarles, ellos estarán felices de aceptar tu mérito.

Pregunta: Usted dijo que comer carne no viola el precepto de no matar. ¿Cómo se puede decir que el consumidor de carne no desempeña ningún papel en el apoyo al sacrificio de la vaca? ¿Cómo puede esto no ser una violación del precepto?

Thanissaro Bhikkhu: No es cierto que comer carne no respalde la matanza de la vaca. Juega un papel en apoyar eso, pero los preceptos cubren sólo dos cosas: una es lo que haces tú mismo, y la otra es lo que generas cuando tú das la orden de que se haga. Eso es todo lo que cubre cualquiera de los preceptos. Más allá de eso, si te sientes inspirado a no apoyar la industria de la matanza de vacas, entonces no comas carne. Pero eso va más allá del precepto. No estamos tratando de crear una sociedad ideal con los preceptos. Estamos tratando de concentrarnos directamente en lo que estamos haciendo para que nuestro comportamiento personal conduzca a que la mente se concentre y luego obtenga la percepción para no tener que regresar a este proceso de necesitar seguir comiendo. 

Sólo cuando entrenas la mente hasta el punto en que no necesita alimentarse, puede ser realmente pura (Esto se refiere al estado mental hacia la comida, no al proceso biológico de la alimenetación)

Pregunta: Tuvimos una larga pregunta de una madre con un hijo de 14 años que quería ser vegetariano. Al niño no le gustaba el hecho de que su madre no fuera vegetariana y le estaba dando muchas, muchas, muchas razones para volverse vegetariana. 

No importaba cómo ella discutiera con él, él no escucharía su razonamiento. Quería saber cómo razonaría con el niño.

Thanissaro Bhikkhu: Básicamente diría: “Si estás proporcionando comida a la familia, entonces tienes derecho a opinar sobre qué tipo de comida se prepara. Hasta llegar a ese punto, la madre es quien toma las decisiones”.


~ Thanissaro Bhikkhu
Buen corazón, buena mente: la práctica de las diez perfecciones

miércoles, 23 de octubre de 2024

El destino de los budistas. Maestro Sheng Yen

               
karma o predestinación 

Me gustaría decir unas palabras acerca de predecir el futuro. En realidad, me he encontrado con algunos adivinos bastante talentosos. Por desgracia, ninguno de ellos tenía especialmente buena suerte. Cualquier persona que crea que su destino está predeterminado no tendrá una vida feliz. Pero si uno cree en el Dharma y comprende que su vida no está predeterminada, efectivamente puede tener una vida muy feliz.

Los budistas no creen en la predeterminación. El Buda no cree en el destino. Cree que todas las cosas, todos los fenómenos se originan en la mente. Lo más importante es desarrollar la visión correcta de acuerdo con el Budadharma, vivir correctamente y practicar diligentemente. Por la visión correcta, medio de vida correcto, y práctica correcta podemos progresar espiritualmente. La creencia en el destino te hace dar vueltas y vueltas en círculos, pero en el Budadharma con cada nuevo día existe un nuevo comienzo.

Hoy es el cumpleaños de Buda (Vesak) y es el comienzo de una vida nueva. Como budistas, nosotros creemos que no estamos controlados por el destino; creemos que nuestro futuro depende de lo que estamos haciendo ahora. Si actuamos adecuadamente, podemos cambiar nuestro propio destino.

Hace muchos años me encontré con alguien que intentaba predecir mi futuro a través de la fecha y hora de mi nacimiento. Él predijo que yo tendría dos esposas y tres hijos. Bueno, todavía no he tenido ni una esposa, tampoco lo espero en el resto de mi vida.

Una vez, un maestro viejo en Taiwan oyó que había un hombre ciego que podía predecir el destino a través de tocar los huesos de la gente. Sus manos iban pasando a lo largo de la columna, brazos y piernas del sujeto y luego hacía una predicción. Por lo tanto, el viejo maestro decidió probarlo. El adivino ciego le dijo que tendría una vida maravillosa: muchas esposas, concubinas e hijos. El viejo maestro le pagó al adivino, y salió. Después, hizo un comentario. “Es un hombre ciego que habla con palabras ciegas.”

