miércoles, 23 de octubre de 2024

El destino de los budistas. Maestro Sheng Yen

               
karma o predestinación 

Me gustaría decir unas palabras acerca de predecir el futuro. En realidad, me he encontrado con algunos adivinos bastante talentosos. Por desgracia, ninguno de ellos tenía especialmente buena suerte. Cualquier persona que crea que su destino está predeterminado no tendrá una vida feliz. Pero si uno cree en el Dharma y comprende que su vida no está predeterminada, efectivamente puede tener una vida muy feliz.

Los budistas no creen en la predeterminación. El Buda no cree en el destino. Cree que todas las cosas, todos los fenómenos se originan en la mente. Lo más importante es desarrollar la visión correcta de acuerdo con el Budadharma, vivir correctamente y practicar diligentemente. Por la visión correcta, medio de vida correcto, y práctica correcta podemos progresar espiritualmente. La creencia en el destino te hace dar vueltas y vueltas en círculos, pero en el Budadharma con cada nuevo día existe un nuevo comienzo.

Hoy es el cumpleaños de Buda (Vesak) y es el comienzo de una vida nueva. Como budistas, nosotros creemos que no estamos controlados por el destino; creemos que nuestro futuro depende de lo que estamos haciendo ahora. Si actuamos adecuadamente, podemos cambiar nuestro propio destino.

Hace muchos años me encontré con alguien que intentaba predecir mi futuro a través de la fecha y hora de mi nacimiento. Él predijo que yo tendría dos esposas y tres hijos. Bueno, todavía no he tenido ni una esposa, tampoco lo espero en el resto de mi vida.

Una vez, un maestro viejo en Taiwan oyó que había un hombre ciego que podía predecir el destino a través de tocar los huesos de la gente. Sus manos iban pasando a lo largo de la columna, brazos y piernas del sujeto y luego hacía una predicción. Por lo tanto, el viejo maestro decidió probarlo. El adivino ciego le dijo que tendría una vida maravillosa: muchas esposas, concubinas e hijos. El viejo maestro le pagó al adivino, y salió. Después, hizo un comentario. “Es un hombre ciego que habla con palabras ciegas.”

Puedo creer en la astrología, pero yo tengo una creencia mucho más fuerte en el Dharma. Si aceptas el Dharma, entonces tu destino no se manifestará de una manera predecible. Pero si no vives según el Dharma, entonces se puede predecir tu futuro de un modo bastante exacto. Tu destino estará fijo. Si practicas y prestas atención al Dharma, tu vida no va a ser dictada por el destino.

En la astrología se comprende que el preciso momento en que naciste determina lo que te va a pasar a lo largo de tu vida. Por consiguiente, los astrólogos orientales han utilizado cuatro condiciones para interpretar el destino de cada uno: el año, mes, día y hora de nacimiento. Así es cómo los astrólogos se ganan la vida. Los demás adivinos podrían usar los rasgos faciales, palmas, forma de cuerpo, huesos, y voz para descubrir tu destino.

Cuando nació el Buda Shakyamuni, sus padres convocaron a los más famosos astrólogos en el mundo. A ellos se les consideraba casi como deidades. Dijeron que el niño era muy especial y que cuando se hiciera mayor él podría convertirse en el rey del mundo o hacerse monje y alcanzar la Suprema Iluminación.

Si nosotros leemos las biografías de los monjes destacados, podemos ver que sus nacimientos se acompañaban con acontecimientos extraordinarios y raros. Tenían extraordinarias características personales, rasgos físicos poco comunes, u ocurrieron raros fenómenos cuando nacieron. Incluso cuando eran bebés, ya se conocía que esos hombres estaban destinados a convertirse en grandes maestros.

Entonces, aquí hay una pregunta. ¿Si dos personas nacen exactamente al mismo tiempo, tienen exactamente el mismo destino? Estoy muy seguro de que en el exacto día y minuto que nació el presidente Reagan también nacieron muchas otras personas. ¿Eso quiere decir que todas estas personas están destinadas a convertirse en presidentes?

Los sutras nos dicen que antes de que naciera el Buda Shakyamuni, muchos vinieron de los demás mundos para hacer que la gente del mundo Saha (mundo en el que habitamos) esté preparada para la llegada del Buda. Había quienes vinieron específicamente al mundo Saha después del nacimiento del Buda Shakyamuni para ser sus discípulos, así podían continuar la enseñanza. Había personas que nacieron exactamente al mismo tiempo que el Buda Shakyamuni, pero sólo él ha alcanzado la Budeidad.

