Hacer
un altar en casa puede ser una buena opción cuando uno ha decidido iniciarse en
la práctica de lleno, no hay templos ni monjes en su ciudad. Es conveniente tener algo de práctica en la doctrina para no errar el significado del altar. Cuando se ha
adquirido alguna disciplina y un hábito de práctica, por lo general la
consecuencia es que la necesidad de un altar se hace importante.
¿Cómo se interpreta y usa el altar
dentro de la práctica budista laica?
Totalmente
diferente de lo que es en la práctica cristiana. En el budismo, el altar no
posee ningún poder mágico. Tampoco tiene atributos divinos. Esto es porque la
imagen de Buda no cumple una función de adoración divina, sino de práctica
mental. En primera instancia, la recordación en la imagen de Buda cumple una
función de agradecimiento profundo y personal al Maestro. Los rituales que
conlleva el altar no son exigencias obligatorias de adoración, son prácticas de
entrenamiento mentales y físicas que ayudan al enfoque de la mente. Generan,
mantienen y refuerzan la disciplina. Esto es correlacional al nivel de práctica
que tenga la persona. No todo el mundo requiera levantar un altar en casa.
Aunque
no tiene que ser así siempre, un altar representa una relación muy fuerte con
una tradición budista específica. A los budistas laicos de países no budistas,
que no tiene acceso a monjes ni a templos, con acceso limitado a Suttas y
libros y sin Sangha, les es bastante útil el hacer un altar en casa. Las
tradiciones son útiles en cuanto a que ofrecen varias opciones para diversos
estilos de vida y diferentes personas, y son pautas que facilitan la práctica
según la cultura del practicante. Una tradición ayuda a ordenar y enfocar el
estilo de vida budista, conectarse con otros practicantes y es un excelente inicio
para levantar un altar en casa y darle uso debidamente.
No
es necesario ser seguidor o adepto a una tradición, escuela o maestro budista
en específico para ser budista como ya se comentó en el artículo sobre Práctica
sin un maestro, por lo tanto se puede levantar un altar sin pertenecer a tradición alguna.
Sin embargo hay que tener presente que un altar sin práctica no es más que un
adorno estéril. Una ortopedia ornamental.
Un
altar es en realidad un gimnasio mental. Un lugar en el que fortalece la mente
y se eliminan los pensamientos contaminantes. En el altar se medita, se estudia
el Dharma, se realiza la toma de refugio, se hace viva la unión con la Sangha y
se hacen prácticas intensivas en los días sagrados o cuando se tiene la
oportunidad de estar solo en casa.
Es
de gran ayuda investigar mantras y oraciones que entrenen la mente recitándolas
en el altar. Hay formas sencillas de hacer postraciones tal cual se hace en los
templos. Todo esto, los mantras, las oraciones, las postraciones, son
ejercicios de enfoque mental y disciplina. La figura del Buda es usada para que
a medida que pasa el tiempo se vaya haciendo más fuerte y más concisa en lo
profundo del inconsciente, de manera que cuando se recuerde el Dharma a través de
la imagen, la mente no se entorpezca con palabras y conceptos, sino que todo
ello venga con el significado de la imagen sin necesidad de un esfuerzo
intelectual. Es un entrenamiento del subconsciente desde el estado consciente.
La
influencia del altar impacta la totalidad del entorno. Lo ideal sería tener una
habitación o estancia únicamente dedicada para el altar, pero no siempre se
tiene esta posibilidad. A menudo no hay más opción que hacer el altar en la
propia habitación.
Elementos necesarios para un altar
budista.
Una
imagen de Buda: Investiga el significado de las distintas imágenes de Buda que
hay. Muchas tradiciones tienen una imagen de Buda específica. Sin embargo, si
estás iniciando, no prestes mucha atención a estos detalles. En principio lo
importante es el significado que tiene el Buda y la meditación para quien
practica. Consigue la imagen de Buda que más te guste y que te sea accesible. A la
hora de la práctica, toda imagen de Buda es útil.
