martes, 12 de abril de 2022

Sadhguru. El nuevo Osho 2.0


Jaggi Vasudev nació en 3 de septiembre de 1.957 en Mysore, India. El 23 de septiembre de 1.982, a la edad de 25 años, tuvo una experiencia espiritual en la cima de una montaña y se dedicó a ser maestro de yoga. Creó Isha Foundatión en 1.992. Tomó el título de Sadhgurú que significa maestro verdadero o maestro perfecto. Es un hinduista perteneciente a la casta de los brahamanes, la más alta en el sistema de castas del hinduismo. Actualmente conocido en los medios como Sadhguru, Jaggi Vasudev es un yogui y místico muy popular debido a su canal de youtube y sus libros de superación. Es un yoguista comprometido, un orador motivacional y un fanático de las motocicletas.

Jaggi Vasudev o Sadhguru está siendo muy popular actualmente más que todo por su canal de youtube. Esta plataforma le ha permitido llegar al público occidental de manera directa y esto ha levantado una ola de seguidores que han reconociendo a este líder hinduistas como su líder espiritual, incluso cuando estos seguidores no son hinduistas, ni creen en el hinduismo, ni practican el hinduismo. Sin embargo, actualmente el yoga tiene la capacidad de borrar toda contradicción religiosa entre cualquier comparación religiosa.

Jaggi Vasudev (Sadhguru)

Jaggi Vasudev tiene charlas sobre una infinidad de temas y decenas de libros de autosuperación y espiritualidad. Los libros de Jaggi Vasudev son suaves. Fáciles de leer y de digerir. Llenos de escenarios fantásticos respecto al yoga y a las antiguas creencias védicas. Sus ejemplos autobiográficos son prácticamente mágicos, haciendo de su imagen el arquetipo del maestro perfecto y amoroso tan respetado en oriente y tan buscado en occidente.

Jaggi Vasudev cumple con la característica fundamental de todo buen embaucador. Una gran elocuencia. Tiene sentido del humor. Sus metáforas son prácticas y actuales. Adaptadas al siglo XXI, al internet, a las redes sociales y al consumismo occidental. Es perfecto para los jóvenes y como era de esperarse, viene con la llave para ganárselos. Ser un gurú espiritual “cool” que rechaza las religiones y las considera arcaicas y obsoletas.

Sadhguru con Will Smith

Jaggi Vasudev tiene dos modalidades. Una para occidente y otra para la India. La de occidente es como ya lo hemos descrito, la modalidad suave, paternal, actualizada y moderna. La que dice que la religión ha pervertido las verdaderas enseñanzas de sus fundadores, Buda no era budista, Jesús no era cristiano… y todas esas ideas recicladas de la nueva era que encajan perfecto con el buscador occidental. Pero en la India la modalidad es otra. Allí el discurso cambia.

En la India, cuando no enseña a jóvenes en universidades, ya no se trata de amor universal, de tolerancia y respeto. De paz intercultural y de amor hacia el prójimo. Jaggi Vasudev es pro hinduista y nacionalista. Y es nacionalista de grandes quilates. A Jaggi Vasudev se le ha asociado con la ideología Hindutva, la cual es básicamente el uso de la religión hinduista para fortalecer una marcada identidad étnica y nacionalista en la India. Este movimiento tiene antecedentes que datan dese la primera mitad del siglo XX. Tiene una connotación política pero su trasfondo es religioso. Esta ideología es defendida y propagada por todos los partidos nacionalistas y conservadores de la India y tiene muchos críticos en el país por sus rasgos de extrema derecha.