¿Te has encontrado alguna vez con alguien que nació exactamente en la misma fecha y hora que tú? Si la respuesta es “sí”, te darás cuenta de que ambos de vosotros lleváis una vida completamente diferente.

Una vez me encontré con un hombre rico que nació en el año del Caballo, el mismo año que nací. Él me preguntó la estación y el lugar de mi nacimiento. Yo le dije que nací en invierno en una región fría de China. Él dijo que era lógico que yo estuviera muy pobre ahora: porque nací bajo tales condiciones estériles, no había ni una hierba para servirle de comida al pobre caballo; naturalmente, yo no prosperaba económicamente. Estoy seguro de que si yo hubiera nacido en una región templada, un astrólogo encontraría otra explicación para decir cómo yo llegué a mis circunstancias presentes.

Es verdad que en el momento del nacimiento de una persona, una gran cantidad de cosas ya ha sido determinada, nosotros tenemos un cuerpo particular como una consecuencia del karma creado en las innumerables vidas pasadas. Todo este karma converge en nosotros en el día en que nacimos. No obstante, si tenemos la oportunidad de aprender el Budadharma y lo aceptamos y practicamos, entonces se puede cambiar nuestro destino. Incluso nuestros rasgos faciales cambiarán.

Un famoso astrólogo de Taiwán tomó los Tres Refugios conmigo. Él me confiaba que ahora está en los Estados Unidos y se sentía un poco molesto trabajando como astrólogo. Comprendió que estaba practicando un Sendero Exterior, no el verdadero Dharma. Pero yo le dije que estaba bien ser un astrólogo porque hay quienes necesitan su ayuda y consejo.

Le pregunté si podía predecir su propio futuro. Me replicó que estaba teniendo problemas con eso. En el pasado él sentía que tenía una precisión del 100 por ciento. Antes de que aceptara el Dharma, estaba acostumbrado a levantarse temprano todos los días para predecir su futuro. Pero ahora él no puede ver el futuro muy claramente. Le pregunté si podía investigar mi futuro, pero él me rechazó.

Avy tiene una amiga que es extraordinariamente talentosa en leer la bola de cristal – ella puede ver las vidas pasadas. Pero cuando yo le pedí que examinara mi pasado, ella no veía nada. ¡Es una pena que yo no tenga ni siquiera una vida pasada! ¿Cuántos de vosotros queréis saber acerca de vuestras vidas pasadas? Los sutras dicen que si quieres saber respecto a tu pasado, sólo debes verte a ti mismo ahora. Mira lo que te está pasando, con qué te encuentras ahora. Eso te dice todo lo que necesitas saber acerca de tus vidas previas. Y si quieres saber lo que te espera en tus vidas futuras, simplemente mírate a ti mismo ahora. Lo que estás haciendo en el momento presente producirá tu futuro.

Cualquier persona que tengan grandes problemas en esta vida está experimentando estas dificultades como un resultado de lo que había hecho en una o varias vidas previas. Si realmente supieras qué fue lo que hiciste en el pasado para merecer lo que te está pasando ahora, quizás no te sentirías tan feliz acerca de eso. El saber eso sería complicado, desagradable, y de poco uso. Por ejemplo, si supieras que tu hijo hubiera sido tu abuelo en una vida previa, ¿Cómo lo tratarías – como un hijo o como un abuelo? Si supieras que tu esposa hubiera sido tu abuela, ¿Cómo te sentirías?

Según los sutras, en un periodo de unos cientos a mil años, normalmente tenemos íntimas relaciones con un pequeño número de las mismas personas. En cada vida sucesiva la gente en este pequeño grupo intercambia papeles. Durante un largo lapso de tiempo, el círculo de las personas con las que nos relacionamos se hace cada vez más grande. Familia, primos y amigos – continuamos estableciendo innumerables relaciones de tal manera que el noventa y nueve por ciento de las personas con las que nos encontramos en esta vida nos las encontramos debido a nuestro karma previo.

Los seres humanos son raros. Algunos nacen con buen aspecto e inteligencia substancial, pero tienen imprudencia temeraria o emociones incontrolables, y consecuentemente transforman las condiciones favorables en desastres. Para tales personas parece una cosa simple controlarse a sí mismos, y de hecho, estarían de acuerdo, pero de alguna manera son incapaces de controlar sus emociones y traen desorden y confusión a sus vidas y las vidas de la gente que les rodea. Es como una persona que está caminando hacia un río consciente que está a punto de ahogarse y aunque su mente le dice que debe volver atrás, continúa y de todas maneras se ahoga.

