lunes, 28 de octubre de 2019

Recomendaciones para practicantes solitarios. Faltarle el respeto al budismo.


El problema con el budismo es que no le pertenece a la gente. A las personas les da miedo apropiarse del budismo porque lo ven como algo sumamente sagrado que requiere condiciones especiales para poder ser practicado. Nos está pasando lo mismo que les pasó a los cristianos con su doctrina. Se nos está vendiendo la idea de que la única manera de acceder al budismo es por medio de otra persona o de una institución. De alguien calificado. De un humano superior a mí que pueda guiarme porque yo solo, no solamente jamás podría encontrar el camino correcto, sino que también lo haría mal. Ensuciaría el budismo. Lo convertiría en algo indigno. Así que mejor lo dejo ahí como una tacita de cristal que no toco porque me da miedo ensuciarla o romperla.

En algunas escuelas es fundamental contar con un maestro porque la pertenencia a la Sangha debe ser heredada. Debe venir de una cadena tradicional. Esto no es ley. Es una condición de algunas escuelas budistas, sobretodo de las Vajrayana, pero no significa que sea la única vía. De ser así, el budismo jamás hubiese podido salir de oriente.

Esta es la idea que se nos vende en los medios y más que todo en los foros de redes sociales. Como ya hemos comentado anteriormente, los foros de internet son una enorme galería de egos. Un concurso permanente de doctores del Dharma sobre quién sabe más, quien opina más, y quién demuestra mayor sabiduría dándole una importancia a sus palabras que nadie más le ha dado y de manera gratuita. Esto es muy común.

Frecuentemente, alguien nuevo entra a un grupo de budismo y escribe una pregunta, por ejemplo: ¿Qué debo hacer para poner un altar en mi casa? De inmediato acuden personas a corregir la pregunta en lugar de contestarla. “Los altares no son necesarios para la práctica. El altar es solo un agregado vacío de las tradiciones. El verdadero budismo no necesita imágenes. Deberías enfocarte más en la meditación y la práctica que en el ritualismo. De forma indirecta le están diciendo a quien pregunta: Eres un pobre tonto que no sabe lo que hace y se enfoca en estupideces…”.

No les interesa responder a la duda. Ni siquiera les importa el por qué la persona está haciendo la pregunta. Si para una investigación, para ayudar a otra persona, para complementar una práctica ya realizada debidamente o por simple curiosidad. Lo único que ven son preguntas equivocadas que no concuerdan con su visión de la práctica y sienten el irresistible impulso de andar corrigiendo en lugar de ayudar.

La gran enfermedad de este tipo de personas, es que nadie les está pidiendo su opinión. A nadie le importa lo que saben o no saben. Pero como nadie les está pidiendo que enseñen, no pueden dejar de meter su opinión donde alguien está pidiendo información. Cosas simples y superficiales. Qué Buda debería comprar, cómo hacer un altar, como se usa un Mala… Preguntas simples que buscan información trivial son contestadas con extensos periódicos sobre cómo es que la persona que preguntó ha hecho una pregunta incorrecta y debería ver el budismo del mismo modo que lo ve el sabio que le contesta.

Cuando alguien busca una opinión, generalmente inicia su pregunta con la frase “qué opinan de…” Entonces las largas discusiones filosóficas sobre supuestos hipotéticos que no tienen ningún uso útil en la realidad tienen lugar entre eruditos de google.

El punto es que esta actitud de sabio de teclado espanta a mucha gente que idealiza al budismo como algo inalcanzable cuando en realidad no es así. La sabiduría del Buda es algo sagrado, sublime y perfecto. Pero el camino hacia la iluminación, nuestro camino hacia esa sabiduría y nuestra práctica primaria no lo es. Nuestro camino en principio debe ser torpe, sucio y lleno de errores. Debe ser, como es obvio, un camino de principiantes.

Lo que debemos tener claro y no olvidar jamás es que, en nuestro camino hacia la Iluminación, nosotros NO NECESITAMOS INTERMEDIARIOS. El mismo Buda dejó esto en claro cuando le preguntaron quién sería su sucesor luego de su partida. La respuesta fue simple. Las Enseñanzas. No necesitamos nada más y mucho menos a nadie más.