Puedo creer en la astrología, pero yo tengo una creencia mucho más fuerte en el Dharma. Si aceptas el Dharma, entonces tu destino no se manifestará de una manera predecible. Pero si no vives según el Dharma, entonces se puede predecir tu futuro de un modo bastante exacto. Tu destino estará fijo. Si practicas y prestas atención al Dharma, tu vida no va a ser dictada por el destino.

En la astrología se comprende que el preciso momento en que naciste determina lo que te va a pasar a lo largo de tu vida. Por consiguiente, los astrólogos orientales han utilizado cuatro condiciones para interpretar el destino de cada uno: el año, mes, día y hora de nacimiento. Así es cómo los astrólogos se ganan la vida. Los demás adivinos podrían usar los rasgos faciales, palmas, forma de cuerpo, huesos, y voz para descubrir tu destino.

Cuando nació el Buda Shakyamuni, sus padres convocaron a los más famosos astrólogos en el mundo. A ellos se les consideraba casi como deidades. Dijeron que el niño era muy especial y que cuando se hiciera mayor él podría convertirse en el rey del mundo o hacerse monje y alcanzar la Suprema Iluminación.

Si nosotros leemos las biografías de los monjes destacados, podemos ver que sus nacimientos se acompañaban con acontecimientos extraordinarios y raros. Tenían extraordinarias características personales, rasgos físicos poco comunes, u ocurrieron raros fenómenos cuando nacieron. Incluso cuando eran bebés, ya se conocía que esos hombres estaban destinados a convertirse en grandes maestros.

Entonces, aquí hay una pregunta. ¿Si dos personas nacen exactamente al mismo tiempo, tienen exactamente el mismo destino? Estoy muy seguro de que en el exacto día y minuto que nació el presidente Reagan también nacieron muchas otras personas. ¿Eso quiere decir que todas estas personas están destinadas a convertirse en presidentes?

Los sutras nos dicen que antes de que naciera el Buda Shakyamuni, muchos vinieron de los demás mundos para hacer que la gente del mundo Saha (mundo en el que habitamos) esté preparada para la llegada del Buda. Había quienes vinieron específicamente al mundo Saha después del nacimiento del Buda Shakyamuni para ser sus discípulos, así podían continuar la enseñanza. Había personas que nacieron exactamente al mismo tiempo que el Buda Shakyamuni, pero sólo él ha alcanzado la Budeidad.

¿Te has encontrado alguna vez con alguien que nació exactamente en la misma fecha y hora que tú? Si la respuesta es “sí”, te darás cuenta de que ambos de vosotros lleváis una vida completamente diferente.

Una vez me encontré con un hombre rico que nació en el año del Caballo, el mismo año que nací. Él me preguntó la estación y el lugar de mi nacimiento. Yo le dije que nací en invierno en una región fría de China. Él dijo que era lógico que yo estuviera muy pobre ahora: porque nací bajo tales condiciones estériles, no había ni una hierba para servirle de comida al pobre caballo; naturalmente, yo no prosperaba económicamente. Estoy seguro de que si yo hubiera nacido en una región templada, un astrólogo encontraría otra explicación para decir cómo yo llegué a mis circunstancias presentes.

Es verdad que en el momento del nacimiento de una persona, una gran cantidad de cosas ya ha sido determinada, nosotros tenemos un cuerpo particular como una consecuencia del karma creado en las innumerables vidas pasadas. Todo este karma converge en nosotros en el día en que nacimos. No obstante, si tenemos la oportunidad de aprender el Budadharma y lo aceptamos y practicamos, entonces se puede cambiar nuestro destino. Incluso nuestros rasgos faciales cambiarán.

Un famoso astrólogo de Taiwán tomó los Tres Refugios conmigo. Él me confiaba que ahora está en los Estados Unidos y se sentía un poco molesto trabajando como astrólogo. Comprendió que estaba practicando un Sendero Exterior, no el verdadero Dharma. Pero yo le dije que estaba bien ser un astrólogo porque hay quienes necesitan su ayuda y consejo.