India es un país multicultural y multireligioso. Pero para el Hindutva, todo el pueblo indio debería unificarse bajo una sola religión, la nativa y tradicional. Tienen posiciones muy directas y hostiles en contra de los musulmanes y los cristianos en el país, y su sentido de identidad étnica contrasta con la tolerancia y amabilidad hacia el extranjero que tanto caracteriza a la sociedad india. Algunos críticos lo consideran un movimiento xenófobo y racista. Durante el siglo XX el Hindutva tuvo influencias del fascismo europeo, en particular del nacionalsocialismo alemán, partido que inspiró en gran parte a Damodar Savarkar, uno de los precursores del nacionalismo indio y figura referente dentro del Hindutva.


En India, Jaggi Vasudev es un líder hinduista y aboga por la preservación de la identidad nacional por encima de cualquier otro criterio social. Define el yoga dentro del marco del referencia del hinduismo como el único sistema religioso que tiene la capacidad de salvar a toda la humanidad porque es el único que contiene fundamentos científicos y espirituales que pueden incorporarse a cualquier cultura y por lo tanto, es la única vía para aquellos que desean encontrar la verdad y salvarse.

Algunas de sus declaraciones hechas en su país no son muy benévolas como las que hace fuera de India. Como su apoyo a que el gobierno imponga una ley que prohíba el consumo de vacas, no solo como apoyo a las creencias hinduistas sino como golpe directo a la comunidad musulmana en el país. Apoyó el bombardeo a Balakot el cual realizó el ejército indio en Pakistán en 2019 en medio de las rencillas que ambos países han tenido desde hace muchísimo tiempo. Es decir que no tiene problema en apoyar la guerra. Se puede decir que en algunos círculos nacionalistas en la India, Jaggi Vasudev es casi abiertamente antimusulmán. Y de manera mucho menos abierta, también es anticristiano. Pero en cuanto al cristianismo, Jaggi Vasudev jamás va a dar declaraciones directas como las que hace contra los musulmanes, por obvias razones $$.

Jaggi Vasudev tiene responsabilidades en su nación ya que como defensor de las tradiciones religiosas cuenta con el apoyo de partidos políticos tradicionalistas y grupos conservadores que le promueven y apoyan como líder religioso. Pero en occidente, estos estandartes nacionalistas se dejan bajo la cama ya que no se puede apoyar de forma pasiva el rechazo a los cristianos en casa, y hacer lo mismo cuando se adoctrina a los cristianos en sus propias y capitalistas tierras. Así que según el lugar en el cual se le hagan preguntas a Jaggi Vasudev, sea en India o en occidente, vas a notar un tono distinto según quién pregunte y sobre qué pregunte. Hay que atender a cada cliente según sus intereses, como bien lo sabe todo buen comerciante.

El doble discurso ideológico de Jaggi Vasudev no es un punto central en su comercio, es decir en su enseñanza. Pero es fácil de apreciar en sus pocas declaraciones al respecto.


Un problema mucho más presente y grave en el discurso de Jaggi Vasudev es la misma clásica y vieja estrategia de adoctrinamiento de sus predecesores. La pseudociencia y la superchería.

Jaggi Vasudev afirma que comer comida cocinada durante los eclipses lunares es dañino para las personas. Enseña una gran cantidad de mentiras peligrosas sobre la depresión, su origen y tratamiento, reemplazando la ciencia real por teorías pseudopsicológicas absurdas muy peligrosas para una persona que padezca esta enfermedad. Apoya el uso del mercurio en la medicina tradicional india aun cuando ya es sabido que esto es bastante peligroso. Su interpretación del descubrimiento del bosón de Higss es absolutamente ridícula. Ahí le falló en cientificismo.

Su etnocentrismo llega a tal punto que dice que la teoría de la evolución de Darwin fue primero descrita por la cosmología hinduista hace 15.000 años. Y otro tanto es que hay yoguis con tanto poder que pueden resucitar muertos. 