Para nosotros, no es esencial ni imprescindible el tener a una persona que nos haga puente entre el Dharma, el Buda y nosotros. Debemos acceder al budismo sin miedo. Debemos irrespetar el budismo. Investigarlo y estudiarlo como algo serio, como un pasatiempo, como un deporte, como una profesión, como un arte, como si fuera ocio. Debemos entrar en él sin miedo y practicarlo sin miedo a hacerlo mal porque precisamente ese es el objetivo. Practicarlo mal para aprender a practicarlo bien posteriormente. Como un aprendiz de artesano. Y eso lo podemos hacer solos. No necesitamos a nadie más. Tenemos al mismo Buda que es el máximo Maestro. Y a propósito de esto hay algo importante que debes saber.

No desesperes por refugiarte en un maestro. Si por años has anhelado tener un maestro y por algún milagro llega uno a tu ciudad, no creas que por el hecho de que ese es el único monje a tu alcance ese es el maestro que el universo te ha enviado para guiarte. No seas determinista ni supersticioso. Evalúalo. Antes que nada, asegúrate de que en verdad es un budista. Debes hacerlo a la luz de las Enseñanzas que vienen anticipadas para detectar falsos maestros que ya existían desde los tiempos del Buda. No te guíes por tus carencias afectivas ni por tu necesidad de figura paterna o materna. Incluso si la persona sí es un verdadero monje budista y puedes aprovechar sus enseñanzas en tu práctica, eso no significa que debas convertirte en su discípulo. No todo maestro es óptimo para todo estudiante. Debe haber una afinidad, una armonía entre ambos o al menos un criterio común en cuanto a la práctica. Y a veces simplemente no lo hay. Puedes servirte de la sabiduría de muchos maestros sin necesariamente ser discípulo de ninguno. Esta es una enseñanza de varios maestros importantes. Uno de ellos, el gran Maestro Shen Yeng, decía que los maestros son como los bastones. Uno debe probar uno y otro hasta dar con el adecuado para uno mismo. Si das con un maestro con el cual sientes total afinidad, eres bastante afortunado y tu camino será más cómodo. Si no es así, refúgiate en el mismo Buda, Maestro de maestros, y tu camino será seguro.

Cuando practicas por tu cuenta, el budismo se convierte en un proyecto autodidacta. Tienes una estructura clara y sólida sobre la cual trabajar. Nos referimos a la base de la doctrina enseñada en los Sutras (Cuantro Nobles Verdades y Noble Óctuple Sendero). Debes entrar a los Sutras antes de entrar a una comunidad, antes de hacer preguntas, antes de querer ser budista. No puedes ser budista si no conoces la doctrina y los Sutras. Si no tienes esta base, alguien más llenará ese vacío con basura elocuente y mágica.

Haz del budismo tu proyecto personal a largo plazo. Imagina que los Sutras son tu materia prima y crea tu propio esquema de trabajo. No los trates como si fueran el santo grial. Mientras no los entiendas, no son más que un texto académico. Mientras más los entiendas y menos explicaciones necesites para comprenderlos, entonces más sagrados se volverán para ti. No al revés como usualmente pensamos. Que la sacralidad de una enseñanza es directamente proporcional a la ignorancia que tengamos sobre ella. Es precisamente lo contrario. Entre más conocemos las Enseñanzas y más las practiquemos, entonces es cuando verdaderamente empiezan a ser sagradas para nosotros. Entra en las Enseñanzas a tu modo. A tu manera.

A modo de experiencia puedo decir que empecé buscando bibliografía. Mi ventaja es que siempre me han gustado más las bibliotecas que el internet. Las bibliotecas te ahorran muchísimo tiempo de búsqueda en internet debido a que después de consultar con los libros, te sientas frente al computador sabiendo con mucha más exactitud qué es lo que tienes que buscar, y de esta manera te ahorras una cantidad de tiempo y de errores e información falsa e incorrecta con la que tendrías que lidiar si entras a internet a buscar desde cero. La investigación de los libros te hace saltarte un montón de información confusa que te retrasa el estudio.