Le pregunté si podía predecir su propio futuro. Me replicó que estaba teniendo problemas con eso. En el pasado él sentía que tenía una precisión del 100 por ciento. Antes de que aceptara el Dharma, estaba acostumbrado a levantarse temprano todos los días para predecir su futuro. Pero ahora él no puede ver el futuro muy claramente. Le pregunté si podía investigar mi futuro, pero él me rechazó.

Avy tiene una amiga que es extraordinariamente talentosa en leer la bola de cristal – ella puede ver las vidas pasadas. Pero cuando yo le pedí que examinara mi pasado, ella no veía nada. ¡Es una pena que yo no tenga ni siquiera una vida pasada! ¿Cuántos de vosotros queréis saber acerca de vuestras vidas pasadas? Los sutras dicen que si quieres saber respecto a tu pasado, sólo debes verte a ti mismo ahora. Mira lo que te está pasando, con qué te encuentras ahora. Eso te dice todo lo que necesitas saber acerca de tus vidas previas. Y si quieres saber lo que te espera en tus vidas futuras, simplemente mírate a ti mismo ahora. Lo que estás haciendo en el momento presente producirá tu futuro.

Cualquier persona que tengan grandes problemas en esta vida está experimentando estas dificultades como un resultado de lo que había hecho en una o varias vidas previas. Si realmente supieras qué fue lo que hiciste en el pasado para merecer lo que te está pasando ahora, quizás no te sentirías tan feliz acerca de eso. El saber eso sería complicado, desagradable, y de poco uso. Por ejemplo, si supieras que tu hijo hubiera sido tu abuelo en una vida previa, ¿Cómo lo tratarías – como un hijo o como un abuelo? Si supieras que tu esposa hubiera sido tu abuela, ¿Cómo te sentirías?

Según los sutras, en un periodo de unos cientos a mil años, normalmente tenemos íntimas relaciones con un pequeño número de las mismas personas. En cada vida sucesiva la gente en este pequeño grupo intercambia papeles. Durante un largo lapso de tiempo, el círculo de las personas con las que nos relacionamos se hace cada vez más grande. Familia, primos y amigos – continuamos estableciendo innumerables relaciones de tal manera que el noventa y nueve por ciento de las personas con las que nos encontramos en esta vida nos las encontramos debido a nuestro karma previo.

Los seres humanos son raros. Algunos nacen con buen aspecto e inteligencia substancial, pero tienen imprudencia temeraria o emociones incontrolables, y consecuentemente transforman las condiciones favorables en desastres. Para tales personas parece una cosa simple controlarse a sí mismos, y de hecho, estarían de acuerdo, pero de alguna manera son incapaces de controlar sus emociones y traen desorden y confusión a sus vidas y las vidas de la gente que les rodea. Es como una persona que está caminando hacia un río consciente que está a punto de ahogarse y aunque su mente le dice que debe volver atrás, continúa y de todas maneras se ahoga.

Debes aprender a controlarte a ti mismo. Debes tener el poder sobre tu mente y tienes que meditar. Si odias a alguien por algo que ha hecho entonces debes considerarlo a él o a ella como un Buda o Bodhisattva. Debes comprender que los Budas y Bodhisattvas pueden manifestarse en dos formas diferentes. Ellos toman una forma cuando nos ayudan y toman la otra forma cuando se manifiestan para oponerse a nosotros. El ayudar es la mejor manera para quienes les falta fuerza y el carácter, pero el oponerse es el mejor modo para quienes tienen carácter fuerte. Si comprendes el Budadharma y la consecuencia kármica, entonces serás capaz de convertir una situación desfavorable en una favorable.

¿Cómo cambiar tu destino? Debes entender que cuando hay una causa, hay un efecto. Las acciones tienen consecuencias. Sin embargo, antes de que suframos o nos beneficiemos de estas consecuencias, hay otras condiciones que se presentan, entonces se pueden cambiar las características particulares de las consecuencias. Si actuamos y hablamos según el Budadharma en esta vida, añadimos continuamente condiciones meritorias y favorables a nuestro karma por lo que cuando se manifiesta nuestro karma previo, incluso lo que nos pasa a nosotros ahora será cambiado debido a las nuevas condiciones que se presentan por nuestras conductas meritorias. Por el otro lado, si sólo hacemos lo que nos da la gana y no actuamos de acuerdo con el Dharma, seremos como una barca que da vueltas en las oleadas del océano – menos capaces de determinar nuestro propio rumbo.

