lunes, 15 de junio de 2020

Escuelas y tradiciones budistas ¿Cuál escoger?




Una pregunta frecuente que surge cuando ya se ha tomado la decisión de practicar budismo de forma definitiva es cómo elegir una tradición budista dentro de la cual desarrollar la práctica. A continuación, veremos un muy breve repaso general por las principales tradiciones y escuelas budistas y comentaremos algunos puntos útiles para escoger una tradición de práctica.

El budismo en general se compone de tres grandes tradiciones. La Theravada, la Mahayana y la Vajrayana.

La Theravada es la tradición temprana. La más antigua. Se le conoce como la tradición de los ancianos sabios o la tradición del bosque y se le considera la rama ortodoxa del budismo. Hace énfasis en la disciplina monacal y se basa en las palabras del Buda histórico compiladas en el Canon Pali del cual provienen todas las tradiciones budistas del mundo. Se practica en el Sudeste de Asia en países como Tailandia, Camboya, Laos, Birmania, Sri Lanka y otros. Su crecimiento en occidente no es tan veloz como el de las otras tradiciones, pero es continuo.

La Mahayana es la tradición tardía. Surgió aproximadamente quinientos años después del Buda. Es una forma de budismo más amplia y adaptada a diversas culturas. Hace más énfasis en la vida laica y en el ideal de compasión budista. De ella surgen las tradiciones budistas más conocidas y populares como la Chan, la Zen, la tibetana, etc. Las tradiciones Mahayanas se fundamentan en Sutras o escritos sagrados instituidos por Maestros iluminados que fijan las bases de la tradición y su forma de transmisión. Es muy diversa. Se asienta en la mayoría de los países de Asia. Países como China, Corea y Japón han desarrollado sus propias escuelas de tradición Mahayana.

El Vajrayana es budismo tántrico. Contiene las escuelas de budismo tibetano y es la forma de budismo más reciente. Surge de la unión del budismo indio y la religión nativa del Tíbet llamada Bon, una religión chamánica y animista sobre la cual se estableció la doctrina budista incluyendo elementos del yoga de las religiones védicas de India. El Vajrayana se considera a sí mismo una rama independiente del Mahayana, pero a grandes rasgos y en términos históricos surge del Mahayana y se puede considerar otra forma de ésta. El Vajrayana o budismo tibetano se compone de cuatro escuelas que son la Sakia, la Nyingma, la Kagyu y la Gelug. Ésta última es la escuela del Dalai Lama. Contiene gran cantidad de elementos culturales y es muy atractivo para los practicantes occidentales de Europa y Estados Unidos.

Estas son las tres grandes ramas del budismo de las cuales proceden todas las escuelas budistas del mundo. Como occidentales podemos escoger cualquiera de ellas como medio de práctica. Cuando se estudia la gran variedad de formas de práctica en el mundo budista uno se puede abrumar, pero esto no tiene que ser un problema o impedimento en la práctica. Es decir que podemos ir practicando budismo con disciplina y seriedad incluso antes de elegir una tradición budista. Las tradiciones son formas, caminos diferentes que llevan todos a la misma meta. La iluminación. Mientras tanto podemos evaluar y probar distintas tradiciones hasta que encontremos un lugar en el cual nos sintamos en casa.

Nuestra primera opción para adoptar una tradición de práctica suele ser la del templo que encontremos en nuestra ciudad. Sin embargo, el criterio para practicar una tradición debe ser siempre la afinidad personal que tengamos con ésta y la concordancia que encontremos entre nuestras características y condiciones, y la estructura doctrinal de la escuela. Es decir que podamos encajar lo más natural posible en ella. Sin forzarnos demasiado pero tampoco esperando que todo sea tal cual como lo deseamos y que todo se amolde a nuestras necesidades y caprichos. Una verdadera tradición budista siempre exige trabajo y disciplina.

Si encuentras un templo en tu ciudad evalúalo según tu criterio personal al tiempo que vas investigando otras tradiciones.

Hay que tener en cuenta que una cosa es un templo budista perteneciente a una tradición y otra el monje que lo dirige. Los monjes tienen su personalidad, su criterio propio y su carácter. Muchas veces se confunden las cualidades personales de un monje con el carácter y las características de la tradición. No se debe confundir una cosa con la otra. No se debe juzgar toda una tradición por la experiencia personal que se tiene con un monje. A veces no tenemos afinidad o mucha empatía con un monje y terminamos generalizando y diciendo que toda la tradición X no es muy conveniente. Primero se investiga la tradición y después se conoce al monje. No al revés.

