El
siguiente es el primero de una serie de apuntes cuyo tema son los peligros
dentro del budismo para los practicantes laicos. Algunos no son tanto peligros
sino más bien interpretaciones que se alejan de lo que el Buda expuso aunque no
signifique que sean de hecho algo dañino sino simplemente equivocado. Otros por
el contrario sí son peligros reales en cuanto a sectas, lavadores de cerebro y
doctrinas que no tienen nada que ver con el Dhamma. Estas son opiniones
personales. Algunas son moderadas, otras son bastante directas y fuertes, pero
todas son percepciones personales basadas en experiencias e investigaciones
propias que no tienen por qué ser tomadas como verdades absolutas. El objetivo
de estos apuntes no es adjudicarse la verdad exclusiva sino compartir una
información accesible a todos con el objetivo de que sigan investigando por sus
propios medios y como yo, saquen sus propias conclusiones que pueden ser
acordes o contrarias a las aquí presentadas.
Inicio
con un extenso apunte sobre la Nueva Tradición Kadampa.
La
cuestión con la nueva tradición Kadampa es la siguiente. Algo más o menos del
mismo corte de las demás formas de peligros pero con una diferencia. La nueva
tradición Kadampa surge en Inglaterra en el año de 1.991. Su fundador el Geshe
Keksag Gyatso, es un monje tibetano que decidió hacer su propia tradición
tibetana aparte de las otras cuatro basándose también en maestros y textos de
muchos años de antigüedad en lo que considera la continuación de un linaje aparte
y antiguo. Hasta ahí no hay mayor notoriedad, el asunto viene siendo
interesante por el actuar de sus seguidores. La mayoría occidentales, por
supuesto. La nueva tradición Kadampa se constituyó más que todo como un
movimiento religioso en Europa. El fundamento de esta rama disidente por así
decirlo del budismo tibetano tradicional surge alrededor del liderazgo político
y religioso del Dalai Lama.
Estos
seguidores denuncian públicamente ante medios internacionales unas conductas
bastante siniestras por no decir menos del principal líder espiritual del
Tíbet. Le acusan de ser un dictador, de someter a su pueblo a condiciones
inhumanas y denigrantes mientras él viaja por el mundo entre lujos y
adulaciones. Denuncian sus declaraciones como mentirosas y le acusan de
pervertir la doctrina budista tibetana.
Por
su parte el Dalai Lama ha desacreditado dicho movimiento y ha declarado como
incorrecta y no genuina la práctica del Shugden practicada dentro de la
tradición Kadampa por considerarla falsa y fuera del contexto religioso. Ha
dicho que ningún budista real debe relacionarse con dicha doctrina.
Hasta
aquí todo se podría resumir en una confrontación doctrinal entre dos monjes con
diferencias en la interpretación de su cultura religiosa. Cosas que en realidad
ni le quitan ni le aportan nada importante a la práctica mundial del budismo,
más aun teniendo en cuenta que a pesar de que el budismo tibetano es el más
popular en occidente, no es ni por poco el más representativo ni extendido por
el mundo.
¿Por
qué califico entonces a la nueva tradición Kadampa como un peligro dentro del
Budismo? Hay un factor que no se suele tener en cuenta cuando se habla de esta
tradición y es el factor político. Desde la ocupación del Tíbet por parte de China hace ya más de sesenta años, el Dalai Lama después de escapar del
régimen, ha sido la incomodidad más grande para el gobierno del partido comunista
chino. Durante todo este tiempo este monje ha sido una verdadera espina en el
costado para el gobierno de China continental. A revelado a las democracias
libres y a las potencias occidentales las brutalidades de la ocupación china en
el Tíbet, denunciandolo todo sistemáticamente desde lo político, religioso, social,
cultural, etc. Todas las maniobras y abusos de los comunistas chinos en su
país, provocando tensiones, protestas y reclamos diplomáticos por parte del
gobierno chino cada vez que el monje logra alguna victoria diplomática.