La
imagen de Buda se ha hecho popular como imagen decorativa en occidente. Ese uso
no le es dado en la práctica espiritual. Las imágenes de Buda no se usan para decorar la casa. Por lo general, en el hogar de un practicante
budista solo hay una sola estatua o estatuilla de Buda y es la que ocupa lugar
en el altar. Se suelen tener otras estatuas de repuesto en caso de que se
estropee la del altar. Aunque para nosotros los occidentales, los cuadros y las pinturas del Buda son formas de arte budista, en muchos países de oriente la imagen de Buda exige el mismo respeto sin importar la presentación que tenga. Queda a tu consideración usar estas formas de arte budista o no.
Es
importante señalar que suele confundirse a Buda con Bu-Dai Hotei. Un monje budista
chino que vivió entre los siglos IX y X. Éste monje, también asociado al nombre
de Maitreya, tenía un carisma y un contacto tan afectivo con las personas que
al morir se le honró como un hombre santo y se reprodujo su imagen hasta
convertirse en uno de los siete dioses chinos de la buena suerte. Se le
reconoce por su su túnica abierta y desarreglada, su contextura abundante en la
que sobresale su enorme barriga y una amigable y amplia sonrisa. Se dice que a
causa del parecido de su nombre con el título del iluminado (Buda y Bu-Dai), en occidente se
le empezó a asociar equivocadamente con el Buda histórico. Error que se comete
continuamente en las tiendas de artículos espirituales. A la hora de conseguir
tu estatua, asegúrese de que ésta sea una imagen de Buda y no la del célebre
monje chino.
Budai Hotei
Ubicación: Al
principio se puede usar una mesa de noche mientras se define el lugar en el
cual quedará el altar. Lo ideal es que sea en un lugar alto por razones de
respeto y reverencia, a la usanza de los templos. Y también para que esté fuera
del alcance de los niños pequeños y las mascotas ya que en los altares suele haber fuego,
elementos de vidrio y metal o cualquier otro material que puede romperse y
cortar o ser ingerido por los bebés.
Si
no se tiene una estancia o habitación aparte en la que se pueda cerrar la
puerta, lo ideal es un estante de pared amplio y ubicado a buena distancia del
piso. Si esto no es posible, una mesa amplia ubicada en un lugar estratégico y
despejado de la habitación, donde el practicante tenga espacio para sentarse en
frente, es lo más adecuado.
No
es recomendable que el altar esté cerca del baño o de la cocina por razones de
respeto.
Agua: Mantener
un recipiente, cuenco o vaso con agua que se debe cambiar diariamente todas las
mañanas. El agua del altar no debe desperdiciarse y debe echarse en una planta
o darse a cualquier otro uso útil después de ser usada en el altar. El agua
representa la claridad de la mente de Buda, por lo cual es bueno mantenerla en
un recipiente de cristal, sin embargo esto es opcional.
Flores: Las
flores simbolizan el concepto de impermanencia enseñado por el Buda. Deben
estar presentes en el altar como ofrenda y deben ser siempre flores reales, vivas, que
se marchiten. No flores artificiales, falsas o muertas.
Velas: Se
puede usar una vela frente al Buda o también tres velas que representan las
tres joyas. Se recomienda que las velas estén sobre una superficie no
inflamable como metal. Y nunca se debe dejar el fuego encendido si no hay nadie
en la habitación o en la casa. La mayoría de los incendios caseros sucede a
causa de altares con velas encendidas que se dejan solos. Las velas pueden ser de cualquier tamaño y
forma. Una buena opción son las velas aromáticas. En hogares donde hay niños
pequeños, las velas eléctricas que simulan una pequeña llama también son una
buena elección.
Ofrenda:
La ofrenda no siempre es imprescindible pero también puede hacer parte del
altar. Por lo general se hace con una fruta fresca. Algunas tradiciones usan
pequeños puñados de arroz u otro grano.