 A la lista se agregan más tonterías pseudocientíficas como el uso de una supuesta ceniza sagrada; la supuesta memoria del agua que es un invento explotado en los 80s que dice que el agua tiene memoria episódica y reacciona a las emociones humanas, idea que la ciencia comprobó falsa hace ya más de treinta años (lo vergonzoso es que se hayan tomado la molestia de comprobarlo) y otros tantos engaños y mentiras bien presentadas y aceptadas gracias a la palabra mágica preferida por todos los estafadores espirituales. METAFISÍCA. Pero este as bajo la manga no es presentado al público en los primeros contactos. Cuando apenas estás conociendo a Sadhguru, en sus charlas de presentación desprecia y rechaza la superstición. Incluso puede parecer más racional y lógico que cualquier escéptico. Pero cuando se avanza en su doctrina y la mente está lista, es decir con la guardia baja, entonces aparece la poesía y la metáfora. Se deja el análisis de la naturaleza y empieza a hablar en segunda persona elogiando las cualidades espirituales que tienes pero que no sabes que tienes. Y de repente, hay que usar cenizas, el mercurio es bueno para la salud, el agua tiene memoria y los musulmanes deben ser excluidos (esto último no aplica para occidente).

Jaggi Vasudev o Sadhguru es un manual del falso maestro espiritual del siglo XX actualizado con las tecnologías y el pensamiento automático del siglo XXI. Y la constante comparación que aquí hacemos con Osho no es parodia ni coincidencia.


Jaggi Vasudev estudió detenidamente a Osho y replicó sus técnicas de captación de seguidores, sobre todo las enfocadas al público occidental, lo cual a su vez llamará a más seguidores asiáticos que repiten las modas occidentales. Pero también estudió los errores del fallido gurú de los 70s y los corrigió, por lo cual se ha cuidado de darle rienda suelta y descontrolada al misticismo metafísico y al culto a la personalidad, sin dejar de usar estos elementos ya que son fundamentales para la construcción de un monopolio espiritual como el que construyó Osho, lo cual es precisamente lo que Jaggi Vasudev aspira a conquistar. La generación de jóvenes actuales no está consumiendo alucinógenos como parte de su búsqueda espiritual. Al menos no la mayoría. Así que toda la facilidad de la retórica espiritualista que tenía Osho ante un montón de jóvenes drogados, Jaggi Vasudev la reemplaza con discursos cientifistas introductorios. Solo introductorios, porque posteriormente cuando la persona ya está adoctrinada, la ciencia y la razón son reemplazadas por la superstición y la manipulación psicológica directa.

El discurso de Jaggi Vasudev parece ser científico pero en realidad es cientifista, que no es lo mismo. Usa el mismo esquema de los gurúes anteriores como Deepack Chopra y otros en tanto que inicia basándose en verdades y hechos científicos comprobados, y poco a poco va dirigiendo el discurso hacia un misticismo calculado usando la llave mágica de la palabra “metafísica” y el lenguaje poético saturado de metáforas y alegorías. De esta manera, Jaggi Vasudev inicia apuntando a la razón y a la lógica mediante el conocimiento científico y el sentido común, mientras que poco a poco se desliza hacia el corazón, entrando por el intelecto del occidental profesional promedio, educado e instruido, y atrayéndolo con suavidad hacia sus necesidades emocionales y sus vacíos existenciales, igualmente propios del occidental promedio, diciéndole todo lo que quiere escuchar y dándole parámetros científico-espirituales que el buscador deberá seguir, no por imposición o mandato divino, sino porque la “simple lógica” de la sabiduría espiritual le hará comprender que esa es la verdad y que obviamente el Gurú perfecto tiene la razón, así como todas las respuestas.


En resumen, Jaggi Vasudev hace exactamente lo mismo que hacían todos los gurúes y estafadores de los años 60s y 70s. Es literalmente un molde perfecto de aquello. Incluso en cuanto a la estética y presentación. Así que realmente no está inventando nada nuevo. El peligro está en que como siempre, estos estafadores definen su target comercial en la generación más joven, la cual no tiene la información previa ni conoce la historia de los embaucadores espirituales orientales en occidente, como tampoco una conciencia del peligro que representan.