Al igual que en el cristianismo no puedes juzgar a toda la iglesia católica por la personalidad de un cura, no debes juzgar una tradición budista por un monje. Siempre se considera una tradición por su historia, su doctrina y sus prácticas. No por un monje que la represente. Esto debe tenerse en cuenta debido a la gran importancia social que la figura del maestro tiene en nuestra religión.
Esto es importante cuando estamos en el proceso de escoger una tradición.

Lo bueno de poder conversar en persona con un monje cuando se hace esta búsqueda, es que podemos tener información de primera mano de la tradición que maneja. En principio un monje es como un guía que nos muestra la tradición. Es bueno llegar con la duda ante el monje y decirle puntualmente que queremos conocer su tradición e investigarla porque estamos buscando una tradición budista para desarrollar nuestra práctica. Entonces el monje podrá darnos la información que necesitamos. Nos ahorrará mucho tiempo.

Podemos practicar una tradición en un templo mientras evaluamos si es la nuestra, o más bien lo que hacemos es evaluarnos a nosotros mismos para averiguar si somos la persona adecuada para pertenecer a esa comunidad. De todas maneras llegará un momento en el que tendremos suficiente conocimiento, experiencia y autoanálisis para saber si continuamos o no en esa tradición.

Eso cuando tenemos la fortuna de encontrar un templo en nuestra ciudad. Cuando no es así la tarea es la misma. Debemos investigar y estudiar (ambas cosas) las tradiciones budistas desde las grandes ramas hasta sus escuelas particulares. Esta es una tarea muy interesante si te apasiona el mundo budista. Miremos algunas claves para orientarnos mejor en este gran universo.

Si eres del tipo más autodidacta, independiente, estudioso y reflexivo, es posible que te pueda interesar el Theravada. Esta escuela gira en torno al Buda histórico y contiene todo el material doctrinal referente al Gran Maestro. En ella hay grandes maestros, pero no tiene intermediarios en el sentido en el que los maestros suelen ser personas que se enfocaron profundamente en las palabras del Buda y en su práctica. Por eso el gran énfasis en la disciplina monacal y el no darle estatus de sagrado a los escritos que los monjes hacen, ya que la máxima sacralidad se encuentra en el Canon Pali que recopila las palabras del Buda. El hecho de que esta tradición haga énfasis en la vida monacal no quiere decir que no preste atención al laico y a sus necesidades. Al contrario, en esta tradición, como en todas, el monje dedica su vida a la práctica en función de que le sea útil al laico. Es una alianza inseparable. La disciplina monacal también se puede aplicar a la vida laica aunque no en toda su extensión ya que el laico tiene responsabilidades que el monje no tiene, y a la inversa. Pero el sentido de la práctica es el mismo. Por eso esta escuela puede ser atrayente para personas con tendencia a fortalecerse desde el interior hacia el exterior. Siempre con el objetivo de servir a los demás.

El Theravada suele ser interpretado como la tradición de la práctica más independiente. Los grandes monjes de esta tradición suelen internarse en el bosque durante extensos periodos de tiempo en total aislamiento para estudiar y practicar las Enseñanzas del Buda siguiendo su mismo ejemplo. Por eso se le llama tradición del bosque o de los ancianos sabios. Tiene mucho material y se aplica a todas las áreas de la vida común.

El factor que no favorece mucho al Theravada es que aún hay muy pocos templos en occidente y las comunidades no son frecuentes en comparación con las otras ramas. Además de que hay organizaciones que se promocionan con su nombre pero que no siguen los lineamientos de su doctrina. Por ejemplo, sabemos de una escuela autodenominada Vipassana, haciendo referencia a una forma de meditación enseñada por el Buda. Este grupo promocionado como Meditacion Vipassana exagera bastante en el mal sentido el título de “ortodoxo”, haciéndolo ver como sinónimo de difícil o rígido, llevando la práctica en ese sentido a niveles simplemente absurdos con un tono cinematográfico. Pasar una semana entera sin decir una sola palabra, adoptar una dieta totalmente vegetariana de un día para otro sin preparación (lo cual es peligroso para la salud), venerar al monje casi como si fuera el mismo Buda, en fin. El tipo de tonterías que el occidental promedio esperaría encontrar.