Un budista debería tener gran fuerza de voluntad para cambiar su destino. Si vemos las cosas positivamente y actuamos hacia fines buenos, podemos fortalecer nuestra fuerza de voluntad. Si nosotros pensamos, hablamos, y actuamos de acuerdo con el Dharma, podemos gradualmente producir un cambio en nuestras vidas.

En Taiwán tengo algunos discípulos monásticos quienes son casi imposibles de llevarse bien con los demás, y tengo algunos practicantes laicos quienes apenas escuchan las palabras que les digo. Pensarías que los echo a patadas del templo. Pero debido a que yo soy un monje no puedo echarlos. Los estaría privando de la oportunidad de entrar en contacto con el Dharma. Eso es algo que nunca haría.

Hablé sobre algunas de estas personas con un amigo mío. Él escuchó y dijo, “No hay problema.” Le pedí que me explicara más detalladamente – ¿Por qué piensas que tales personas difíciles son muy fáciles de tratar? Él dijo: Si éstas personas fueran realmente tan “perjudiciales”, serían pícaros o Bodhisattvas.” No puedo imaginarme que tales amargados se hagan monjes y monjas, entonces si están practicando como budistas, la única conclusión a la que puedo llegar es que son Bodhisattvas, y están aquí por alguna razón especial. Por consiguiente, no hay necesidad de preocuparse.”

Otro monje en Taiwán quien también es mi discípulo, es una persona muy peculiar. Le traje una docena de pares de calcetines. Usa un par de calcetines por un periodo de tiempo muy largo, y cuando empiezan a oler mal se los quita, los tira en un rincón de la casa y agarra un par nuevo. Cuando ha agotado la docena entera, voltea los calcetines al revés y repite nuevamente el ciclo. No ha lavado nunca ninguno de sus calcetines. Se me hacía muy molesto. Otra vez mi amigo dijo, “No hay problema. Este monje ha de ser un gran Arhat – ¿existe otra razón para explicar eso?” ¿Conoces a alguien tan afortunado como yo rodeado por grandes Arhats y Budhisattvas?

Una vez una pareja vino a verme. Cada uno de ellos se quejaba de los malos hábitos del otro. Yo les pregunté si se consideraban a sí mismos buenas personas. Ambos dijeron que sí, por lo tanto, les dije que era más probable que cada uno de ellos hubiera elegido a una buena persona para vivir juntos. Si ellos hubieran elegido a una persona mala, reflejaría el mal en ellos. Por consiguiente, cada uno es una persona buena y virtuosa viviendo con otra persona buena y virtuosa. No hay problema, ellos pueden vivir juntos armoniosamente.

En un instante de pensamiento cambiamos la manera que miramos las cosas. Con la visión correcta puedes cambiar completamente la situación. Si eres un prisionero que tiene una perspectiva estrecha, siempre estarás a merced del destino. Si actúas de esta manera, nunca estarás libre de aflicciones y continuarás manteniendo malas relaciones con las personas con las que siempre has mantenido malas relaciones. Nunca escaparemos de la sucesión interminable de situaciones predeterminadas a condición de que cambiemos nuestras mentes y la manera en la que veamos las cosas. Si cambiamos el cómo percibimos, entonces no seremos vencidos por lo que nos pasa y no nos sentiremos oprimidos por lo que nos rodea. El mundo será como la Tierra Pura.

Una vez un hombre vino a verme y me dijo que había sido sentenciado a prisión. Me preguntó cómo podría enfrentarse a su castigo. Yo le dije, “Como budista, deberías intentar estar fuera de prisión, pero debido a que tienes que ir, debes tratar de encararlo con felicidad y alegría.” Él me miró y me hizo una pregunta, “¿Cómo puedo sentirme alegre en prisión? ” Yo le dije que una vez estuve en prisión y me gustó. Del año 1961 al 1967 estuve en un retiro solitario en las montañas. Estuve encerrado en un área de 60 pies cuadrados. Los presos en la cárcel deben tener más espacio que eso. También conozco a un hombre que escribió mucho durante el tiempo que pasó en prisión. Fue un escritor prolífico y hasta escribió algunos libros de gran mérito literario. Obviamente, hizo un mejor uso de su tiempo en prisión.