El problema con Jaggi Vasudev o Sadhguru, nombre rimbombante e imponente, es que cuando lo escuchas por primera vez, el 90% de lo que dice es verdad y tiene sentido. Esa es la táctica. Mezclar verdad con mentira. El punto débil de nuestra mente es que cuando alguien nos dice algo y esto resulta ser cierto, nuestra mente automáticamente asume que todo lo que nos diga esta persona a continuación ha de ser verdad porque ya tenemos un antecedente de que esto ha sido así. En este punto débil se apoyan los estafadores espirituales. Esta es su apuesta. Entonces empiezan así. Pero si no bajas la guardia y te mantienes atento y crítico a lo que dicen, verás que ese porcentaje de verdad empieza a disminuir poco a poco.

Te traen datos de descubrimientos científicos que aún están en curso o teorías científicas que tienen bases en otros conocimientos probados pero que aún no han sido comprobadas. Y completa esos procesos inconclusos de la ciencia con teorías espiritualistas sacadas de doctrinas antiguas, resaltando como es usual que “los antiguos ya sabían esto milenios antes que los científicos” (como el cuento estúpido de la teoría de la evolución hinduista). Porque como es sabido, los antiguos lo sabían todo y los científicos actuales que inventan vacunas, medicina, ingeniería y tecnología, son un montón de ególatras ignorantes que no saben nada, palabras más palabras menos. Este es un clásico en el repertorio de todo estafador. Ahí ya estamos en un 70/30 de verdad vs mentira. Y así va cambiando el panorama y metiendo al seguidor en un mundo mágico que no conocía. Como Harry Potter cuando llega por primera vez a su escuela de magia. Todo es nuevo, fantástico y maravilloso. La palabra imposible empieza a dejar de existir.

Cuando llega al 50/50, todavía te dice que hay verdades científicas, pero detrás de esas verdades científicas hay explicaciones absurdas que tienen como conclusión la idea de que el maestro, o sea él mismo, es prácticamente un pedazo de Dios en la tierra y que todo lo que diga es la verdad absoluta. Cuando ese 50% sigue disminuyendo, es cuando la gente ya empieza a perder su voluntad y se la empieza a relegar al gurú. Entonces se hacen voluntarios, discípulos y defensores del maestro. Posteriormente a eso ya están listos para hacerles creer cualquier locura y obligarlos a hacer cualquier cosa, incluso delitos. Esta es, de forma rápida y resumida, la forma en la cual las sectas adoctrinan a personas incautas y necesitadas de afecto, sentido de pertenencia y carentes de figuras paternas.

No podría afirmar que el movimiento de Jaggi Vasudev sea peligroso en el sentido de que sus adeptos vayan a hacer atentados terroristas, suicidios colectivos o algo de esa escala. Al menos no por ahora. Pero sí lo es en el sentido de que según las enseñanzas que presenta y la forma en la que intenta conquistar occidente, la cual es exactamente la misma forma de Osho, puede generar serios y graves problemas psicológicos en las personas que terminen dándole autoridad de guía espiritual, y el movimiento termine siendo como el de Osho, lo cual parece ser el objetivo porque el Sadhguru es una copia fiel de aquel.


Habría que comentar además, que en algún momento la secta de Osho sí realizó acciones terroristas. Lo cual no significa que algún loco seguidor de Sadhguru vaya hacer lo mismo (de nuevo no por ahora). Pero si se llegase a un punto de culto a la personalidad con este hombre igual al que se llegó con Osho, cosa que todavía no hemos visto, la posibilidad existirá. Cuando la gente cae en las garras de un falso guía espiritual, lo suele convertir prácticamente en un dios viviente. Y cuando se llega a ese punto cualquier cosa puede suceder. Ya lo hemos visto en la segunda mitad del siglo XX de muchas formas. Todas ellas horribles. Cada vez que un personaje de estos aparece, la posibilidad de que algo así pase también se hace presente. E incluso, si no se llega a formar ese monstruo manipulador de mentes calcado de los 70s, las enseñanzas de este tipo de personas siguen siendo dañinas y peligrosas. Y pueden destruir vidas. De manera menos notable, pero de todas maneras son industrias dañinas. De eso no se tiene duda.  