Después de hacer una investigación básica en biblioteca e internet, empecé a hacer mi propia biblioteca en físico y virtual sobre budismo. Esto incluye principalmente Sutras y charlas dictadas por maestros y en segundo lugar libros escritos por budistas laicos.

Ya teniendo esta información, procedo a organizarla. La organizo teniendo en cuenta el material que voy a usar frecuentemente durante todo el estudio como por ejemplo el Dhammapada o el Sutra de la Enseñanza, y luego organizo el material que por ser más denso, extenso o especializado, voy a trabajar posteriormente.

Teniendo la información organizada, me dispongo a usarla para convertirla en práctica. Tengo todo un apartado dedicado solamente a la meditación y otro dedicado únicamente a la práctica en sociedad, dícese los cinco preceptos, el Noble Sendero y otros. Y voy asignando prácticas específicas para convertirlas en hábitos. Por ejemplo, meditación todos los días en la mañana.

Llevo el registro de las actividades y me evalúo periódicamente si estoy cumpliendo mis objetivos. Hago un cronograma para verificar el progreso y programar metas a corto y largo plazo.De esta manera voy armando un sistema. Hago uso de un calendario u organizador en el cual anoto las fechas de festividades importantes en el budismo (si tienes una tradición específica investiga sus festividades para tenerlas en cuenta), y la planeación de actividades budistas a realizar.

Un punto importante es que NO me pongo objetivos definidos rígidamente. Por ejemplo, si apenas estoy iniciando la meditación, no me pongo como obligación que el primer mes tengo que meditar temprano en la mañana todos los treinta días sin falta. Si fallo esta meta, me voy a decepcionar y esto puede hacer que se afecte la motivación. Al iniciar la meditación temprano en la mañana, por fuerza debes obligar a tu cuerpo a adoptar un horario de sueño saludable, y esto puede tomar algo de tiempo.

Puedes ser creativo. Por ejemplo yo he creado un devocional pequeño en el cual pongo Sutras importantes, imágenes, mantras, y varias cosas de uso diario y práctico que llevo a todas partes junto con el Mala. Tengo una libreta o cuaderno de apuntes designado únicamente para el estudio budista de textos y charlas, igual que en la escuela o la universidad. Llevo el material de estudio como si asistiera a una universidad budista y tengo un horario definido de estudio que puede variar según mis necesidades.

Voy registrando mi progreso con el tiempo y llevando cuenta de las áreas en las cuales tengo falencias. Por ejemplo, me estoy pasando con la comida y estoy aumentando de peso. Las Enseñanzas dicen que uno debe ser mesurado con la ingesta de comida. Así que he tomado medidas para mejorar mis hábitos alimenticios desde las recomendaciones de las prácticas budistas, lo cual ha sido muy beneficioso para mi salud. Otra área es el ejercicio físico el cual me ha costado más que la comida.

Algo que hay que tener en cuenta es que uno no debe volverse esclavo de sus propias metas. Yo no hago mucho énfasis en la planeación de metas a futuro y me enfoco más en el cambio gradual en el presente. Me esfuerzo en cambiar hábitos sin tomar en cuenta límites de fecha o marcas específicas. Por ejemplo, jamás tengo en cuenta la cifra exacta de mi peso, ni el número de kilómetros que corro, o el peso que levanto en el ejercicio, o cualquier otra métrica para medir mi rendimiento en éstas áreas. En lugar de eso simplemente evalúo la mejora en mi calidad de vida sin tener en cuenta ningún número. El único registro que tomo en cuenta es la constancia. El principal objetivo es no detenerse y no interrumpir. Los números no son tan importantes más que todo porque te pueden obsesionar. Por eso no soy amigo de las metas definidas con límite de tiempo. A mi parecer pueden ser contraproducentes, pero esa es una opinión muy personal. Para mucha gente sí son útiles y ese es precisamente el objetivo. Que construyas tu esquema de práctica basándote en tus necesidades personales, tus gustos, tu sistema de organización y tu creatividad.