Estupa: La estupa es un tipo de
edificación sagrada en la cual se guardan las reliquias históricas de Buda.
Entre las más importantes están la estupa del diente de Buda en Beijin y la
estupa de Swayambhunath en Nepal. La estupa representa el cuerpo, la palabra y
la mente despierta del Buda. Hay diferentes tamaños y diseños de estupas para
el altar.
Si no consigues una estupa o las que encuentras son
demasiado caras, también es buena idea hacer una pequeña estupa con piedras de
río o de cualquier clase al estilo zen. El objetivo de la estupa es honrar la presencia del
Buda. No necesita ser algo ostentoso.
Incienso: Generalmente se usa un porta
incienso para varitas de incienso que normalmente puede ser un cuenco con arena
limpia en donde se clavan las varitas. También puede ser un incensario normal o
un pebetero en el cual se queman esencias aromáticas. Estas dos opciones, o las
dos, son ideales para la conformación de un altar.
El mala: El mala o japa mala es el rosario budista. Procede de la tradición hinduista. Consiste en un rosario de 108 cuentas y una piedra gurú, más grande que las demás, al final de la cual hay una borla. El mala viene en una gran variedad de estilos, tamaños y colores. También hay versiones más cortas para la muñeca.
A pesar de ser tan llamativo y estético, el mala no
es un elemento ornamental ni una prenda de joyería o bisutería. Es un elemento
de oración y de práctica. Se usa para la recitación de mantras y la realización
de ejercicios meditativos. Hay toda una industria de joyería budista que
incluye los malas. Los hay de distintos materiales y tamaños. Algunos muy
ostentosos y otros de materiales económicos. Si eres hábil con las manos y te
gustan las artesanías también puedes hacer tu propio mala. Esto le dará aún más
significado cuando lo utilices. Un mala hecho por su mismo dueño tiene mucho
más significado y carga mental que un mala comprado hecho de piedras preciosas.
El Dharma: El Dharma siempre debe ir en el altar budista. El Dharma son las enseñanzas de Buda. Un libro, un Sutra, incluso un Sutra impreso, cualquier escrito de las enseñanzas de Buda tiene su espacio en el altar. Hay que tener cuidado de mantenerlo lejos de las velas para evitar accidentes, y del agua para que se estropee. El Dharma del altar debe ser leído regularmente.
Cada
escuela o tradición tiene su propia forma de hacer su altar. Si has escogido
una tradición, investiga qué características debe tener tu altar. Algunas
tradiciones como las tibetanas son muy elaboradas. Usan siete u ocho cuencos
para distinto uso cada uno, frutas, flores, velas, otras imágenes de Budas o
buditsavas, mandalas, fotos de maestros, etc. Tienen un protocolo y orden para
ello. Otras tradiciones son más sencillas y no requieren tanta especificación.
Sin embargo esto no debe ser demasiado importante. Si practicas una tradición
tibetana y simplemente no te es posible conseguir todas las cosas que se
acostumbran, no hay problema, solo usa lo que tienes a tu alcance. Lo
importante es hacer del espacio un lugar de práctica.
Hace
casi mil años, un gran maestro budista llamad Honen hizo la siguiente
recomendación, "Cuando sigas la vía del Buda, no lo hagas para
impresionar a los demás. No hagas de ello un negocio. Practica el budismo como
un ladrón: ni siquiera tu esposa o tus hijos deben saber nada de ello".
El
altar no es un elemento decorativo para mostrar y crear orgullo. Es un refugio
para la práctica y el estudio del Dharma. Un espacio de meditación e intimidad.
Hay que recordar esto debido a que la primera vez que un practicante termina su
altar, la emoción por el resultado conseguido le puede hacer perder el objetivo
del mismo.
El
altar debe estar siempre limpio. Se le debe hacer aseo constantemente
impidiendo que se llene de polvo o que las ofrendas se descompongan y queden
ahí mucho tiempo. El altar, más que un lugar físico, es un elemento que ayuda a
entrenar la disciplina, la concentración y la práctica.