Tenzin
Giatzo es para el comunismo chino lo que el Papa Juan Pablo II fue para los
rusos soviéticos, y recordemos que este Papa fue también una gran piedra en el
zapato para el comunismo ruso durante la guerra fría. Tanto fue así que se
considera al Papa Juan Pablo II como una de las fuerzas más decisivas que
contribuyó a la caída del comunismo soviético en los años noventa.
Al
igual que los rusos, los chinos han intentado una y mil formas de repeler los
devastadores ataques diplomáticos del Dalai Lama a través de estrategias
políticas y propagandísticas que para su frustración e ira resultan en más evidencias de las
denuncias del monje y por ende en el crecimiento de sus simpatizantes en
occidente.
Aclaro
que no sigo ninguna de las cuatro tradiciones tibetanas y que no solo no creo
en el lamaísmo sino que lo considero al mismo tiempo un aliado y un riesgo para
la propagación del budismo en occidente y que ésta es solo una opinión basada
en mi investigación personal y mi perspectiva desde lo político, histórico,
social y religioso.
A
mi parecer, la nueva tradición Kadampa no es más que otro triste y patético
intento del gobierno chino por desacreditar a su más temible enemigo
ideológico. Después de años de intentos fallidos, han optado por usar al mismo
budismo contra el monje. Las rabiosas declaraciones de sus seguidores
occidentales y las imágenes de estas personas con aspecto de monjes, rapadas,
con túnicas tibetanas, sosteniendo carteles ofensivos y gritando a viva voz al
mejor estilo de los fanáticos evangélicos, la manera en la que fundamentan los
actos criminales supuestamente cometidos por este líder, las tibias
declaraciones sobre la ocupación china, la historia, noticias y argumentos en
general, me hacen llegar a esta conclusión. El análisis de todo ello sería
alargar más un apunte de por si demasiado extenso, por eso invito a la
investigación propia y a la generación de un criterio propio.
Dentro del amplio universo de las tradiciones budistas, no se considera que la nueva tradición Kadampa sea budismo real ya que se basa en
desacreditar políticamente a una figura pública y su base no son otra cosa que
activistas occidentales con ansias de lucha. Y seamos honestos, uno de los
pueblos más fáciles de engañar con causas de lucha y doctrinas místicas y
fantásticas son los occidentales. Y el Kadampa tiene mucho de ambos como
comentaré más adelante. En realidad ni los europeos ni los americanos ni los
latinos somos muy listos y somos bastante fáciles de embaucar con ideas
sectarias y radicales. Los sesentas y los radicalismos políticos son pruebas históricas de esto.
Sin
embargo hay una salvedad. ¿Es la nueva tradición Kadampa un peligro real en la
práctica budista laica? Yo diría que eso es relativo, enfáticamente relativo
para nosotros. Tuve esta discusión con un seguidor de la tradición Kadampa de
aquí de Latinoamérica. Viendo la situación desde una perspectiva general, en
realidad a nosotros, desde esta parte del mundo, no nos afecta demasiado la
guerra política del Dalai Lama contra el comunismo chino. En el sentido
político y social, todo budista coherente que siga o no tradiciones tibetanas debería
estar en contra de la ocupación china, de eso no hay duda. Pero en cuanto a la
discusión de fondo, ¿Existe alguna razón de fondo para que un budista
latinoamericano tome partido entre la tradición Gelug tibetana, la del Dalai
Lama y la nueva tradición Kadampa? Yo diría que no. Pero el asunto es fácil
para mí porque no creo en el lamaísmo. Dejo tal discusión a los budistas de
tradiciones tibetanas. Aun así, dos
budistas latinoamericanos que sigan estas dos tradiciones, si se encontraran
creo que no discutirían mucho y terminarían por aceptar que el otro tiene
derecho a pensar diferente así los dos practiquen doctrinas tibetanas. Pero eso
es aquí, a cientos de miles de kilómetros del origen de estas diferencias. En
Inglaterra o en el Tíbet tal discusión no sería tan simple.