Jaggi Vasudev está bien centrado en su papel de maestro de yoga, distinto a Osho que era más descarado en el sentido de que no se identificaba con ninguna religión (Sadhguru tampoco lo hace abiertamente, menos aún en occidente) pero bebía de todas las fuentes. Jaggi Vasudev no se adjudica descaradamente la médula espiritual de todas las religiones, pero igualmente como está en el manual, debe echar mano de todas ella. Así que obviamente interpreta el cristianismo, o más bien lo malinterpreta, el judaísmo, el islam, el propio hinduismo, y así con cada corriente espiritual grande. Y obviamente, el budismo no podía quedar impune.

Pero con el budismo la cuestión es distinta porque comparte el mismo marco cultural que el yoguismo, así que no le resultaba tan fácil de tergiversar como a las otras creencias. Así que de manera sutil pero directa, el gran maestro sadhguru decide atacar el budismo.

Guru Rinpoche Padmasambhava


Padmasambhava, más conocido como Guru Rimpoche, es uno de los maestros más importantes de la historia del budismo tibetano. Vivió en el siglo VIII. Es uno de los fundadores de la tradición Nyingma del vajrayana, la cual es considerada la tradición tibetana más antigua. Y también es considerado nada más y nada menos como el fundador de lamaísmo. No solo en Tíbet, sino en Buthan y en Sikkim.

La figura de Padmasambhava es sumamente importante para el budismo tibetano. Fundó órdenes y monasterios. Ayudó a consolidar el budismo tántrico e introdujo en el Tíbet muchas otras creencias procedentes de la India. Es considerado prácticamente como una deidad en el Vajrayana y su importancia histórica y doctrinal en el budismo tibetano es enorme.

Pues bien. ¿Qué ha hecho nuestro buen amigo Jaggi Vasudev con el budismo tibetano? Pues a nuestro sagaz gurú se le ha ocurrido decir que Gurú Rimpoche no era budista. Genialidad pura y dura la de este hombre. Según él, Padmasambhava ni siquiera era un monje porque había estado casado y tuvo dos esposas. Para Jaggi Vasudev, Gurú Rinpoche no era más que un místico y ya. Sólo eso.  

Jaggi Vasudev intenta quitarle el título de autoridad a uno de los maestros budistas más importantes del budismo tibetano. Es como decirles a los católicos irlandeses que San Patricio no era cristiano. Eso le quitaría toda la autoridad al maestro y por ende a todo lo que fundó. Y de paso, quitarle validez al budismo tibetano en sí indirectamente ¿Jaggi Vasudev en verdad cree esto? No, no lo cree. ¿Para qué dar tal declaración entonces? Por una razón simple. Jaggi Vasudev apenas está empezando a darse a conocer en los medios occidentales de forma viral y necesita llamar la atención de los buscadores occidentales. El budismo ahora mismo goza de una muy buena popularidad en occidente. ¿Por qué decide atacar precisamente al budismo tibetano? Porque es la forma de budismo más predominante en Estados Unidos y Europa. Y el target de Jaggi Vasudev es precisamente ese. Está implementando una estrategia de marketing básica. Que hablen mal de ti es mejor a que nadie hable de ti en absoluto.  

Esta declaración fue publicada hace ya varios meses. Sin embargo, no tuvo el efecto deseado y los budistas tibetanos no dijeron mayor cosa al respecto. Obviamente, los budistas tibetanos tienen mejores cosas que hacer. Pero la intención de Jaggi Vasudev quedó clara y pocas dudas deja al respecto. Intenta alborotar el avispero para genera atención hacia sí mismo y de esta manera viralizarse más. No hay publicidad mala como dicen los publicistas. No es de extrañar que en el futuro vuelva a hacer alguna otra declaración por el estilo buscando comprar atención con irrespeto.   