Debes aprender a controlarte a ti mismo. Debes tener el poder sobre tu mente y tienes que meditar. Si odias a alguien por algo que ha hecho entonces debes considerarlo a él o a ella como un Buda o Bodhisattva. Debes comprender que los Budas y Bodhisattvas pueden manifestarse en dos formas diferentes. Ellos toman una forma cuando nos ayudan y toman la otra forma cuando se manifiestan para oponerse a nosotros. El ayudar es la mejor manera para quienes les falta fuerza y el carácter, pero el oponerse es el mejor modo para quienes tienen carácter fuerte. Si comprendes el Budadharma y la consecuencia kármica, entonces serás capaz de convertir una situación desfavorable en una favorable.

¿Cómo cambiar tu destino? Debes entender que cuando hay una causa, hay un efecto. Las acciones tienen consecuencias. Sin embargo, antes de que suframos o nos beneficiemos de estas consecuencias, hay otras condiciones que se presentan, entonces se pueden cambiar las características particulares de las consecuencias. Si actuamos y hablamos según el Budadharma en esta vida, añadimos continuamente condiciones meritorias y favorables a nuestro karma por lo que cuando se manifiesta nuestro karma previo, incluso lo que nos pasa a nosotros ahora será cambiado debido a las nuevas condiciones que se presentan por nuestras conductas meritorias. Por el otro lado, si sólo hacemos lo que nos da la gana y no actuamos de acuerdo con el Dharma, seremos como una barca que da vueltas en las oleadas del océano – menos capaces de determinar nuestro propio rumbo.

Un budista debería tener gran fuerza de voluntad para cambiar su destino. Si vemos las cosas positivamente y actuamos hacia fines buenos, podemos fortalecer nuestra fuerza de voluntad. Si nosotros pensamos, hablamos, y actuamos de acuerdo con el Dharma, podemos gradualmente producir un cambio en nuestras vidas.

En Taiwán tengo algunos discípulos monásticos quienes son casi imposibles de llevarse bien con los demás, y tengo algunos practicantes laicos quienes apenas escuchan las palabras que les digo. Pensarías que los echo a patadas del templo. Pero debido a que yo soy un monje no puedo echarlos. Los estaría privando de la oportunidad de entrar en contacto con el Dharma. Eso es algo que nunca haría.

Hablé sobre algunas de estas personas con un amigo mío. Él escuchó y dijo, “No hay problema.” Le pedí que me explicara más detalladamente – ¿Por qué piensas que tales personas difíciles son muy fáciles de tratar? Él dijo: Si éstas personas fueran realmente tan “perjudiciales”, serían pícaros o Bodhisattvas.” No puedo imaginarme que tales amargados se hagan monjes y monjas, entonces si están practicando como budistas, la única conclusión a la que puedo llegar es que son Bodhisattvas, y están aquí por alguna razón especial. Por consiguiente, no hay necesidad de preocuparse.”

Otro monje en Taiwán quien también es mi discípulo, es una persona muy peculiar. Le traje una docena de pares de calcetines. Usa un par de calcetines por un periodo de tiempo muy largo, y cuando empiezan a oler mal se los quita, los tira en un rincón de la casa y agarra un par nuevo. Cuando ha agotado la docena entera, voltea los calcetines al revés y repite nuevamente el ciclo. No ha lavado nunca ninguno de sus calcetines. Se me hacía muy molesto. Otra vez mi amigo dijo, “No hay problema. Este monje ha de ser un gran Arhat – ¿existe otra razón para explicar eso?” ¿Conoces a alguien tan afortunado como yo rodeado por grandes Arhats y Budhisattvas?

Una vez una pareja vino a verme. Cada uno de ellos se quejaba de los malos hábitos del otro. Yo les pregunté si se consideraban a sí mismos buenas personas. Ambos dijeron que sí, por lo tanto, les dije que era más probable que cada uno de ellos hubiera elegido a una buena persona para vivir juntos. Si ellos hubieran elegido a una persona mala, reflejaría el mal en ellos. Por consiguiente, cada uno es una persona buena y virtuosa viviendo con otra persona buena y virtuosa. No hay problema, ellos pueden vivir juntos armoniosamente.