Debemos comprender que lo que nos está pasando en esta vida es la consecuencia de las cosas que hicimos en nuestras vidas pasadas y debemos tratar de actuar de acuerdo con el Budadharma para romper el molde establecido por nuestro karma previo. De esta manera podemos progresar espiritualmente. Si no fuéramos capaces de cambiar nuestro propio destino, entonces los seres sensibles ordinarios no serían capaces de convertirse en Budas. Nosotros producimos el futuro en nuestras propias mentes. Si hay virtud en nuestros pensamientos, entonces nuestro futuro será virtuoso. Si hay maldad en nuestros pensamientos, entonces nuestro futuro estará lleno de desgracias. Si el Buda está en nuestras mentes, entonces algún día nos convertiremos en Budas.

~ Maestro Sheng Yen

domingo, 20 de octubre de 2024

Karma y Dharma no son los opuestos positivos y negativos del budismo

karma y dharma

Contrario a la crencia popular occidental, Karma y Dharma no son los opuestos positivos y negativos en el budismo. Tal dicotomía no existe en las cosmologías espirituales orientales y son propias de la teología teísta occidental en la cual el bien y el mal son absolutos sustanciales, filosóficos y espirituales. En el budismo estos extremos espirituales no existen en el mismo sentido que en el judeocristianismo occidental.

Esta malinterpretación de karma y dharma como opuestos positivos y negativos en el budismo se originan en la autorreferencia cultural occidental desde la cual, en lugar de interpretar las demás creencias y sistemas religiosos desde sus respectivos contextos culturales, estos se interpretan desde la propia cultura occidental y sus propios marcos de referencia. En otras palabras, este pensamiento etnocéntrico y culturalmente egocéntrico dicta que como en mi cultura el bien y el mal son absolutos éticos y espirituales, en todas las demás culturas el bien y el mal también deben ser absolutos éticos y espirituales. Y esto debe ser así para que yo pueda entenderlo, porque intentar entender conceptos éticos diferentes en los contextos de las culturas ajenas a la nuestra, nos exigiría realizar el esfuerzo intelectual de estudiar y comprender culturas distintas. Y desafortunadamente, los occidentales somos extremadamente perezosos y culturalmente ególatras como para esforzarnos en conocer realmente culturas ajenas a la nuestra.

Esta idea banal y simplista de que karma y dharma son los opuestos positivos y negativos en el budismo es usada ampliamente por medios de difusión de la cultura popular como revistas, libros de coaching, astrología, magia y demás pseudociencias que explotan religiones orientales de forma fraudulenta bajo el marco comercial de la llamada Nueva Era. Una gigantesca industria de estafa espiritual que hace millones de dólares con la ignorancia y el ego de los occidentales. Al karma y al dharma lo muestran como un binomio espiritual de equilibrio en el sentido del bien y el mal cristiano. Además graficándolo erróneamente con el emblema Taoísta del yin y el yang, símbolo que tampoco tiene absolutamente nada que ver con el budismo.

El verdadero significado de karma y dharma en el budismo

Dharma

Dharma no significa virtud, ni energía positiva, ni bendición, ni niguno de esos conceptos azucarados y ridículos que explican los libros de coaching o las revistas de modas. Dharma es una palabra del idioma sánscrito. El sánscrito es una legua sagrada de oriente que es usada por varias religiones orientales. Estas religiones también son conocidas como religiones dhármicas por compartir un contexto cultural referente a la región del subcontinente indio.

Dharma significa conocimiento o sabiduría. La palabra dharma es usada en varias religiones como son el hinduísmo y sus diversas variantes védicas, el yoguismo, el jainismo, el budismo y otras. En el budismo, la palabra hace referencia a las enseñanzas del Buda. Es por esto que, cuando estamos hablando dentro de un contexto budista, podemos usar simplemente la palabra Dharma y sabemos que nos estamos refiriendo a las enseñanzas del Buda. Pero cuando estamos hablando en un contexto fuera del contexto budista y tal vez en un tontexto multicultural, lo nombramos como el Buddha-Dharma, para aclarar que no estamos hablando de cualquier Dharma sino específicamente del Dharma del Buda, y no confundirnos con otras enseñanzas sagradas que también tienen sus propios dharmas. Así que en nuestro contexto, la palabra dharma hacer referencia literalmente a las enseñanzas budistas: las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Óctuple Sendero, la impermanencia, etc. Todas las enseñanzas del Buda se nombran con la palabra dharma o la expresión Buda-Dharma. Ese es el verdadero significado de la palabra dharma en el budismo.