Curiosamente hacen un énfasis exagerado en el vegetarianismo, lo cual es absurdo debido a que de las tres grandes ramas, la única que no contempla el vegetarianismo como parte de su doctrina es el Theravada debido a que el mismo Buda trató ese tema con su Sangha y lo descartó como parte de la práctica del Dhamma, tanto para los monjes como para los laicos. Para conocer más sobre este tema busca el artículo “Veganismo y vegetarianismo en el budismo” que podrás encontrar en este blog.

El Mahayana es la rama más abierta y multicultural del budismo. Se enfoca más en las necesidades del laico y se adapta bien a todo entorno cultural. Como ya comentamos, las escuelas Mahayanas son las más populares y conocidas. La Zen, el Chan y demás. Por lo que conseguir material y contactos con éstas no es muy complicado. Si te interesa una forma de budismo más sobria y con mayor énfasis en la práctica de la meditación, tal vez te venga bien una escuela Zen. El Zen es poco cargado de elementos culturales, más centrado en la práctica meditativa aplicada a todas las áreas de la vida, tiene su jerarquía, es muy minimalista y bastante práctica lo cual le viene muy bien a las personas de ciudad. Una buena escuela Zen es el budismo comprometido del Maestro Thich Nhat Hanh. Sus libros son un material excelente para el practicante occidental. Y sus grupos se están haciendo más frecuentes en nuestros países.

Si tienes más afinidad con el aspecto espiritual de la vida, te gustan las doctrinas más elaboradas con relación a lo supernatural y disfrutas del arte y el folklore, seguramente te sentirás cómodo en una comunidad de budismo tibetano. El budismo tibetano es el más atractivo para los occidentales por su rica carga cultural y su extensa cosmología espiritual. Tiene un completo sistema de explicaciones a los fenómenos espirituales y naturales. Sus elementos tántricos provenientes de las religiones védicas le dan una riqueza extra y otros elementos espirituales interesantes.

Estas escuelas tienen un gran sentido de comunidad. Debido a su historia y circunstancias actuales tiene gran divulgación y aceptación a nivel mundial. Están bien estructuradas y estéticamente son muy llamativas.

Los contras a estas escuelas son dos. Primero, su facilidad para mezclarse con cualquier teoría espiritual en lo que puede resultar una mezcla amorfa y fácilmente comercializable. Al budismo tibetano lo mezclan con cualquier cosa (igual que la palabra Zen) para vender algo nuevo y llamativo. Ya tenemos una tradición capitalista de oráculos y adivinadores que usan la tradición tibetana para leer tarot, hacer cartas astrales y demás. Vale decir que los adivinos son una tradición muy arraigada en el Tíbet, pero la occidentalización de esta tradición no tiene que ver con ello.

Otro problema con el budismo tibetano es el lamaísmo. La creencia en los lamas y los peligros de su autoridad. Muchos maestros budistas de escuelas tibetanas, incluyendo a SS Tenzin Giatso, antiguo Dalai Lama, han advertido sobre el peligro de tomar como maestro a cualquiera que se presente con un título de Lama y enseñe con esta autoridad. La venta de títulos y dinastías budistas, no solo en las tradiciones tibetanas sino en todas, es una realidad. Actualmente cualquiera con dinero y posición puede literalmente comprar un título monacal legítimo y hacer lo que quiera con esa autoridad. Por lo tanto, hay que tener cuidado.

Para saber más sobre éste problema lee el artículo “Peligros dentro del budismo 5: Michael Roach. Lamaísmo y epílogo” que encontrarás en éste blog. Busca toda la sección de peligros dentro del budismo que te servirá para evitar falsas doctrinas como la nueva tradición Kadampa, la Soka Gakai, los falsos gurús y demás peligros y doctrinas pseudobudistas que encontrarás en tu búsqueda de una tradición budista para tu práctica.

Para poder escoger bien tu tradición budista, antes debes hacer un estudio de ti mismo. Debes tener claro qué tipo de budista eres y qué forma de budismo te gustaría practicar. Debes autoanalizarte y ver si eres muy sociable. O si eres del tipo que aprecias más tu espacio y tu intimidad. Si te gusta mucho la expresión artística o si le das más importancia a los significados sobre las formas. También si eres deísta, es decir si crees en deidades o en algún dios, por lo cual deberías considerar las escuelas tibetanas u otras Mahayanas que son las que más espacio dan a éstas creencias. Debes tener claro el grado de disciplina que puedes manejar, el cual siempre debe estar enfocado a aumentar y jamás a estancarse. El budismo NO es una zona de confort. Es una zona de trabajo y desarrollo continuo.