En un instante de pensamiento cambiamos la manera que miramos las cosas. Con la visión correcta puedes cambiar completamente la situación. Si eres un prisionero que tiene una perspectiva estrecha, siempre estarás a merced del destino. Si actúas de esta manera, nunca estarás libre de aflicciones y continuarás manteniendo malas relaciones con las personas con las que siempre has mantenido malas relaciones. Nunca escaparemos de la sucesión interminable de situaciones predeterminadas a condición de que cambiemos nuestras mentes y la manera en la que veamos las cosas. Si cambiamos el cómo percibimos, entonces no seremos vencidos por lo que nos pasa y no nos sentiremos oprimidos por lo que nos rodea. El mundo será como la Tierra Pura.

Una vez un hombre vino a verme y me dijo que había sido sentenciado a prisión. Me preguntó cómo podría enfrentarse a su castigo. Yo le dije, “Como budista, deberías intentar estar fuera de prisión, pero debido a que tienes que ir, debes tratar de encararlo con felicidad y alegría.” Él me miró y me hizo una pregunta, “¿Cómo puedo sentirme alegre en prisión? ” Yo le dije que una vez estuve en prisión y me gustó. Del año 1961 al 1967 estuve en un retiro solitario en las montañas. Estuve encerrado en un área de 60 pies cuadrados. Los presos en la cárcel deben tener más espacio que eso. También conozco a un hombre que escribió mucho durante el tiempo que pasó en prisión. Fue un escritor prolífico y hasta escribió algunos libros de gran mérito literario. Obviamente, hizo un mejor uso de su tiempo en prisión.

Debemos comprender que lo que nos está pasando en esta vida es la consecuencia de las cosas que hicimos en nuestras vidas pasadas y debemos tratar de actuar de acuerdo con el Budadharma para romper el molde establecido por nuestro karma previo. De esta manera podemos progresar espiritualmente. Si no fuéramos capaces de cambiar nuestro propio destino, entonces los seres sensibles ordinarios no serían capaces de convertirse en Budas. Nosotros producimos el futuro en nuestras propias mentes. Si hay virtud en nuestros pensamientos, entonces nuestro futuro será virtuoso. Si hay maldad en nuestros pensamientos, entonces nuestro futuro estará lleno de desgracias. Si el Buda está en nuestras mentes, entonces algún día nos convertiremos en Budas.

~ Maestro Sheng Yen

domingo, 20 de octubre de 2024

Karma y Dharma no son los opuestos positivos y negativos del budismo

karma y dharma

Contrario a la crencia popular occidental, Karma y Dharma no son los opuestos positivos y negativos en el budismo. Tal dicotomía no existe en las cosmologías espirituales orientales y son propias de la teología teísta occidental en la cual el bien y el mal son absolutos sustanciales, filosóficos y espirituales. En el budismo estos extremos espirituales no existen en el mismo sentido que en el judeocristianismo occidental.

Esta malinterpretación de karma y dharma como opuestos positivos y negativos en el budismo se originan en la autorreferencia cultural occidental desde la cual, en lugar de interpretar las demás creencias y sistemas religiosos desde sus respectivos contextos culturales, estos se interpretan desde la propia cultura occidental y sus propios marcos de referencia. En otras palabras, este pensamiento etnocéntrico y culturalmente egocéntrico dicta que como en mi cultura el bien y el mal son absolutos éticos y espirituales, en todas las demás culturas el bien y el mal también deben ser absolutos éticos y espirituales. Y esto debe ser así para que yo pueda entenderlo, porque intentar entender conceptos éticos diferentes en los contextos de las culturas ajenas a la nuestra, nos exigiría realizar el esfuerzo intelectual de estudiar y comprender culturas distintas. Y desafortunadamente, los occidentales somos extremadamente perezosos y culturalmente ególatras como para esforzarnos en conocer realmente culturas ajenas a la nuestra.

Esta idea banal y simplista de que karma y dharma son los opuestos positivos y negativos en el budismo es usada ampliamente por medios de difusión de la cultura popular como revistas, libros de coaching, astrología, magia y demás pseudociencias que explotan religiones orientales de forma fraudulenta bajo el marco comercial de la llamada Nueva Era. Una gigantesca industria de estafa espiritual que hace millones de dólares con la ignorancia y el ego de los occidentales. Al karma y al dharma lo muestran como un binomio espiritual de equilibrio en el sentido del bien y el mal cristiano. Además graficándolo erróneamente con el emblema Taoísta del yin y el yang, símbolo que tampoco tiene absolutamente nada que ver con el budismo.

El verdadero significado de karma y dharma en el budismo

Dharma

Dharma no significa virtud, ni energía positiva, ni bendición, ni niguno de esos conceptos azucarados y ridículos que explican los libros de coaching o las revistas de modas. Dharma es una palabra del idioma sánscrito. El sánscrito es una legua sagrada de oriente que es usada por varias religiones orientales. Estas religiones también son conocidas como religiones dhármicas por compartir un contexto cultural referente a la región del subcontinente indio.