Al budismo se le tiene un respeto que es perjudicial para la práctica, y hay que perdérselo. Se le ve como a una casa ajena en la que se debe tener cuidado donde se pisa. Éstas sencillas recomendaciones son para que se pierda el miedo a practicar el Dharma de lleno y se irrespete la casa para que la hagas totalmente tuya. Haz del budismo tu casa. Entra como quieras y quítate los zapatos. Usa los muebles, la cocina, las habitaciones a tu antojo. El Dharma es tu casa. No necesitas un casero o arrendador al cual le tengas que rendir cuentas o pedirle permiso. Incluso si tienes un maestro, este no es el dueño de tu casa, no tiene que ver con tu práctica personal y no se hará responsable de cómo lleves tus cuestiones espirituales. Pregúntale a un maestro y te dirá que así es. En tu casa, tú no tienes miedo de usar las cosas, de entrar a las habitaciones, de gastar los recursos o de hacer uso de tus utensilios. Son tuyos. Haz del budismo algo tuyo y tu práctica se hará real. Hay que sacar el budismo de la teoría y empezar a ejecutarlo en la práctica de la vida diaria de forma natural.

Además de ser algo provechoso y de enfocarte correctamente en tu camino espiritual, crear tu propio esquema de práctica budista es muy divertido. Es como cuando estrenas útiles escolares en tu regreso al colegio. Organizarte, darle un sentido y una estructura a tu práctica, es un hobby y una responsabilidad al mismo tiempo. La disciplina no tiene por qué ser algo aburrido y en ningún momento puede ser interpretada como castigo. Si asocias disciplina con castigo debes reevaluar tu práctica porque algo estás haciendo mal.

En mi caso, los elementos fundamentales para mi práctica diaria son mi cuaderno o libreta de estudios budistas, el devocional que llevo a todas partes, el espacio de meditación y la biblioteca en virtual y físico de Sutras y libros. Agregado a esto estoy haciendo una colección de películas budistas, continuos cambios en el altar, y exploro algunas formas de arte budista. Las personas que son muy creativas se pueden divertir mucho con este enfoque autodidacta.

Aunque ya se comentado muchas veces en el blog hay algo que reitero constantemente sobre todo para las personas nuevas en el Dharma. Los foros de redes sociales NO SIRVEN PARA APRENDER BUDISMO. No busques respuestas en los foros de internet. Te van a dar mil respuestas contradictorias. Esas personas pasan más tiempo en el computador que en la práctica real y por lo general su intención es ser admirados. Ve a fuentes confiables. Libros y Sanghas establecidas.  Estar solo es difícil pero el Buda dice que entre andar el camino solo y seguir acompañado de un necio, lo mejor es caminar solo. Además, entre más fuerte sea tu práctica personal, más posibilidades tienes de encontrar un compañero en la práctica. De todas maneras, el que estés solo o acompañado no debe tener una importancia mayor en tu práctica. A fin de cuentas, la práctica es personal.

Esta propuesta es una página en blanco para vivir el Dharma de una manera libre, pero con disciplina y creatividad. La necesidad de compañía en la práctica es un problema, eso no lo podemos negar, pero la práctica solitaria, si se hace bien y constantemente, trae mucha satisfacción y genera independencia mental y emocional. Puedes practicar solo e incluso si tu práctica es constante y se hace fuerte, puede que ayudes a otros a conocer el Dharma y practiquen contigo.

La propuesta es entonces a irrespetar el budismo, a apropiarse de él. A quitarle el misticismo y la sacralidad superficial y ensuciarse las manos en la vida real practicando estas Enseñanzas que son perfectas. Sólo hay una manera de comprobar si lo que enseñó el Buda funciona o no, y esa es comprobándolo por experiencia propia. Haz del budismo tu casa y tendrás el refugio más sólido y perfecto.









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2 comentarios:

  1. Un buen artículo y claro para todas las personas que quieran aprender del budismo. En algunas frases tienes razón en lo que dices. Y es fundamental que se sepa para aquellos que intentan querer saber más que el que pregunta. Siempre hay que dar una explicación antes de contestar a preguntas, para que entienda y se pueda comprender por parte del laico. Gracias.

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  2. Gracias por leer y por tu comentario. Un saludo.

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