Otra recomendación es tener en cuenta que el budismo debe retarte, desafiarte y hacerte cambiar cosas a las que estás muy apegado como la falta de actividad o la falta de disciplina en algún área personal. Busca lo que necesitas, no lo que te gusta. Lo que te hace falta, no lo que se acomoda a tus conveniencias.

Debes enfocarte en realizar una tarea de investigación y estudio. Debes adoptar una mentalidad de estudiante. Estudiar la historia de las tradiciones es muy importante y te dará muchas luces de por qué tal tradición tiene tales características.

Una gran pregunta más exacta sería, una vez que he escogido una tradición budista para practicar o para probar, ¿cómo puedo practicarla solo? La práctica solitaria es muchas veces una situación inevitable para muchos occidentales. Al momento de escoger tu tradición ten en cuenta que debes tener la capacidad de practicarla de manera solitaria, independientemente de que tengas o no una comunidad para congregarte. Tu práctica no debe depender de tu comunidad. La práctica siempre debe depender de tu conocimiento de las Enseñanzas y de la disciplina que desarrolles, y de los hábitos que adoptes. Si no tienes la suerte de encontrar un templo en tu ciudad, ten presente el no caer en dependencia de internet, de un maestro virtual o de una página. El fundamento de la motivación del practicante debe ser interno, aunque la adquisición de la información sea externa. Es más difícil, de eso no hay duda, pero es esencial para evitar ser engañados por estafadores o engañarnos a nosotros mismos.  

Es frecuente que una persona, al practicar sola, no puede tener medida de su progreso y tampoco un observador externo que le brinde objetividad. La persona empieza a creer que lo está haciendo muy bien o más que bien. Y puede caer en la ilusión de que sabe mucho más o practica mucho mejor de lo que en realidad practica. Cuando a una persona le llaman “maestro” en una red social, y ésta de verdad recibe tal título siendo un laico, podemos ver que el exceso de interacción en redes sociales le ha hecho creer que merece tal título. Algo que obviamente no solo está lejos de su alcance, sino que va en la dirección contraria de serlo, pues va por el camino del ego. No hay maestros laicos. Y menos en redes sociales.

Establecer una rutina diaria basada en la tradición que quieres practicar es una buena opción para empezar. Asesórate con practicantes con experiencia y monjes. Lleva un diario de tu práctica en el que registres tus actividades, tus avances, errores, opiniones, dudas y pensamientos personales. Esto te ayudará mucho en el autoanálisis de tu práctica y en la elección segura de tu tradición. Además, es muy divertido y terapéutico. Hazte preguntas continuamente e investiga. Y pase lo que pase disfruta tu búsqueda.

A mucha gente no le gusta esta idea, pero creo que está bien estar orgulloso de ser budista. Obviamente no en el sentido mundano y banal de vanagloriarse frente a otras religiones o promocionar el budismo como la cura de todos los males. Simplemente ser budista todo el tiempo y practicar el Dhamma en todo lo que hagas. Si de verdad practicas a conciencia el budismo en todas las áreas de tu vida, la gente lo va a notar, y ese es el orgullo del que hablo. La gente pregunta y tu explicas que has encontrado algo bueno, algo útil y algo verdadero que puede servirle a todo el mundo, y que no te avergüenzas en compartirlo con quien te lo pida. Con humildad y sencillez. Tal vez así puedas encontrar a otra persona que pueda practicar contigo y de ahí puedas empezar a conformar tu propio grupo budista, lo cual sería un beneficio enorme ya que siempre es mejor estar con otros que practicar solo.  

Es importante que tengas en cuenta tus circunstancias. Tu trabajo, el lugar en el que vives, la cantidad de tiempo que le puedes dedicar a tu práctica, tu familia o si planeas tener familia. Incluso tus convicciones políticas, tu economía, lo que consumes y la forma en que usualmente celebras las festividades. Ser parte de una tradición budista debe abarcar cada aspecto de tu vida.

