Vamos a hablar del vegetarianismo en el budismo y lo haremos de la forma más sencilla posible para que el practicante principiante vaya al punto y entienda en qué consiste esta discusión en nuestra comunidad. Hay dos posiciones en cuanto al vegetarianismo como práctica budista y a continuación vamos a explicar cuáles son y cómo se forman.
Básicamente
y a muy grandes rasgos, en el budismo hay dos grandes ramas de las cuales
descienden todas las demás escuelas budistas. La tradición antigua y la
tradición tardía. Ambas están vivas y vigentes en la actualidad.
La
tradición antigua llamada Theravada, es la tradición budista más larga y con
mayor trayectoria. Se suele decir que es la tradición más ortodoxa y
conservadora de todas las tradiciones budistas.
La
tradición tardía o Mahayana, inicia después del gran concilio realizado alrededor de quinientos años después de la muerte del Buda. Y su objetivo fue hacer que las
Enseñanzas fueran más accesibles a los practicantes laicos, ya que la tradición
antigua hacía un énfasis demasiado marcado en la vida monacal. Así, el budismo
pudo hacerse más diverso y dinámico, y pudo llegar con más facilidad a naciones
más alejadas como China y Japón creando tradiciones nuevas en cada país, las
cuales son las escuelas más populares y conocidas actualmente, como son las
tibetanas, la zen, la chan, y otras.
La
diferencia entre las tradiciones por la cuestión del vegetarianismo obedece a
razones históricas. Como es conocido, los monjes budistas no deben tener un
trabajo laico ni un contacto directo con el dinero. El modo de sustento de los
monjes son las ofrendas de los laicos. En la antigüedad, el Buda les ordenó a
sus monjes que recibieran con gratitud todas las ofrendas de los laicos, sin
importar que contuvieran. Esto debido a que la comida que ofrecen los laicos es
una parte de la comida que preparan y consumen ellos mismos, así que sería una
gran falta de respeto rechazarle una ofrenda a una familia que saca una porción
de la comida de sus hijos, sus abuelos y padres, para ofrecerla a los monjes,
solo por razones de preferencias alimenticias. La mayoría de los laicos siempre
han consumido carnes, así que esto dejaba el tema fuera de discusión.
A
diferencia del Theravada, el Mahayana sí le atribuyó un valor agregado al
vegetarianismo y empezó a darle una importancia ideológica y doctrinal hasta
convertirlo en una práctica bastante recomendada. Esto ocurrió porque a
diferencia de la época primaria del Theravada, cuando nació el Mahayana el budismo
ya tenía órdenes establecidas, bien estructuradas y compenetradas con la
población laica. Por lo tanto, los monjes empezaban tener un poco más de
opciones para su sustento en los templos, tales como cultivar su propia comida.
Por obvias razones, una comunidad de monjes budistas no podía criar animales para
consumirlos como sí lo hacían los laicos, debido a los votos que hacen. Por la
misma razón por la cual no tienen esposas. No porque sea malo en sí, sino porque
ellos realizan estos votos con el objetivo de mantener toda su vida consagrada
al estudio, comprensión y práctica de las Enseñanzas en función de guiar a los
laicos. Así que la agricultura empezó a ser una gran opción en los templos para
no depender tanto de las donaciones de los laicos. Es aquí cuando el
vegetarianismo empieza a tener una importancia de peso en el budismo Mahayana.
Con
el tiempo, algunos hábitos cotidianos de los monjes Mahayana empezaron a ser imitados
por los laicos por ser considerados ejemplos de virtud y acciones meritorias.
Es entonces cuando el vegetarianismo empieza a tener importancia en la práctica
budista del laico.
En
el Theravada, el vegetarianismo no es un tema importante en la práctica. La
dieta no tiene ninguna importancia ideológica y tomar o no esta opción, no
significa un cambio trascendental desde el punto de vista espiritual.
Por
otro lado, en las escuelas Mahayana, el tema del vegetarianismo sí adquiere una
importancia ideológica y es esta tradición la que abre el debate sobre la
dieta.
Para
muchos practicantes Mahayana, el vegetarianismo es un acto de compasión con los
animales y un complemento del voto de no matar y proteger la vida. Para ellos,
el cambio de dieta posee un valor ético y moral. Muchos monjes del Mahayana
promocionan esta dieta con este mismo punto de vista de forma muy activa.