Karma

La palabra karma, también procedente del sánsctito, no significa mala suerte o mala energía o consecuencias negativas de actos negativos. Dentro del contexto budista, el karma es una ley natural y espiritual. Es la llamada ley de causa y efecto. Dicha ley va desde lo más simple como dejar caer un lápiz al suelo hasta lo más complejo como el funcionamiento del universo. En principio, la ley del karma no es positiva ni negativa. No tiene una connotación cualitativa. El karma adquiere dicha connotación cuando la vemos desde el punto de vista de la experiencia humana, y aún desde el punto de vista humano sigue siendo relativa la percepción de positiva o negativa porque, lo que puede parecer buen karma para una persona, es mal karma para otra persona, aun cuando la acción no cambie y sea la misma para ambos sujetos. Ejemplo de esto es el ocupar un puesto de trabajo cuya vacante es pretendida por dos personas que compiten por conseguirla. Al final, el seleccionador de recursos humanos escogerá solo a una persona por lo cual la desición final será buen karma para una persona, el elegido, y mal karma para otra persona, el rechazado, incluso cuando la acción sea pragmáticamente la misma desde todos los puntos de vista.

El tema central de las enseñanzas del Buda es el sufrimiento y cómo lidiar con este. No todo sufrimiento es mal karma y no todo resultado placentero es buen karma. Las cosas no son tan simples como parecen. El sufrimiento es parte esencial de la vida y el Buda nos enseña a evitar el sufrimiento más perjudicial y también a usar el sufrimiento a nuestro favor cuando. Esto es conocer la ley del karma. En el mudno humano sí existe el buen karma y el mal karma. El mal karma es simplemente vivir a la deriva ignorando la sabiduría y la virtud del Dharma y dejándose llevar pos las pasiones bajas y malsanas del mundo. Esto es arrojarse a las fuentes de todos los sufrimientos. El buen karma es simplemente seguir y practicar las enseñanzas del Buda. El Buda-Dharma es el refugio más seguro contra el sufrimiento de la vida y la forma correcta de comprender y usar la ley del karma a nuestro favor. Todo lo que necesitas saber sobre la ley del karma está en las enseñanzas del Buda. Todo lo que la cultura popular y la industria de la nueva era te diga sobre el karma es falso. Y si lo miras bien, además de falso, es bastante ridículo.

Este es un resumen del verdadero significado de las palabras karma y dharma dentro del budismo.  

¿Por qué las personas olvidan sus vidas pasadas? Maestro Sheng Yen

Sobre las vidas pasadas

Sabemos que la memoria humana reside en el cerebro. A través del aprendizaje, nuestras células cerebrales almacenan memorias. Algunas personas tienen memorias débiles, yo mismo, por ejemplo, tengo una mala memoria y se me olvidan las cosas fácilmente. Después de conocer a personas en muchas ocasiones sigo preguntándoles; ¿Cómo se llama? Estoy avergonzado. Así pues, sólo digo; “Ah, usted, oh, sí, sí, le conozco.” Es tan vergonzoso.. mi memoria es tan mala.. Algunas personas me preguntan: “Maestro, supongamos que alguien ha hecho muchas cosas malas y se olvida de todo cuando muera, se niega a reconocerlo en su próxima vida, sólo diciendo; “¿Qué? No lo sé. No lo hice.” “¿Cómo le haces confesar?”. Y continua diciendo; “No tengo ni idea de eso. Si se hizo tal cosa, debe haber sido realizada por algún otro en el pasado, eso no tienen nada que ver conmigo.” Digo que es inútil negar estas cosas. Incluso después de que hayas muerto, las memorias de lo que has hecho quedan olvidadas, tu karma continua siguiéndote. Cuando lo hiciste, sabías lo que estabas haciendo. Todavía eres el responsable. El solo hecho de que no hayas recordado no significa que ya no seas el responsable.