Dharma significa conocimiento o sabiduría. La palabra dharma es usada en varias religiones como son el hinduísmo y sus diversas variantes védicas, el yoguismo, el jainismo, el budismo y otras. En el budismo, la palabra hace referencia a las enseñanzas del Buda. Es por esto que, cuando estamos hablando dentro de un contexto budista, podemos usar simplemente la palabra Dharma y sabemos que nos estamos refiriendo a las enseñanzas del Buda. Pero cuando estamos hablando en un contexto fuera del contexto budista y tal vez en un tontexto multicultural, lo nombramos como el Buddha-Dharma, para aclarar que no estamos hablando de cualquier Dharma sino específicamente del Dharma del Buda, y no confundirnos con otras enseñanzas sagradas que también tienen sus propios dharmas. Así que en nuestro contexto, la palabra dharma hacer referencia literalmente a las enseñanzas budistas: las Cuatro Nobles Verdades, el Noble Óctuple Sendero, la impermanencia, etc. Todas las enseñanzas del Buda se nombran con la palabra dharma o la expresión Buda-Dharma. Ese es el verdadero significado de la palabra dharma en el budismo.

Karma

La palabra karma, también procedente del sánsctito, no significa mala suerte o mala energía o consecuencias negativas de actos negativos. Dentro del contexto budista, el karma es una ley natural y espiritual. Es la llamada ley de causa y efecto. Dicha ley va desde lo más simple como dejar caer un lápiz al suelo hasta lo más complejo como el funcionamiento del universo. En principio, la ley del karma no es positiva ni negativa. No tiene una connotación cualitativa. El karma adquiere dicha connotación cuando la vemos desde el punto de vista de la experiencia humana, y aún desde el punto de vista humano sigue siendo relativa la percepción de positiva o negativa porque, lo que puede parecer buen karma para una persona, es mal karma para otra persona, aun cuando la acción no cambie y sea la misma para ambos sujetos. Ejemplo de esto es el ocupar un puesto de trabajo cuya vacante es pretendida por dos personas que compiten por conseguirla. Al final, el seleccionador de recursos humanos escogerá solo a una persona por lo cual la desición final será buen karma para una persona, el elegido, y mal karma para otra persona, el rechazado, incluso cuando la acción sea pragmáticamente la misma desde todos los puntos de vista.

El tema central de las enseñanzas del Buda es el sufrimiento y cómo lidiar con este. No todo sufrimiento es mal karma y no todo resultado placentero es buen karma. Las cosas no son tan simples como parecen. El sufrimiento es parte esencial de la vida y el Buda nos enseña a evitar el sufrimiento más perjudicial y también a usar el sufrimiento a nuestro favor cuando. Esto es conocer la ley del karma. En el mudno humano sí existe el buen karma y el mal karma. El mal karma es simplemente vivir a la deriva ignorando la sabiduría y la virtud del Dharma y dejándose llevar pos las pasiones bajas y malsanas del mundo. Esto es arrojarse a las fuentes de todos los sufrimientos. El buen karma es simplemente seguir y practicar las enseñanzas del Buda. El Buda-Dharma es el refugio más seguro contra el sufrimiento de la vida y la forma correcta de comprender y usar la ley del karma a nuestro favor. Todo lo que necesitas saber sobre la ley del karma está en las enseñanzas del Buda. Todo lo que la cultura popular y la industria de la nueva era te diga sobre el karma es falso. Y si lo miras bien, además de falso, es bastante ridículo.

Este es un resumen del verdadero significado de las palabras karma y dharma dentro del budismo.  

