viernes, 26 de marzo de 2021

Buda. Patrocinador de astrólogos de TV.

Hace poco, una persona que se enteró de mi práctica budista debido al blog, me preguntó si le podía hacer el favor de leerle el horóscopo.

Quedé un poco así como Batman en el Vaticano. No creí entenderle bien. Le dije que yo no sabía nada de horóscopo. Así que me preguntó si le podía leer el tarot. Eso sí seguro debía saberlo. De nuevo puse cara de póker y le pregunté por qué pensaba que una cosa tenía que ver con la otra. Hombre, pues porque si se sabe de budismo, seguro se debe saber sobre todas esas cuestiones esotéricas. El budismo estudia todo eso. Me contestó.

Me tomé algunos segundos para asegurarme de que no me estuviera bromeando. Lo supe cuando me preguntó cuánto cobraba por lectura. Le expliqué entonces que lo que sea que pensara sobre el budismo, estaba equivocado. Y que si quería, le podía explicar sobre eso con más calma y detalle. Me miró con extrañeza y respondió que tal vez después. Me fui como Batman el en papamóvil, preguntándome que batirayos había sido eso.

La persona con la que tuve esta conversación seguramente no fue la persona más brillante y culta con la que hablé ese día. Sin embargo, me dejó pensando porque después de todo, sí representa una buena parte del pensamiento que las personas del común tienen sobre el budismo.

Desde hace algún tiempo viene saliendo en una cadena nacional colombiana un hombre llamado Simón Heyllerk. Esta persona es una especie de gurú astrólogo nueva era. Habla de energías, cuarzos, tarot, rituales de prosperidad, horóscopos y demás temas de este tipo. He investigado su material y maneja toda esta variedad de temas esotéricos a los que usualmente llamamos nueva era. No sé si el término es adecuado o no, pero es una forma coloquial de saber de qué estamos hablando. El asunto es que en casi todas sus apariciones en televisión, al menos en todas las que me he encontrado, el hombre sale con una gran estatua del Buda junto a él. A veces con una estatua y un cuadro de Buda al fondo. Curiosamente el hombre no dice absolutamente nada sobre budismo en ninguna de sus charlas. Miré su canal de youtube e igualmente, figuras del Buda en casi todos sus videos, pero de budismo, cero.

Otra persona que lleva años usando la imagen del Buda en nuestro país es Jannin Farías. Esta tarotista lleva años en la televisión nacional usando la imagen del Buda como estrategia comercial. Jannin ha sido por años la tarotista oficial del canal RCN, o Caracol, la verdad no lo sé. Pero lleva años en televisión nacional leyendo cartas con una estatua de Buda al lado. El Señor Simón y los astros (así se hace llamar) lleva desde el año pasado haciendo charlas sobre rituales y energías en el canal Caracol, o RCN, la verdad no lo sé. Solo sé que sale en televisión pública, y en algunos canales de tv paga. Y esto me hizo preguntarme cómo será la imagen que tienen las personas del común sobre el budismo.


Aquí en Colombia se asocia al budismo con nueva era y esoterismo de televentas. Eso no es nuevo. Los ocultistas, astrólogos, médiums, e incluso los chamanes amazónicos usan estatuas budistas como anuncios de sus servicios (no imagino qué hará un chamán amazónico con un Buda). Las estatuas de Buda hoy en día son el emblema del mercado esotérico, y se usan como letreros de servicio de energías con cristales, tarot, astrología y baños con hierbas y plumas de pollo (en el centro lo consigues).

Nosotros somos occidentales. Y como budistas occidentales, nuestro respeto por el uso de la imagen del Buda no llega al nivel de exigencia de los orientales, para quienes la imagen del Buda es tan sagrada como sus Enseñanzas, y se molestan cuando ésta es usada de forma inapropiada. En algunos países hasta es regulado el uso de esta imagen por la ley. Pero esto es porque en esos países el budismo hace parte de su historia, tradición e identidad nacional.

Lo que quiero traer a discusión es el impacto que el uso de la imagen del Buda por parte de personas que participan de este comercio, puede generar en los esfuerzos que estamos realizando por propagar el Dharma en nuestra sociedad. Un impacto claramente negativo.

Hacer que el Dharma prospere en nuestro país es difícil. Y cuando se le asocia con este tipo de mercadeo, las personas del común, la sociedad cristiana, se confunde.

No me parece que deba prohibirse la astrología comercial. Simplemente estoy aclarando que son cosas totalmente ajenas al budismo.

La gente piensa que nosotros hacemos eso. Todo ese tema de cristales, energías, rituales, horóscopos, cosas de nueva era. Y malinterpretan las Enseñanzas sin siquiera tener un mínimo de información al respecto. Estas personas, los mercaderes esotéricos, son más propagadoras de la imagen del Buda que nosotros mismos. Y eso puede perjudicar nuestro trabajo de enseñanza del Dharma porque nos etiqueta de una forma totalmente equivocada, genera un efecto de desinformación y desvirtúa nuestra imagen ante la sociedad.     