Una advertencia. Ser budista y practicar dentro de una tradición no significa que nos vamos a volver orientales o que vamos a imitar los modos de vida orientales. Eso suele pasar y es una forma vacía y fanática de interpretar el budismo. No es necesario que dejemos de celebrar navidad, los carnavales de nuestra ciudad o las celebraciones comunes que festejan nuestros pueblos. El modo en el que vivimos nuestra práctica budista en nuestra cultura es simplemente teniéndola en cuenta en esos momentos.

Por ejemplo, la navidad. Soy el único budista en mi familia y todos los diciembres celebro la navidad con ellos. Pongo el árbol, adorno la casa. Incluso ayudo en la construcción del pesebre, una particular tradición católica que consiste en hacer una pequeña maqueta del nacimiento de Belén. Yo participo de las celebraciones de mi cultura, de las tradiciones de mi sociedad y de su historia a pesar de que no tengo ninguno de los aspectos religiosos que incluyen dichas celebraciones. En esos momentos celebro la unión con mi pueblo, pero también incluyo mi creencia en ello. Adorno mi altar según la celebración. Hago comida especial con dedicación al Buda. Los adornos de mi habitación también son budistas, y así voy haciendo algo así como una nueva forma de expresión cultural y religiosa en la que hago presente mi tradición budista dentro de las celebraciones de mi cultura.

Cuando estoy solo y no en plan familiar, mi forma de celebrar se hace casi totalmente budista. Aún pongo el árbol de navidad, no creo que eso deje de hacerlo. Pero no hago pesebres, no escucho villancicos, no participo en eventos religiosos ya que no estoy con familiares o amigos que las realicen, y en pocas palabras no hago nada que tenga que ver con la fe cristiana. En lugar de eso me preparo una cena budista, realizo algunas ceremonias breves inspiradas en la tradición que sigo pero al modo occidental, es decir de forma más sencilla y menos apegada a los detalles, y todo el que llega a mi casa o habitación sabe que se encuentra en un espacio budista. Eso es algo bonito de tomarse el budismo en serio y hacer de la cultura budista tu propia cultura personal.    

Un dicho budista en cuanto al Dharma de Buda dice: Las tazas de té pueden variar, pero el té es el mismo. Las tradiciones no son un objetivo final, son un medio para llegar al verdadero objetivo. No debemos hacernos fanáticos de nuestra doctrina porque todas las doctrinas budistas obedecen a las mismas Enseñanzas del Gran Maestro, y todas nos llevan a la iluminación. Ten esto en cuenta en tu búsqueda. Disfruta tu búsqueda y tu práctica.

Esfuérzate y que tengas muchas bendiciones.

4 comentarios:

  1. Hola, me gusto mucho tu blog... comenze a leer cuando vi el articulo "peligros dentro del budismo".
    Yo estoy en Peru, y casi entro al budismo camino del diamate, pero me dio cierta desconfianza; y luego no he encontrado otro sitio; asi que quisiera saber donde podria aprender budismo Theravada por internet. Conoces alguna pagina o canal de youtube? por que encuentro muchas paginas que parece que solo quieren lucrar con el budismo

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    1. Hola. Muchas gracias por leer el blog. Desafortunadamente la escuela que menos material activo tiene en español es la Theravada. Te recomiendo que visites la página de bosquetheravada.org. Ahí podrás encontrar una buena cantidad de Suttas traducidos al español y mucha información valiosa. En youtube te recomiendo buscar discursos del monje Ajhan Brahm. Es un monje Theravada occidental de Australia. Es muy bueno. Solo tiene unos pocos discursos con traducción al español pero son muy buenos. Esos son los mejores referentes en cuanto al Theravada que he podido encontrar en internet. Sin embargo, si quieres una comunidad con una mayor actividad continua en las redes, te recomiendo el canal de youtube del centro budista de ciudad de México, de la orden triratna. No es una comunidad Theravada pero es de las mejores organizaciones occidentales ya que es de las más neutrales en cuanto a tradiciones y no se fundamenta en un país oriental en especial. Abarcan Enseñanzas de todas las escuelas y su material 100% budista y confiable. Ahora están realizando charlas en directo semanales y son muy recomendables. No me las pierdo. Esas son las fuentes más recomendables hasta ahora. Espero que te sean útiles. Si tienes alguna otra duda escríbeme al blog, a la página o al correo. Bendiciones.

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  2. no tiene que entrar por nda del mundo en la soka gakkai eso es un verdadero peligro

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