En
este sentido, ¿cuál sería entonces el peligro de pertenecer a la nueva
tradición Kadampa? La respuesta sería inofensiva y simple. Cuando uno busca una
tradición budista para practicar por el resto de su vida, un procura que lo que
escoja sea por lo menos budismo genuino, real, no una treta ni un engaño con
fines diferentes a los dispuestos por el mismo Buda quien de hecho dejó claras
las pautas para que nosotros podamos distinguir una orden budista de una orden
falsa, ya que desde aquellos tiempo las falsas copias de su doctrina ya
empezaban a surgir.
En
realidad creo que es un peligro inofensivo ya que la imagen del Dalai Lama no
es un tema por el cual discutir en estas latitudes, pero la fidelidad al Dhamma
y la honestidad hacia las personas que quieren practicarlo, sí. Ésa es la principal motivación y objetivo de éstas investigaciones. Por demás no creo que haya una práctica realmente
peligrosa en la nueva tradición Kadampa. Hasta ahora no se ha sabido de ninguna. Esta
es una reflexión que dejaría más que todo a los occidentales que practican el budismo tibetano. Ellos
sabrán qué determinación tomar en cuanto a esto. Es importante que seamos críticos,
estudiosos y muy exigentes con los maestros. Esa facilidad de tomar como santa
a toda persona que venga del Tíbet rapada y con túnica sólo porque fue ordenado
en un templo entre las montañas tibetanas es el peligro más grande del
lamaísmo.
Hasta
aquí las razones netamente sociales y políticas de por qué no creo en la
genuinidad de esa corriente. A continuación expongo las razones doctrinales por
las cuales opino que la nueva tradición Kadampa no es budismo real basándome en
el análisis de la triología de libros, Budismo moderno, escritos para los occidentales por el fundador y líder
de la nueva tradición Kadampa, Geshe Keksag Gyatso.
Budismo moderno. El camino de
la compasión y la sabiduría. Libro 1
Para
no alargar tanto y ser lo más conciso posible opté por tomar apartes de estos
libros, básicamente el primero que es el de adoctrinamiento (Los otros dos son
más de teoría tántrica y prácticas para sus seguidores) y poner a continuación
notas rápidas de explicación:
Para los budistas, la fe en Buda
Shakyamuni es su vida espiritual; es la raíz de todas las realizaciones de
Dharma. Si tenemos fe profunda en Buda, generaremos de manera natural el
sincero deseo de practicar sus enseñanzas.
No
existe tal cosa como fe budista en el sentido literal de la palabra del modo en el que se concibe en el cristianismo. A este tipo de fe se hace referencia constantemente porque es una interpretación familiar y cercana del occidental, pero no existe tal cosa como "fe" en el budismo.
Los seres sintientes por sí mismos no son
capaces de cultivar una mente apacible; solo al recibir las bendiciones de Buda
en su continuo mental, los seres sintientes, incluidos los animales, pueden
disfrutar de paz interior.
Buda
habló de muchos budas pasados y futuros.
No se adjudicó la iluminación exclusivamente a sí mismo ni se proclamó como
único portador de ella. No se nombró a sí mismo como mesías.
Cuando sus mentes están apacibles y
tranquilas son verdaderamente felices; pero si sus mentes no están en paz, no
son felices aunque las condiciones
externas sean perfectas. Esto demuestra
que la felicidad depende de la paz mental y, puesto que esta depende de las bendiciones
de Buda, él es la fuente de toda felicidad.
Esta
es una manera de usar al Buda como fuente única de felicidad, a la manera
cristiana en la que el pastor usa a Jesús, y de esta manera ponerse él como
puente entre el sufrimiento y la fuente de la felicidad. Es una forma de
adoctrinamiento de sumisión ante un líder. El Buda jamás dijo que la felicidad
depende de sus bendiciones sino de la práctica del Dhamma.
Más tarde, mientras daba vueltas alrededor
de la gran estupa de Bodh Gaya, una estatua de Buda
Shakyamuni le habló diciendo: «Si deseas alcanzar la iluminación con rapidez,
has de lograr experiencia de la compasión, el amor y la preciosa bodhichita».