También ha estado buscando la atención de la comunidad vegana y vegetariana afirmando que todos los animales están ahí para satisfacer al hombre y ser explotados por el hombre. Y si no pueden ser explotados para bien de la humanidad, pues no tiene sentido su existencia y deberían ser eliminados. Esta declaración supera incluso al pensamiento cristiano que cree que todo lo existente es una creación hecha para el uso y satisfacción del hombre. Una idea bastante occidental en cuanto a la cultura de consumo desmedido.

Sadhguru no goza de la admiración de los veganos, pero si ganó su atención, por lo tanto con ellos sí logró cumplir su objetivo ya que el veganismo es otro importante nicho de buscadores espirituales. Propaganda negativa sigue siendo propaganda.  

Jaggi Vasudev también ha interpretado según su criterio las enseñanzas del mismo Buda, obviamente. Hace una interpretación fantástica en la cual le adjudica al Buda conocimientos científicos actuales haciendo notar que el Buda ya sabía sobre la existencia de particularidades de la naturaleza que apenas ahora han sido descubiertas por la ciencia. Porque de nuevo, todos los antiguos lo sabían todo y los científicos actuales son unos idiotas. Una vez más, nada nuevo. Las mismas falacias de cualquier gurú de medio pelo.

Como todos los gurúes de feria, Jaggi Vasudev recurre al Buda cada tanto tiempo para reinterpretar sus enseñanzas en función de revelar la “verdad” sobre el Dharma del Buda, el cual obviamente ha sido malinterpretado por los monjes que han pervertido lo que el Buda enseñó. Para estos gurúes, el Buda es un instrumento de actualización de su imagen. Una herramienta que usan de vez en cuando para reiterar su imagen de maestro místico ya que, para el imaginario popular, si un gurú te explica el budismo (de forma diferente a la cual el budismo explica el budismo), entonces el maestro es más budista que el propio budismo. Obviamente él sabe algo que los monjes y nosotros no.

Eventualmente, el uso de la imagen del Buda tiene como finalidad afirmar que el maestro gurú que está reinterpretando las enseñanzas del Buda, está al mismo nivel que el propio Buda. Incluso, se presenta como un corrector de las mismas enseñanzas budistas, superando al propio Iluminado, revelándose como un ser todavía más iluminado que el propio Iluminado lo cual es una idea totalmente absurda y ridícula. Pero este tipo de ideas les es fáciles de tragar a los buscadores sin criterio debido a que la idea de tener un Buda o un super Buda viviente guiándolos en primera persona les da la ilusión de ser privilegiados, únicos y especiales. Egolatría pura convertida en fanatismo. Como ya lo hemos visto anteriormente.  


Jaggi Vasudev o Sadhguru (el maestro perfecto) no es nada nuevo. En realidad es un actor. Un personaje creado. Fabricado y medido según las necesidades del mercado espiritual actual. Las mismas estrategias con nuevas presentaciones, lo cual en sí también es una estrategia vieja. Su popularidad consiste en saber manejar redes sociales, publicar libros llenos de obviedades agradables y atacar a los jóvenes. Asombrarlos con declaraciones impactantes y retadoras. Utilizar expresiones fuertes y presentarlas con la idea de que la verdad no es digerible por todos y que solo los valientes podrán aceptarla porque los ignorantes, es decir todos los que lo vemos como una farsa, no tenemos el valor de aceptar la verdad pura y dura.

Ver un par de videos de Osho e investigar lo que hizo y cómo terminó debería ser suficiente para comprender a Jaggi Vasudev y dejarlo pasar como lo que es. Un spam. El nuevo Osho 2.0.

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