¿Por qué las personas olvidan sus vidas pasadas? Maestro Sheng Yen

Sobre las vidas pasadas

Sabemos que la memoria humana reside en el cerebro. A través del aprendizaje, nuestras células cerebrales almacenan memorias. Algunas personas tienen memorias débiles, yo mismo, por ejemplo, tengo una mala memoria y se me olvidan las cosas fácilmente. Después de conocer a personas en muchas ocasiones sigo preguntándoles; ¿Cómo se llama? Estoy avergonzado. Así pues, sólo digo; “Ah, usted, oh, sí, sí, le conozco.” Es tan vergonzoso.. mi memoria es tan mala.. Algunas personas me preguntan: “Maestro, supongamos que alguien ha hecho muchas cosas malas y se olvida de todo cuando muera, se niega a reconocerlo en su próxima vida, sólo diciendo; “¿Qué? No lo sé. No lo hice.” “¿Cómo le haces confesar?”. Y continua diciendo; “No tengo ni idea de eso. Si se hizo tal cosa, debe haber sido realizada por algún otro en el pasado, eso no tienen nada que ver conmigo.” Digo que es inútil negar estas cosas. Incluso después de que hayas muerto, las memorias de lo que has hecho quedan olvidadas, tu karma continua siguiéndote. Cuando lo hiciste, sabías lo que estabas haciendo. Todavía eres el responsable. El solo hecho de que no hayas recordado no significa que ya no seas el responsable.

En este momento debo señalar que nuestras memorias del pasado se almacenan en nuestro cerebro, en las células cerebrales. Pero antes de que obtengamos un renacimiento en el utero de nuestra madre, este cuerpo nuestro no existía. Después de obtener el renacimiento, nos desarrollamos poco a poco en el utero, y el cuerpo y el cerebro se forman gradualmente. Después de que nazcamos, nuestro cerebro madura gradualmente. Cuando nacemos, el cerebro no sirve de mucho. Gradualmente, cuando tenemos tres o cuatro años de edad comenzamos a tener memoria. Yo era un tardío y no me acuerdo de mucho, cuando me preguntaban acerca de mi niñez, no recuerdo mucho. No tengo ni idea de eso. De este modo, ¿cómo podría acordarme de las cosas en los vidas pasadas? Nuestro cerebro no es traído desde nuestras vidas pasadas, así que sólo podemos recuperar memorias de esta vida.

En cuanto a las personas que reclaman que recuerdan las cosas de las vidas pasadas, ¿es esto realmente posible? La psicología dice que no. La religión dice que sí. Algunos psicólogos han usado el hipnotismo para provocar recuerdo de las vidas pasadas. Muchas vidas pasadas. Por ejemplo, el libro “Muchas vidas, Muchos Maestros” describe el uso del hipnotismo para recordar las vidas pasadas. Esto no involucra el cerebro, sino más bien, es como una respuesta al campo magnético o a las olas magnéticas. 

La fuerza del pasado sigue existiendo, si puedes conectarte con esta fuerza, las memorias de las vidas pasadas regresarán a ti. La fuerza magnética, que una vez estaba allí, sigue aquí ahora. Tan pronto como nacemos perdemos contacto con ella. Al emplear varios métodos tales como los poderes espirituales, somos capaces de recuperar el contacto. Otro caso son solamente los resultados kármicos: tus recompensas o retribuciones kármicas te permiten recordar las vidas pasadas. Tu fondo kármico te conecta con las vidas pasadas, de manera que puedes recordar las vidas pasadas.

No muchas personas nacen con la capacidad de recordar sus vidas pasadas, pero tales personas sí existen. ¿Son de fiar dichas memorias? No sabemos. Algunos casos parecen bastante plausibles, mientras otros no. Por ejemplo, después del fallecimiento del hijo de Indira Gandhi en un accidente aéreo, siete años después nació un niño en la India rural. Este niño había sido considerado como su hijo. El dijo que era dicha persona quien había muerto en un accidente aéreo en un lugar determinado. Quería reivindicar a Indira Gandhi como su madre, pero Indira Gandhi rechazó su reclamación. Incluso si lo que el niño dijo era verdad, ella no podía haberlo aceptado, eso habría causado muchos problemas. Esta historia nos dice que recordar las vidas pasadas no sirve de nada para la vida presente, incluso si puedes recordar tus vidas pasadas, ¿y qué? Supongamos que recuerdas tus vidas pasadas. Así que reconoces la razón por la que una persona te golpea es porque le golpeaste en la vida pasada; o que te matan en esta vida porque mataste a alguien en una vida pasada, te ves obligado a devolver el dinero ahora porque debías el dinero en las vidas pasadas. No necesita saber las razones, basta con creer en la ley del karma. Además, ¿cuantas vidas pasadas puedes recordar? No muchas personas recuerdan las vidas pasadas, e incluso si recuerdan, no pueden recordar muchas vidas. No es gran cosa recordar una vida, dos vidas, tres, cuatro o incluso ocho vidas pasadas. Todavía es una pequeña fracción en nuestras innumerables vidas pasadas, demasiadas cosas han sucedido y no podrás recordarlas todas, de esta manera, no puedes trazar con claridad todas las causalidades karmicas.