Entonces, su deseo de realizar la bodhichita se intensificó.
Relato
de uno de los maestros tibetanos. Afirmar que el mismo Buda Shakyamuni habla
desde el más allá es otro intento de deificar al Buda al modo cristiano para
satisfacer los vacíos de los arquetipos espirituales de los occidentales. El
Buda no habla desde el más allá o desde el Nirvana que de hecho ni siquiera es
un lugar. Esto contradice la doctrina de la impermanencia y la interdependencia
enseñada por Buda.
Atisha alcanzó también todas las
realizaciones de los tres adiestramientos superiores: la disciplina moral
superior, la concentración superior y la sabiduría superior. Puesto que todas
las etapas del camino del sutra, como las seis perfecciones, los cinco caminos
y los diez planos, y todas las etapas del camino del tantra, como las etapas de
generación y de consumación, están incluidas en los tres adiestramientos superiores,
Atisha alcanzó todas las realizaciones espirituales del camino.
La
exagerada historia de preparación de Atisha es sobrecargada para asegurar un
fundamento doctrinario bajo la imagen de un maestro super preparado con el
objetivo de brindar seguridad a personas inseguras que piensan que la
iluminación depende más de un guía iluminado (un factor externo), que de su
propia budeidad (un factor interno). Esta malinterpretación de la iluminación de
los maestros es contraria a las enseñanzas de Buda quien ha dicho, sé tu propio
maestro.
Gracias al adiestramiento en la
concentración superior, Atisha logró la realización común de la concentración
de la permanencia apacible y, como resultado, adquirió clarividencia, poderes sobrenaturales y las virtudes comunes.
También alcanzó concentraciones extraordinarias, como las de las etapas de
generación y de consumación del mantra secreto. Adiestrándose en la sabiduría
superior logró las realizaciones comunes de la vacuidad y las extraordinarias de
la luz clara ejemplar y la luz clara significativa del mantra secreto. Atisha
dominaba con maestría tanto las enseñanzas hinayanas como las mahayanas, y era respetado por
los maestros de ambas tradiciones. Era como un rey, la joya de la corona de los
budistas indios, y se le consideraba como un segundo Buda.
Estos
atributos mágicos son un ardid para el pensamiento occidental hollywoodense que
piensa que la mística oriental genera poderes mágicos y sobrehumanos. El Buda
rechazó siempre este pensamiento y lo tildó de bajo.
Puesto que en aquellos tiempos se tenía la
costumbre, que todavía existe, de recibir con honores a los invitados
distinguidos, Yhangchub O envió a la frontera a un séquito de trescientos
hombres a caballo, muchos de ellos eminentes tibetanos, para que le dieran la
bienvenida y le ofrecieran un caballo a fin de facilitarle el difícil
viaje hasta Ngari. Atisha cabalgaba en el centro de los trescientos jinetes y gracias a sus poderes sobrenaturales iba
sentado a la altura de un codo por encima del caballo. Al verlo montar de
este modo, los escépticos generaron fe
sincera en él y todos decían que el segundo Buda había llegado al Tíbet.
Las
leyendas fantásticas propias del folklore de las culturas suelen usarse como
hechos históricos para captar el asombro de buscadores de milagros. Los
maestros budistas suelen rechazar este tipo de exhibicionismo. El monje
flotante es un ícono de la cultura consumista.