Básicamente todas las tradiciones religiosas constituidas, especialmente las establecidas en nuestro país como el cristianismo, el judaísmo, el islam, y otras confesiones no abrahámicas, ven estas prácticas esotéricas como pseudociencias, fraudes, prácticas falsas, vacías, e incluso dañinas y perjudiciales. Cada quien tendrá su opinión particular sobre ellas. El asunto es que el relacionar la imagen del Buda con estas prácticas, independientemente de la opinión que nos merezcan, perjudica nuestro trabajo para con nuestra sociedad porque envía un mensaje equivocado. Impide que nos acerquemos adecuadamente a las personas ya que genera en ellos un preconcepto estereotipado de cualquiera que tenga una estatua o imagen del Buda. Y por asociación, de todos los budistas.

Esto hace que antes de poder hablare a alguien sobre el Dharma, primero tengamos que rectificar y aclarar “qué no somos”. Lo que los medios presentan. Y después si la persona nos pregunta, tratar de explicar en qué consiste nuestra doctrina. Es doble trabajo. Para la gente es difícil entender que la práctica del budismo no tiene absolutamente nada que ver con estas cosas.

Ahora bien, alguien puede pensar, ¿Pero a nosotros qué nos importa lo que piense la gente? Nosotros no tenemos que darle explicaciones a nadie, somos libres en el ejercicio de nuestros derechos, y nuestra doctrina no nos exige ir y predicar a las naciones. El Budismo no funciona así. Quien quiera conocer las Enseñanzas, se acercará al Dharma por sí mismo sin prestar atención a esas tonterías. Y de todas maneras, los cristianos, cristianos son. No importa que nos asocien o no con estos vendedores de rituales, para ellos somos ateos, paganos y adoradores de ídolos. El resultado será el mismo.

La respuesta a esta opinión es, sí y no.

Es cierto que para los cristianos ya tenemos un descenso programado y listo, y un lote preparado en el lago de azufre del tío Lu con todas las torturas pagas, incluyendo la discografía de Ricardo Arjona y la serie completa de Padres e Hijos desde el principio (que horrible, me pasé), pero el asunto no es tan simple.

La gente juzgará. La gente siempre juzga. Pero una parte importante de nuestra formación y práctica es la honestidad y la franqueza. Si nosotros dejamos así simplemente porque no es la gran cosa, y puede que en realidad así sea, estaríamos dejando una puerta falsa al Buda y muchas personas que posiblemente se pudieran beneficiar con el Dharma se alejen del budismo para siempre por considerarlo nueva era. Especialmente gente joven que aportaría mucho al futuro del budismo en nuestro país.

Además, teniendo en cuenta que inevitablemente seremos juzgados por nuestra sociedad, que es cristiana en su mayoría, es honesto que al menos sepan la naturaleza de nuestra doctrina y no la confundan con lo que no es.

Si nos van a juzgar mal, que nos juzguen mal por lo que somos, no por lo que NO somos. Si nos van a mandar al balneario del tío Lu, que nos manden por lo que creemos, no por lo que un astrólogo de televentas con una estatua vende. Así al menos, una persona que piense distinto y quiera saber de qué va todo esto del budismo, pueda averiguar de una fuente confiable y no de una persona que vive de leer el tarot y vender agüitas de rosa con una estatua de Buda al lado.

Eso al menos es ser honestos con nuestra propia doctrina. No es que tengamos que cuidar nuestra imagen ante nuestra sociedad (que en parte y de manera personal creo que sí debemos), pero sí es justo ser transparentes y honestos con nuestros compatriotas. Puede que a la mayoría de practicantes colombianos, la función social del budista, también llamada hacer un “servicio en el Dharma”, no les sea tan importante y se enfoquen más en su propio crecimiento personal. Es válido. Pero para los que sí tenemos claro este fundamento, el uso de estas imágenes nos afecta, y no solo en la realización de nuestro servicio en el Dharma sino en otras áreas de nuestra vida. Comentaré algo breve que me acabó de pasar.

Hace poco tuve un cliente en mi casa. Estaba contratando mis servicios. Pactamos una reunión y se quedó en la sala hablando con alguien más mientras yo regresaba a mi cuarto. El cliente olvidó comentarme algún detalle y antes de irse se asomó un momento a mi cuarto para comentarme algo breve. Pude notar en se fijó rápidamente en el altar y disimuló mientras se despedía. El cliente no volvió a llamar.

No estoy diciendo que la pérdida del cliente haya sido culpa de los oráculos televisivos. Evidentemente la persona era cristiana y el trabajo lo ha hecho su pastor. Son excelentes satanizando todo e infundiendo miedo en sus feligreses. Pero insisto en el punto central del tema. La cuestión no es que la persona se asuste y se vaya por un altar. La cuestión es que las ideas que asocia con el altar, no corresponden a la realidad. Y sí, ya sé que ese trabajo es del pastor pero ahora me estoy refiriendo a los astrólogos y a la sociedad en general. Lo de los cristianos es otro tema.