Basta con creer en la ley del karma, no necesitas recordar las vidas pasadas. El saber de tus vidas pasadas sólo podría causar problemas. ¿Qué pasaría si te dieras cuenta de que tu esposa era tu abuela? Entonces, ¿Qué harías?

 Maestro Sheng Yen

viernes, 18 de octubre de 2024

No compres cabezas de Buda

 Últimamente, las cabezas de Buda son un artículo decorativo bastante popular. A las cabezas de Buda también se les adjudican propiedades espirituales como el generar energía positiva o crear un ambiente armonioso. Las cabezas de Buda se usan para adornar jardines, como mazetas para plantas, como adornos de salas de estar, como adornos colgantes, dijes, etc. Estos elementos ornamentales se venden en todo topo de materiales, tamaños y estilos, y son un referente en el estilo de decoración y el diseño de interiores actual basado en el sincretismo religioso y la nueva era.

Desde el punto de vista budista, las cabezas de Buda no son algo bueno. Además de ser otra forma de explotación comercial que la nueva era usa para capitalizar la imagen del Buda ignorando todas sus enseñanzas, las cabezas de Buda son consideradas dentro de la cultura budista como una falta de respeto al Gran Maestro.

Nosotros no utilizamos cabezas de Buda. Fuera de que la figura tridimensional del Buda (estatuas y estatuillas) no se utilizan nunca como elementos de decoración, usar la cabeza del Buda es una falta de respeto porque desde el punto de vista histórico y antropológico más cercano a la cultura oriental, representa la cabeza decapitada de un enemigo derrotado. Al Buda no se le debe representar así porque esta representación es incompleta y agresiva. Al Buda se le representa completo, con su cuerpo entero sentado en posición de meditación o estando de pie. Para nosotros la imagen del Buda es sagrada y no debe ser usada de forma ornamental o decorativa, mucho menos decapitada.

Hay que tener claro que en este contexto estamos hablando desde el punto de vista de la práctica budista. Para una persona ajena a las enseñanzas budistas y a la práctica del Dhamma, la imagen del Buda solo tiene un interés estético o a lo mucho místico adquirido de la moda cambiante y la cultura popular. Por lo tanto una persona del común no tiene por qué obligarse a ver la imagen del Buda de la misma manera en la que la vemos nosotros, y no estamos en posición de decirle a los demás cómo decorar sus casas, incluso cuando usan elementos o imágenes referentes a nuestra religión. El budismo hace énfasis en la intensión y la acción consciente más que en los significados simbólicos. Pero en lo que respecta a nuestra práctica budista personal y grupal, debemos ser respetuosos con la imagen del Buda en todo momento, y nuestro hogar y espacio personal debe ser un reflejo de ese respeto.




Oración de la comida

Antes de consumir nuestros alimentos, debemos orar en agradecimiento por el beneficio de tener comida sobre nuestra mesa. Nosotros no le agradecemos al Buda por tener comida en nuestro plato. La oración de la comida es un acto de agradecimiento enmarcado en la verdad de la interdependencia. Nosotros pensamos en los cientos y miles de seres que hicieron posible todo el proceso para que finalmente nosotros tengamos un plato de comida frente a nosotros que nos ayudará a evitar nuestra hambre y nos posibilitará tener el privilegio de conocer y practiras el Dhamma del Buda. Ese es nuestro fundamento de agradecimieto. Desde los seres vivientes, plantas y animales que hicieron posible la generación de los alimentos desde la tierra, hasta los agricultores, campesinos, transportadores, preparadores de alimentos, industriales que las comercializan, transportadores que las traen a nuestros pueblos y ciudades, cocineros, las cadenas de almacenes, la tienda de nuestro barrio, la persona que preparó esta comida en casa si no fuimos nosotros mismos, las personas que facilitan los medios para que esta comida se pueda preparar en casa, quien brindó el dinero para poder comprarla, en fin, toda la enorme y larga cadena de buen kamma que se originó más allá de nuestro entendimiento y que culminó en el beneficio de nuestra alimentación. Y al orar también somos conscientes del compromiso que adquirimos en devolver ese buen kamma al mundo a través de la práctica correcta del Dhamma a través de la cual generamos buen mérito para el mundo y para nosotros mismos. Esto es la interdependencia enseñada por el Buda.

Cuando agradecemos en la oración de la comida, al mismo tiempo ofrendamos los alimentos que vamos a recibir al Buda, al Dhamma y a la Sangha. Esta ofrenda a las tres joyas es generadora de bendición para todos los seres a los que agradecemos y para todos los seres sintientes. En este sentido, la bendición de la comida también es una oración de compasión universal ya que también oramos para que todos los seres tengan también alimentación y no pasen hambre. Es otra forma de amor benevolente que ya vimos en la oración del Metta Sutta.