Las instrucciones del Lamrim kadam –la
unión de las enseñanzas de Buda y las instrucciones especiales de Atisha–, se presentan
en tres etapas: las instrucciones de las etapas del camino del ser del nivel
inicial; las instrucciones de las etapas del camino del ser del nivel medio; y
las instrucciones de las etapas del camino del ser del nivel superior. Todas las enseñanzas de Buda, tanto las de
sutra como las de tantra, están incluidas en estas tres instrucciones. Las enseñanzas
de Buda son la medicina suprema que nos cura de manera permanente tanto de las
enfermedades físicas como de las mentales, los engaños. Al igual que los
médicos administran diferentes medicamentos para distintas enfermedades, Buda
dio diferentes medicinas de Dharma según la capacidad de las personas. A los
seres del nivel inicial les ofreció enseñanzas sencillas; a los del nivel
medio, profundas; y a los del nivel superior, muy profundas. En la práctica, todas
ellas forman parte del Lamrim kadam, que constituye el cuerpo principal de las
enseñanzas de Buda; no hay una sola de
sus enseñanzas que no esté incluida en el Lamrim kadam. Por esta razón, Yhe
Tsongkhapa dijo que cuando escuchamos el Lamrim completo estamos escuchando
todas las enseñanzas de Buda, y cuando practicamos el Lamrim en su totalidad
estamos practicando todas las enseñanzas de Buda. El Lamrim kadam es la síntesis de todas las enseñanzas de Buda; es
muy práctico y apropiado para cualquier persona y su presentación es superior a la de otras instrucciones.
Este
es un intento de atribuirse todas las enseñanzas de Buda a una sola doctrina,
de manera sintética tipo manual, como se acostumbra promocionar en la cultura
del marketing occidental. Este es un intento de adoctrinamiento bajo la promesa
de absolutos. “Tenemos todo el conocimiento de Buda. No busque más, los otros
son inferiores.”
Todas las personas, tanto si son budistas
como si no lo son, necesitan liberarse
de manera permanente del sufrimiento y
disfrutar de felicidad pura e imperecedera. Este deseo se puede cumplir por
medio de la práctica del Lamrim; por lo tanto, esta práctica es una verdadera
gema que colma todos los deseos.
Las
palabras “necesitan” y “deseos” son usadas bajo los parámetros de la psicología
del consumidor. Usted necesita esto, le daremos felicidad, esta es la verdadera
gema que colma todos los deseos.
Este tipo de pensamientos son contrarios a la doctrina budista.
Durante el descanso de la meditación
intentamos no olvidar el miedo a renacer en los reinos inferiores. Por lo
general, tener miedo no tiene sentido, pero el que se genera por medio de esta
contemplación y meditación tiene un gran significado porque surge de la
sabiduría y no de la ignorancia. Este miedo es la causa principal para buscar
refugio en Buda, el Dharma y la Sangha, la verdadera protección contra estos sufrimientos,
y nos ayuda a estar atentos y a ser conscientes de lo que hacemos para evitar
cometer acciones perjudiciales.
El
miedo nunca, jamás, puede ser un medio para acercarse al budismo. Esa es la
estrategia cristiana del infierno y el cielo adaptada a fines doctrinales. El
budismo enseña que no existe miedo que no provenga de la ignorancia.
Tras haber contemplado esta exposición,
debemos pensar: Puesto que no deseo sufrir y quiero ser siempre feliz, he de
abandonar las acciones perjudiciales, purificar las que he cometido y
realizar obras virtuosas con sinceridad.
Este es otro ejemplo de la
cristianización del budismo. No quiero sufrir-abandono acciones perjudiciales.
Quiero ser feliz- debo realizar obras virtuosas. Este juego de intercambios
obedece a los mismos principios teístas de portarse mal lleva castigo y
portarse bien lleva premio. Aunque muchas expresiones culturales del budismo
inician con este entendimiento básico, el budismo es un entrenamiento mental
con origen dentro de la persona, no es un sistema de premios y castigos. No
tiene sentido dejar un sistema para terminar repitiendo el mismo esquema en
otro.
Cuando nuestra consciencia entra en la
unión del esperma de nuestro padre y el óvulo de nuestra madre, nuestro cuerpo no
es más que una sustancia acuosa, como un yogur rojizo y muy caliente.
Lo
del your rogizo y muy caliente simplemente me pareció muy gracioso y grotesco,
pero la premisa del Geshe Keksag Gyatso es que los occidentales necesitamos
ejemplos así para entender. Toda la descripción del proceso evolutivo desde el
feto hasta el bebé es realmente ridícula. Después de describir el nacimiento
como sacar a alguien de entre un par de piedras, la descripción de la vida de un bebé prosigue:
Cuando alguien nos toma en sus brazos,
aunque lo haga con ternura, sentimos como si sus manos nos rasgaran la piel y
hasta las ropas más delicadas nos resultan abrasivas.