En este momento debo señalar que nuestras memorias del pasado se almacenan en nuestro cerebro, en las células cerebrales. Pero antes de que obtengamos un renacimiento en el utero de nuestra madre, este cuerpo nuestro no existía. Después de obtener el renacimiento, nos desarrollamos poco a poco en el utero, y el cuerpo y el cerebro se forman gradualmente. Después de que nazcamos, nuestro cerebro madura gradualmente. Cuando nacemos, el cerebro no sirve de mucho. Gradualmente, cuando tenemos tres o cuatro años de edad comenzamos a tener memoria. Yo era un tardío y no me acuerdo de mucho, cuando me preguntaban acerca de mi niñez, no recuerdo mucho. No tengo ni idea de eso. De este modo, ¿cómo podría acordarme de las cosas en los vidas pasadas? Nuestro cerebro no es traído desde nuestras vidas pasadas, así que sólo podemos recuperar memorias de esta vida.

En cuanto a las personas que reclaman que recuerdan las cosas de las vidas pasadas, ¿es esto realmente posible? La psicología dice que no. La religión dice que sí. Algunos psicólogos han usado el hipnotismo para provocar recuerdo de las vidas pasadas. Muchas vidas pasadas. Por ejemplo, el libro “Muchas vidas, Muchos Maestros” describe el uso del hipnotismo para recordar las vidas pasadas. Esto no involucra el cerebro, sino más bien, es como una respuesta al campo magnético o a las olas magnéticas. 

La fuerza del pasado sigue existiendo, si puedes conectarte con esta fuerza, las memorias de las vidas pasadas regresarán a ti. La fuerza magnética, que una vez estaba allí, sigue aquí ahora. Tan pronto como nacemos perdemos contacto con ella. Al emplear varios métodos tales como los poderes espirituales, somos capaces de recuperar el contacto. Otro caso son solamente los resultados kármicos: tus recompensas o retribuciones kármicas te permiten recordar las vidas pasadas. Tu fondo kármico te conecta con las vidas pasadas, de manera que puedes recordar las vidas pasadas.

No muchas personas nacen con la capacidad de recordar sus vidas pasadas, pero tales personas sí existen. ¿Son de fiar dichas memorias? No sabemos. Algunos casos parecen bastante plausibles, mientras otros no. Por ejemplo, después del fallecimiento del hijo de Indira Gandhi en un accidente aéreo, siete años después nació un niño en la India rural. Este niño había sido considerado como su hijo. El dijo que era dicha persona quien había muerto en un accidente aéreo en un lugar determinado. Quería reivindicar a Indira Gandhi como su madre, pero Indira Gandhi rechazó su reclamación. Incluso si lo que el niño dijo era verdad, ella no podía haberlo aceptado, eso habría causado muchos problemas. Esta historia nos dice que recordar las vidas pasadas no sirve de nada para la vida presente, incluso si puedes recordar tus vidas pasadas, ¿y qué? Supongamos que recuerdas tus vidas pasadas. Así que reconoces la razón por la que una persona te golpea es porque le golpeaste en la vida pasada; o que te matan en esta vida porque mataste a alguien en una vida pasada, te ves obligado a devolver el dinero ahora porque debías el dinero en las vidas pasadas. No necesita saber las razones, basta con creer en la ley del karma. Además, ¿cuantas vidas pasadas puedes recordar? No muchas personas recuerdan las vidas pasadas, e incluso si recuerdan, no pueden recordar muchas vidas. No es gran cosa recordar una vida, dos vidas, tres, cuatro o incluso ocho vidas pasadas. Todavía es una pequeña fracción en nuestras innumerables vidas pasadas, demasiadas cosas han sucedido y no podrás recordarlas todas, de esta manera, no puedes trazar con claridad todas las causalidades karmicas.

Basta con creer en la ley del karma, no necesitas recordar las vidas pasadas. El saber de tus vidas pasadas sólo podría causar problemas. ¿Qué pasaría si te dieras cuenta de que tu esposa era tu abuela? Entonces, ¿Qué harías?

 Maestro Sheng Yen