En
los templos budistas siempre hay un altar con la imagen de Buda. Este
espacio genera identificación y cohesión entre los miembros de la Sangha. Los
monjes y los laicos. Mantiene fresca la motivación para practicar el Dharma y
ofrece la oportunidad a los que no conocen nada de las enseñanzas de Buda de
que sientan curiosidad al respecto y pregunten. Seguramente los monjes no
necesitan de la imagen, aunque también la usan. Ellos ya están en un nivel de
práctica que no necesita tales apoyos. Pero los laicos estamos muy lejos de
ello, más aun cuando apenas estamos empezando.
El
objetivo de poner un altar es llegar a un punto en el que ya no se necesite.
Llegar a un nivel de práctica en el cual el Buda, el Dharma y la Sangha estén
tan vivos y tan activos en nuestra mente y nuestra persona que podamos hacer en
cualquier lugar lo mismo que hacíamos en el altar, es decir, de poder dominar
nuestra mente con total control en cualquier lugar y situación. Esa es la meta
a la que queremos llegar.
El altar debe ser hecho acorde a tus necesidades y a tus gustos. En realidad no necesitas todos los elementos nombrados aquí. Si quieres y puedes conseguirlos está bien. Pero si no deseas cargarte de elementos materiales puede que sea hasta mejor. Con la sola imagen del Buda basta para que levantes altar en tu casa y realices tu práctica. Incluso, si ni siquiera tienes una imagen aunque sea impresa del Buda, la imagen del Maestro en tu propia mente bastará para cumplir el mismo propósito del altar. Recuerda que el altar es solo una ayuda material, no un rincón de fetichismo. La práctica y el estudio siempre deben estar por encima de nuestras posesiones materiales.
Ahora que tienes una idea de cómo levantar altar en tu hogar, diviértete. Usa tu creatividad, disfruta de decorarlo, cuidarlo y usarlo. Es una manifestación física de tu devoción al Buda. Y una muestra honesta y genuina de nuestra identidad religiosa, de la cual también debemos estar orgullosos.
Muchas gracias por tus publicaciones David. Se agradece mucho tu ayuda,especialmente yo que me estoy iniciando me sirven de gran ayuda tus articulos. Gracias!
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarHola! Puedo poner una foto de Sai Baba en mi altar budista?
ResponderBorrarHola. Honestamente Sai Baba no tiene algo en común o algo que ver con el budismo. SU doctrina surge del hinduísmo. Aparte de eso su conducta como gurú tiene algunos puntos oscuros que valdría la pena analizar antes de tomarlo como guía. Eso es solo una recomendación. Pero en cuanto a la práctica budista Sai Baba no tiene nada que ver. Saludos.
BorrarMe has aclarado muchas cosas. Gracias
ResponderBorrarCon todo gusto. Gracias por leer.
Borrar¿Las flores se cambian diario? O sea, retirarlas por la noche y poner una nueva por la mañana ¿O hasta que ya se está marchitando se cambia? He visto que en los altares tibetanos suelen poner 7 u 8 cuencos y en el de las flores pueden poner una flor artificial flotando sobre el agua(loto) y todos los cuencos se deben vaciar por la noche... Agradezco su respuesta. 🙏🏻
ResponderBorrarLas flores se dejan hasta que se marchiten. Son recordatorio de la impermanencia y tienen como objetivo que se contemple el proceso de cambio de manera natural. Según tengo entendido, todas las flores en el altar deben ser naturales. No he visto que se pongan lotos artificiales sobre el agua o en ningún lugar del altar. En cuanto al agua, yo la cambio todos los días. En las mañanas la vierto sobre plantas o un jardín. Yo limpio el altar todos los días. Pero mi altar es pequeño. El de los tibetanos es mucho más grande y elaborado. Tiene unas características y usos más específicos. No se si se limpia todos los días o si se cambian los siete cuencos todos los días. Debes averiguar con un grupo de budismo tibetano para esos detalles.
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