Lo siguiente son descripciones
bastante macabras e innecesariamente
largas de la enfermedad, la vejez y la muerte que exageran las penurias
naturales de la vida con una prosa tan ridícula como la descripción del
nacimiento que considero no hace falta enunciar. Diez páginas de prosa triste y
dramática que rematan en el encabezado titulado, otras formas de sufrimiento. Termina
advirtiendo que la única manera de salvarse de todo ello en esta y futuras
vidas es seguir esta doctrina:
En conclusión, tras haber realizado esta
contemplación, debemos pensar:
Negar los sufrimientos de las vidas futuras no me aporta
ningún beneficio; y cuando caigan sobre mí, será demasiado tarde para
protegerme. Por lo tanto, he de protegerme ahora que dispongo de una vida
humana que me brinda la oportunidad de liberarme de manera permanente de los
sufrimientos de mis incontables vidas futuras. No esforzarme en lograrlo y
permitir que mi vida carezca de sentido, sería el mayor engaño y la peor
necedad. Ahora debo poner esfuerzo en liberarme de manera permanente de los
sufrimientos de mis incontables vidas futuras.
Meditamos en esta determinación de manera
continua hasta que generemos el deseo espontáneo de liberarnos de manera permanente
de los sufrimientos de nuestras incontables vidas futuras. Esta es la verdadera
realización de la renuncia. En el momento en que alcanzamos esta realización
entramos en el camino que nos conduce a la liberación. En este contexto, liberación se refiere a la paz mental permanente y suprema conocida como nirvana, que nos proporciona felicidad pura e imperecedera.
Actuar
correctamente pensando en prevenir dolor futuro, y más aún en vidas futuras, no
es actuar correctamente, es actuar por miedo. El paralelo a la amenaza del
infierno cristiano con el que viene programado el buscador occidental. El
budismo es un sistema de creencia que hace énfasis en el presente y no en el
pasado ni en el futuro.
Los siete beneficios restantes de meditar
en el amor afectivo y en el amor que desea la felicidad de los demás son que en
el futuro: 2) recibiremos mucho amor y afecto por parte de otros seres humanos
y no humanos; 3) los seres humanos y no humanos nos protegerán de diferentes
maneras; 4) seremos felices
en todo momento; 5) disfrutaremos
siempre de buena salud; 6) las
armas, venenos u otros factores dañinos no podrán perjudicarnos; 7) obtendremos todo lo que necesitemos sin
esfuerzo, y 8) renaceremos en el
cielo supremo de la tierra pura de Buda.
De
nuevo una emulación de la idea teísta de que si se sigue esta doctrina la
persona será protegida por una fuerza sobrenatural y obtendremos beneficios
mundanos. En especial “las armas, venenos u otros factores dañinos no podrán perjudicarnos”
y “obtendremos todo lo que necesitemos sin esfuerzo” son promesas infantiles y absurdas
que buscan vender magia a través de religión.
Hace tiempo había un practicante de Lamrim
que se llamaba Kharak Gomchen y estaba gravemente afectado por la lepra. El
tratamiento que le ofrecían los médicos no surtía efecto y cada año empeoraba.
Al final, sus médicos le dijeron que no podían hacer nada para curarle.
Creyendo que iba a morir pronto, Gomchen abandonó su hogar
y se fue a un cementerio para prepararse para morir. Mientras estuvo en el
cementerio se concentró día y noche en practicar las meditaciones de tomar y
dar con intensa compasión por todos los seres sintientes. Con esta práctica se
curó por completo y regresó a su casa con buena salud y una mente feliz. Hay muchos
otros ejemplos similares.