Sin
embargo, para la mayoría de los practicantes Theravada, más apegados a las
Enseñanzas del Buda histórico, la dieta sigue sin tener una importancia
doctrinal. Sigue siendo simplemente una opción de complemento de la práctica,
pero sin mayor significado. Y no representa obstáculo alguno en la realización
de la práctica budista ni para la realización del Nirvana.
Actualmente,
la discusión y confrontación de argumentos en torno a la dieta en el budismo es
una discusión entre grupos budistas occidentales. La doctrina budista todavía
es bastante nueva en nuestra sociedad, y los fundamentos de teoría y práctica
aún están en camino de establecerse como tradición. Aunque en oriente la
preferencia vegetariana es popular entre los monjes, no lo es así entre los
laicos. Y como los fundamentos teóricos y prácticos del budismo ya están
presentes en su cultura y tradiciones locales, no hay una discusión sobre ello.
Solo es una recomendación. A final de cuentas, se le deja al practicante
decidir si es o no vegetariano sin presión alguna. Los orientales tienen
mejores cosas que hacer que discutir sobre ello.
Últimamente,
la discusión sobre el vegetarianismo en el budismo ha tomado fuerza en los
grupos budistas occidentales. Más que todo en las redes sociales. Y las
posturas a favor se han hecho más reiterativas. Incluso mezclándose con
movimientos ideológicos externos al budismo como el vegetarianismo común, el
veganismo y el antiespecismo.
Algunos
grupos han impulsado una campaña que dice que el vegetarianismo debe ser
obligatorio en el budismo y que los textos canónicos que dicen que el Buda comía
carne están errados o son falsos. Entonces ha iniciado una confrontación de
opiniones que ha radicalizado a algunos practicantes.
Como
ya comentamos, el budismo Theravada se ha considerado como el budismo más
ortodoxo y conservador. Mientras que el budismo Mahayana propone ser más
liberal, menos apegado a las estructuras monacales, y más accesible a la gente
del común. Paradójicamente, los budistas Theravadas, son los que no se dan mala
vida con el tema. Mientras que los Mahayanas occidentales son los más insistentes,
y algunas veces radicales con el vegetarianismo y sus campañas. Algunos grupos
exigen que sus miembros sean vegetarianos de forma obligatoria, directa o
indirectamente.
La
razón por la cual somos constantemente bombardeados con la idea de que ser
budista exige ser vegetariano es, en primer lugar, porque la mayoría de las
escuelas budistas occidentales provienen de tradiciones Mahayana. Mientras que
el Theravada tiene una presencia mucho más baja en proporción al budismo
tardío. Y en segundo lugar porque para el Theravada, el tema de la dieta ya
está resuelto debido a que según la tradición, el Buda le puso punto final al tema
hace ya mucho tiempo.
Según
la tradición Theravada, al Buda se le planteó esta opción para que la
estableciera como un voto obligatorio de los monjes. El Buda, tras enseñar la
senda del camino medio, se alejó de todas las prácticas ascéticas extremas como
los largos períodos de hambre, las mortificaciones corporales o las privaciones
físicas que ponían en riesgo la integridad de las personas. La persona que le
estaba proponiendo hacer el vegetarianismo obligatorio, no solo proponía un
cambio de dieta, sino también una serie de conductas ascéticas practicadas en
doctrinas anteriores que buscaban purificar el cuerpo y la mente a través de
las privaciones. Desafortunadamente, la verdadera intención de esta persona era
reemplazar al Buda, no procurar un bien a la Sangha. Por lo tanto, su objetivo
era crear división. Y el Buda lo sabía.
Efectivamente,
la discusión sobre estas formas de práctica y de dieta generó confrontación y
división en la orden. Entonces el Buda tomó cartas en el asunto. Rechazó las formas
extremas de práctica. Estableció que el vegetarianismo únicamente sería
opcional, y dio por finalizado el asunto. Por eso, en cuanto a lo que el
Theravada respecta, el tema del vegetarianismo ya está resuelto.
El
Mahayana clásico es igual en cuanto a que la adopción de la dieta es una decisión personal. La diferencia con el Theravada es que para la tradición antigua, los laicos no
acostumbraban ser vegetarianos. Difícilmente tenían esa opción. Y vivir
exclusivamente de vegetales en ese contexto y condiciones era básicamente un
lujo. Y ya que los laicos no eran vegetarianos, por consecuencia los monjes
tampoco lo eran.