La oración de la comida puede ser algo sencillo. No necesita mayor protocolo ya que se trata de un acto sincero de agradecimiento y un deseo de buen kamma hacia todos los seres. Antes de comer, puedes juntar tus manos y ofrendar así: " Hago/hacemos esta ofrenda al Buda, al Dhamma, a la Sangha y a todos los seres vivos". Al terminar la comida volvemos a orar diciendo: "Que todos los seres cumplan sus objetivos y sean beneficiados por el Dhamma. Gracias por la comida". Haciendo una pequeña reverencia. Esta es una forma sencilla y rápida de ofrendar en cualquier lugar. Puedes orar mentalmente si estás en un lugar público o en voz baja si te es más cómodo.

Si estás en casa o en un contexto más abierto y cómodo para tu práctica, puedes usar esta breve oración budista de bendición a la comida. Junta tus manos y ora.

Oración de bendición de la comida

Que esta comida esté dedicada a la triple joya. Preciado Buda, preciado Dhamma, preciada Sangha, bendigan esta comida para que podamos tomarla como medicina. Libre de vínculos y deseos. Para que pueda nutrir nuestros cuerpos y podamos trabajar para el beneficio de todos los seres sintientes.

Namo Buddhaya. 



jueves, 17 de octubre de 2024

Oración Metta (Oración budista de amor benevolente)

 La oración Metta o Metta Sutta es una oración budista muy conocida y usada por prácticamente todas las tradiciones y escuelas budistas. Se encuentra en el Sutta Nipata (Sn1.8) y en el Khuddakapatha (Khp 9) en el Canon Pali. Esta oración, conocida como la oración de amor benevolente, representa la intención que todo budista debe tener hacia todos los seres sintientes. Es prácticamente la oración budista por antonomasia. Describe en qué consiste la compasión budista la cual es distinta al concepto de compasión que normalmente conocemos. Esta es una oración muy conocida y difundida por todo el mundo budista. Es muy recomendada para recitar durante la dedicación devocional y también para la dedicación diaria al levantarse y/o antes de dormir.

La oración Metta sirve para disipar la ira, el rencor y los pensamientos negativos. Protege contra el kamma negativo y más importante aun, nos previene de generar mal kamma. Es una oración muy poderosa, nos protege contra el odio que nos generan las personas que se encuentran en un estado mental contaminado y fortalece nuestro compromiso con los cinco preceptos lo cual nos permite mantener una visión clara de nuestra brújula moral y el sendero del Buddha Dhamma que debemos seguir, evitando que nos desviemos de nuestro objetivo espiritual. Es recomendable mantener esta oración cerca y a la mano, y recitarla todos los días.

Karaniya Metta Sutta 

Aquel que desee entrar en el estado de paz (Nibbana) y conseguir su propio bienestar debeser capaz, recto, muy recto, fácil de asesorar, afable, gentil y sin orgullo o vanidad.

Debe estar satisfecho, ser fácil de sustentar, con pocas obligaciones y posesiones, con control de los sentidos, prudente, respetuoso y sin apegos.

No deberá cometer la más mínima falta que pudiera ser objeto de censura por parte de los sabios. Que todos los seres estén felices y seguros. Que sus corazones se regocijen.

Que todos los seres que existen, débiles o fuertes, grandes, mediatos o bajos, pequeños o voluminosos, conocidos o desconocidos, cercanos o lejanos, nacidos o por nacer, que todos los seres sin excepción sean felices.

Que nadie engañe ni desprecie a otro en ningún lugar; que nadie desee el sufrimiento de otro con provocación o enemistad.

Así como con su propia vida, una madre protege a su hijo, su único hijo, de la misma forma uno debe cultivar un corazón sin límites hacia todos los seres.

Que los pensamientos de amor benevolente llenen todo el mundo, arriba, abajo, a lo largo y ancho; sin diferencias, sin malicia, sin enemistad.

Ya sea parado, caminando, sentado o acostado, mientras se esté despierto, que se cultive esta meditación de amor. Ésta, dicen, es la conducta más elevada en este mundo.

Sin caer en percepciones erróneas, virtuoso y dotado de visión, aquel que supera el apego a los sentidos ciertamente no volverá jamás a experimentar sufrimiento.

Sadhu, Sadhu, Sadhu.

Bien dicho, Bien dicho, Bien dicho…