Las
curas milagrosas son uno de los principales anzuelos para las personas
desesperadas o poco instruidas. Buda desalentaba dichas afirmaciones ya que de
hecho contradicen los fundamentos de las Cuatro Nobles Verdades. Se han
registrado casos en los cuales fanáticos religiosos se nieguen a acceder a
tratamiento médico profesional basándose en afirmaciones como éstas.
La meditación de tomar es el camino rápido
a la iluminación y su función es similar a la práctica del tantra. Se dice que
las realizaciones tántricas pueden
lograrse simplemente gracias a la creencia correcta y la imaginación. Esta práctica
es muy simple, solo tenemos que familiarizarnos en profundidad con la
meditación en la creencia correcta y la imaginación tal y como se presenta en
el tantra, esforzándonos de manera continua.
Esto
es satisfacción garantizada e instantánea, los dos pilares del
marketing de ventas del capitalismo. Si se le
dice a un americano promedio, “te va a costar trabajo y va a tomar su tiempo,”
como realmente es la práctica del Dhamma, lo más seguro es que de media vuelta y se
retire.
Aquellos que poseen una experiencia
directa de la vacuidad no sienten dolor aunque los golpeen o reciban un
disparo. Puesto que comprenden que la naturaleza verdadera de su cuerpo es como
el espacio, si alguien los golpea o dispara, es como si lo hicieran al espacio.
Además, las circunstancias externas, ya sean favorables o desfavorables, no los
alteran porque comprenden que son como el hechizo de un mago y no existen fuera
de la mente.
Esta
mal interpretación de la vacuidad es peligrosa porque, de nuevo, se asemeja a
poderes sobrehumanos para encantar al adoctrinado. En el budismo no se afirma
que sus técnicas lleven a “no sentir dolor”.
Lo que enseña el budismo es que sus técnicas llevan a poder controlar la
mente en situaciones de dolor ya que como claramente se explica en las Cuatro
Nobles Verdades, el dolor es inevitable, impermanente y puede ser superado,
pero la extinción del dolor como atributo sobrehumano no está dentro del
budismo.
Durante los descansos de la meditación
debemos ser como un actor. Cuando un actor interpreta el papel de un rey, se viste,
habla y actúa como un rey, pero sabe en todo momento que, en realidad, no lo
es. Del mismo modo, hemos de vivir y actuar en el mundo convencional, pero
recordando siempre que tanto nosotros mismos como las personas que nos rodean y nuestro entorno que normalmente
percibimos no existen en absoluto.
Otra no solo equivocada sino
absurda malinterpretación de la vacuidad. Los absolutos sugieren seguridad y
certeza, cualidades que suelen buscar los buscadores espirituales.
…debemos
creer firmemente que nuestro Guía Espiritual es una emanación de Buda y generar
y mantener fe en él o ella. Atisha también dijo: «Hasta que realicéis la verdad última,
la escucha es indispensable; por lo tanto, escuchad las instrucciones de vuestro
Guía Espiritual».
Estás palabras atribuidas a Atisha
pueden ser bastante peligrosas ya que fuera de contexto son una orden directa
de sumisión incondicional, la base del sectarismo y el fanatismo. El Buda mismo
ha dicho que no creamos en lo que dice solo porque él lo dice sino que
verifiquemos las enseñanzas y luego creamos en ellas. Estas afirmaciones que
inducen a la fe ciega son la base de los peligros sectarios y no son base para
la práctica budista. En el budismo no se “cree” nada porque sí. Debe haber un
proceso de comprobación antes de aceptar maestros y doctrinas, y aun así, no
mantener confianza ciega en ellos, cosa que de hecho es lo que desea encontrar
el practicante occidental. Certezas absolutas.
Segundo libro.
El segundo libro se centra más en
el Tantra y sus especificaciones teóricas. Este tantra, sus explicaciones y
teorías, son muy similares a las concepciones más eclécticas que surgen de la mezcla entre corrientes de pensamiento de la india, metafísicas y otros. Inicia
explicando que el tantra fue predicado por Buda y malinterpretado. Soy ajeno al
tema porque no lo estudio. Dejo un fragmento de una de las explicaciones que
seguramente una persona entendida en ello sabrá comprender.
