La
mayoría de los retiros de los grupos occidentales sirven solo comida
vegetariana. El vegetarianismo es, como ya lo analizamos, una opción voluntaria
de la práctica, y no una obligación o una condición forzosa como muchos quieren
hacer ver. La pregunta en cuestión se puede interpretar de la siguiente manera.
Quiero ir a un retiro, pero solo sirven comida vegetariana y yo no soy
vegetariano ni me interesa serlo al menos por ahora. ¿Debería aceptar esta
imposición temporal de esta dieta para poder acceder al retiro o debería poder
comer según mi criterio en los retiros?
Cuando
uno va a un retiro, uno básicamente está yendo a la casa de una comunidad. Y al
aceptar ir a esta comunidad se entiende que uno va aceptando las costumbres y
las reglas de la misma. Por lo tanto, uno debe respetar las reglas de la casa
que visita. De todas maneras, un primer retiro sirve solo para averiguar si ese
es el tipo de comunidad a la que uno realmente puede pertenecer en función de
desarrollar el máximo potencial de su práctica. Uno va a ver si de verdad puede
pertenecer ahí o si simplemente va a aprovechar una experiencia enriquecedora y
no más. Y sin importar como termine siendo el retiro, uno debe ser honesto con
uno mismo.
Hay
un peligro en estos retiros. A menudo nos sentimos tan solos en la práctica que
accedemos rápidamente a adoptar costumbres con las que no nos identificamos
solo por encajar y ser parte de algo. Si uno no es vegetariano y no le interesa
serlo, pero quiere probar ir a un retiro, lo más sano es hablar directamente
con el monje o persona que dirige el retiro y preguntarle si puede llevar su
propia porción de proteína animal para comer cada día junto con la comida que
ofrece el retiro. Algunos dirán que sí, algunos dirán que no. Ya cada caso es
particular. Según la respuesta que reciba y la disposición que la persona
tenga, decidirá si va o no al retiro.
Otro
punto importante es la salud. Algunos retiros son de tres días y otros de una
semana o más. Suspender la ingesta de proteína de un día para otro por largo tiempo
genera un cambio brusco en la asimilación de alimentos y en el propio
metabolismo de la persona. Esto no es recomendable. Si se trata de una persona
sana y resistente en un retiro de tres días, podría considerarse si así se
quiere. Pero si se trata de un retiro largo no es recomendable hacer el cambio
de un día para otro. En los casos en los que las personas deciden hacerse
vegetarianas o más aún, veganas, es importante empezar a hacer el cambio
gradualmente. De manera que el cuerpo vaya soltando un tipo de nutriente y al
mismo tiempo asimilando su reemplazo sin que el choque sea demasiado fuerte.
Sin importar la velocidad con la que se haga el cambio, el cuerpo va a sentirlo
y a reaccionar de forma algo incómoda.
Si
uno va a ir a un retiro de siete días en el cual solo se va a comer
vegetariano, lo mejor es irse entrenando unos días antes disminuyendo la
cantidad de proteína animal y probando comidas similares a las que se van a
ofrecer en el retiro. Esto para los que deciden probar la dieta en un retiro.
Para
quienes simplemente no están interesados en adoptar esta dieta, o no planean
hacerlo solo para poder asistir a un retiro (este es el caso en el que la
persona encargada dice que no puedes llevar carne a su retiro), lo mejor es ser
honestos y desistir de ir. No todas las comunidades les sirven a todos los
practicantes, cosa que también analizamos en lo referente al tema de los
maestros. Y el hecho de que no haya más opción en tu ciudad no debe ser una
camisa de fuerza para obligarte a ser vegetariano solo para poder hacer parte
de un grupo. En ese caso, lo mejor es participar solamente de las actividades
abiertas que la comunidad ofrezca y buscar otras opciones más acordes a tu
práctica.
Recordemos
que el vegetarianismo NO es una obligación de la doctrina y que solo puede
hacer parte de la práctica si el practicante así lo decide con plena convicción
y libertad. Ser o no vegetariano no tiene ninguna injerencia en el camino al
Nibbana.
budismopsl@gmail.com
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