Para
la época del Mahayana, la opción era más factible y los monjes empezaban a
tener más independencia.
En
resumen, como dijo el Buda, todo el mundo estaba siguiendo la instrucción según
Él la había dado. Lo que pasa es que en el Theravada el vegetarianismo es una
opción muy poco popular, mientras que en el Mahayana es una opción bastante más
popular. Eso es todo.
La
diferencia que tenemos ahora es que algunos subgrupos del Mahayana occidental desean
que se considere más a fondo esta opción, contemplándola como un fundamento
doctrinal de la práctica. Cosa que no hace el Theravada. Incluso, tampoco lo
hace gran parte del Mahayana en sí. Pero los nuevos grupos del Mahayana
occidental insisten en que todo se trata de un mal entendido y que en realidad,
el Buda sí era vegetariano y sí le ordenó el vegetarianismo a todo el mundo.
Monjes y laicos.
Para
ello, han presentado nuevas interpretaciones de la doctrina. Estas nuevas
interpretaciones consisten en supuestas correcciones de traducciones mal hechas
de textos canónicos y no canónicos, nuevos sutras que describen la práctica
vegetariana ordenada por el mismo Buda, y argumentos doctrinales que apoyan la
causa. Todo ello, impulsado por las nuevas campañas de redes sociales de grupos
vegetarianos y veganos, de ideología animalista y antiespecista, que poseen una
conciencia de la defensa animal definida dentro de una plataforma ideológica y
de forma militante. Hay monjes y monjas que promocionan, ya no el
vegetarianismo dentro del budismo, sino un budismo vegetarianista. El budismo
será vegetariano, o no será, como diría uno de los jóvenes entusiastas de esta
corriente.
Las
campañas pro vegetarianismo budista tienen varias escalas. Desde los que
promueven la dieta indirectamente hasta tenerla como condición para la
pertenencia a un grupo, hasta los que la exigen de forma inmediata y frontal en
la vida laica como otro precepto budista más. Y consideran como una falta ética
y moral grave, o de alguna forma un “pecado”, el alimentarse de cualquier tipo
de proteína animal mientras se practica budismo. Éstas campañas son impulsadas
por grupos emergentes en las redes sociales. E incluyen películas, documentales,
libros, grupos políticos, movimientos juveniles, pero más que todo, comunidades
virtuales.
Lo
único particularmente notable, es que estos grupos a veces manifiestan algún
tipo de agresividad e incluso violencia hacia las personas que comen carne.
Pero afortunadamente, estos casos son muy remotos y casuales. Más aun dentro de
la comunidad budista. Y no representan cercanamente la totalidad del
pensamiento budista vegetariano que en la mayoría de los casos es tolerante,
maduro y coherente.
Aun
así, no es extraño encontrar discusiones salidas de tono en algún foro de
Facebook. La gente suele ponerse sensible con el tema y algunas personas toman
como una misión personal, la idea de que deben convencer a todos los budistas
de que deben ser vegetarianos.
De
nuevo, el Buda tenía toda la razón. Según el Buda, el tema del vegetarianismo
en la práctica budista suele dividir a la Sangha. Por eso no debe discutirse
como si fuera una cuestión fundamental de la doctrina, y debe dejarse elegir
libremente al practicante.
Este
es, en modo muy resumido, la forma en cómo se plantea el debate sobre el
vegetarianismo en el budismo.
En
otro artículo de este blog se analizan de forma mucho más profunda, amplia y
detallada, todos los aspectos principales de este debate. Es un artículo
muchísimo más largo, denso y técnico. Y toca aspectos como los Suttas canónicos
en los cuales se discute la dieta, los aspectos científicos, éticos, morales y
doctrinales del vegetarianismo, dentro y fuera de la práctica budista. Estudios,
estadísticas, investigaciones, noticias y argumentos lógicos. Es un artículo un
poco más especializado para los que llevan algún tiempo en la práctica, conocen
un poco más la doctrina y se ubican mejor en el mundo budista. O simplemente
están más enterados o empapados del tema del vegetarianismo actual. Si quieres
profundizar mejor la naturaleza de este debate, ese artículo puede servirte de
ayuda.
Siguen
enviando tus dudas para que hablemos sobre ellas de forma sencilla y práctica.
budismopsl@gmail.com