En el cuerpo hay dos clases de gotas:
blancas y rojas. Las gotas blancas son la esencia pura del fluido seminal
blanco o semen; y las rojas, la esencia pura de la sangre, y ambas pueden ser
burdas o sutiles. Es fácil reconocer las gotas burdas, pero no tanto las sutiles. La sede
principal de la gota blanca, también conocida como bodhichita blanca, es el chakra de la coronilla, y es en
este lugar donde se origina el fluido seminal blanco. La sede principal de la
gota roja o bodhichita roja es el
chakra del ombligo, y es en este lugar donde se origina la sangre. La gota roja
en el ombligo también es la fuente del calor del cuerpo y la base de las realizaciones del fuego interno o tummo. Cuando las gotas se derriten en los canales y fluyen por
ellos producen una experiencia de gozo.
Luego habla de tipos de aire, tipos
de meditación, la gota indestructible,
etc.
Aparte de los Budas, solo aquellos que se
adiestran en las prácticas del tantra del yoga supremo pueden experimentar este
gozo dotado de las dos cualidades. Ni siquiera muchos elevados Bodhisatvas que
habitan en tierras puras pueden disfrutar de él porque, aunque poseen
altas realizaciones, sus cuerpos carecen de las condiciones físicas necesarias
para generarlo. ¿Cuáles son estas condiciones? Los tres elementos que recibimos
de la madre –carne, piel y sangre– y los tres que obtenemos del padre –hueso,
médula y esperma–. Estos seis elementos son esenciales para
generar este gozo, que constituye el camino rápido hacia la Budeidad. Buda mostró
a los seres humanos las enseñanzas tántricas porque disponemos de estas
condiciones. Por lo tanto, desde este punto de vista somos más afortunados que
muchos elevados Bodhisatvas que habitan en tierras puras y
están rodeados de inmensos disfrutes. Se dice que estos Bodhisatvas rezan para
renacer en el reino humano donde poder encontrar un maestro vajra cualificado y
practicar el camino rápido hacia la iluminación.
Como
ya he mencionado, no sigo tradiciones tibetanas y no creo en el lamaísmo por lo
cual estas teorías no me son necesarias ni relacionadas con el budismo. Me
parecen más bien mezclas de cosas llamativas. En realidad no encuentro nada de
esto en las enseñanzas fundamentales del budismo pero obviamente hablo desde mi
ignorancia. Cada tradición debe tener sus propios anexos culturales a los
cuales acredita como doctrinas originales dadas por el propio Buda. Esta
discusión se da entre las distintas doctrinas.
Seguidamente hay adiestramientos de
las prácticas explicadas y otros. Se extiende mucho en una deidad llamada
Heruka y mandalas con profundos signos místicos.
Tercer libro
El tercer libro son una serie de
oraciones, prácticas e instrucciones para las vidas diarias basadas en los
conceptos tántricos y las deidades
explicadas en el libro anterior.
Conclusión.
Lo que el Geshe Keksag Gyatso hace
aquí con el objetivo de adoctrinar discípulos occidentales es mantener el mismo
marco de funcionamiento del sistema judeo cristiano reemplazando el infierno
por el sufrimiento de la vida presente y las vidas futuras presentándolas como
sufrimientos terribles más allá de lo natural, y reemplazando al mesías por sus
propias enseñanzas y organización como medio único dentro del budismo para salvarse
de dichos sufrimientos.
Una vez más ratifico que estos
apuntes son parte de mí indagación, experiencia y criterio personal, producto de mis estudios e
investigaciones y que en ningún momento presento como argumentos sino como
opiniones personales con el único objetivo de que los lectores hagan a su vez
este mismo ejercicio de investigación y razonamiento y tomen sus propias
conclusiones cualquiera que estas sean. Con este extenso y seguramente cansino
apunte dejo todo lo referente en cuanto al tema de la Nueva Tradición Kadampa.
Keksag Gyatso
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