Eso no significa que si la persona supiera en verdad qué es el budismo, o al menos supiera qué no es, se habría quedado. Seguramente se hubiera ido de todas maneras. El problema es que las principales referencias del budismo para nuestra sociedad, no son budistas. El problema es que permitir la distorsión de la imagen del Buda y de su doctrina por parte de estos astrólogos, nos convierte a todos en mentirosos.

De forma indirecta y por omisión. No se vayan a esponjar.

No sé qué pensó esta persona cuando se fue de mi casa después de ver mi altar, pero sea lo que fuere, es lo que la sociedad de consumo le ha dicho. No lo que yo o algún otro budista pueda decirle. La cuestión no es que maneje este tipo de ignorancia. La cuestión es que así las cosas, cuando la primacía de la imagen del Buda no está en manos de los budistas sino en manos de los astrólogos, la posibilidad de tener una oportunidad para que esta persona salga de esa ignorancia, es ninguna. Nunca se tomará la molestia de preguntarme. Y no lo hará por la simple razón de que quienes deberían ser la primera opción para explicar el uso de esa imagen, no lo hacen. Pero los que la explotan comercialmente en toda su capacidad, alguna atrocidad dirán cuando les pregunten por esa estatua.   

Dejar que el budismo se muestre así y no decir nada en parte es aceptar que el budismo es eso. Piense por un momento. Si en lugar de un Buda fuera una imagen de Jesús o el pececito de los cristianos, y en lugar de un cuadro de Buda al fondo fuera una gran imagen de la Biblia. ¿Usted cree que las comunidades cristianas no se quejarían al ver a un vendedor de supercherías usando sus símbolos sagrados para pescar clientes?

Ya sé que esto no es oriente y que aquí éstas imágenes no tienen un significado histórico ni cultural como sí lo tienen los símbolos cristianos. Pero las imágenes budistas sí tienen un significado espiritual y sí representan a nuestra comunidad, nos guste o no.

No estoy sugiriendo que se haga una gran campaña en redes sociales, se convoque a todos los budistas del país como comunidad para mostrar su rechazo al uso de sus símbolos religiosos y que un grupo de abogados invoquen la constitución para que estos astrólogos y tarotistas retiren estas imágenes de sus programas y negocios. El Buda se ha usado para vender estupideces desde el final de la segunda guerra mundial. Lo que digo es que tal vez sería un ejercicio sano el aprovechar alguna oportunidad que surja para aclararle a nuestros cercanos que lo que sea que presenten en estos programas y campañas de redes sociales, no tiene nada que ver con el Buda. Y que si de verdad quieren saber de qué trata el budismo, le pregunte a un budista. Eso es todo. No es algo complicado.  

Claro que si a alguien le suena la idea de los abogados, por mi bien…

Yo creo firmemente en la libertad individual. No solo en la de pensamiento, expresión y credo, sino en el libre mercado. Si van a usar la imagen de Buda para engañar personas, ni modo. No soy quien para juzgar su ética. Pero insisto en el punto anterior. Si voy a ser mal juzgado por mis creencias, quiero ser mal juzgado por mis verdaderas creencias, no por el comercio televisivo de un vendedor de supersticiones. No se trata tanto de que sepan de qué trata el budismo. Eso ya es iniciativa propia. Pero se trata realmente de que sepan de que NO se trata el budismo, para que puedan juzgar debidamente y con verdadera libertad sin importar la conclusión a la que lleguen. Y eso no depende de los astrólogos, sino de los budistas.

Y sí, Además de esto, al igual que a los orientales, me incomoda un poco que se use de una manera tal vulgar la figura que considero más sagrada para mi en la tierra. No al mismo nivel que los orientales. No soy oriental, soy occidental, y si la cosa no cambia y ellos siguen usando grandes imágenes del Buda para impulsar su comercio, tampoco me incomodaré mucho por eso. Simplemente he de aceptarlo como tantas otras cosas que no puedo controlar y ya.

No creo que se deba llegar al extremo purista de exigir que las imágenes del Buda se respeten como lo hacemos nosotros. Las imágenes son solo accesorios de la práctica. Este no es un asunto de doctrina fundamental. Es un tema superficial que no tiene nada que ver con la práctica del Dharma. No es más que un tema casual que me surgió por las preguntas de una persona mal ubicada y me quedó dando vueltas en la cabeza. En realidad, no es de mucha importancia. De hecho, cuando veo a uno de estos astrólogos diciendo su retahíla de tonterías lo primero que me da es risa y luego simplemente cambio de canal. Pero sí me parecía pertinente comentar el tema porque sé que hay mucha gente pensando que los budistas nos pasamos cristales por todas partes y tomamos agua bañada con luz de luna llena para eliminar las malas energías.


No es que las preguntas estúpidas sean dañinas, pero el Dharma tiene la capacidad de ayudar a muchas personas. Y este tipo de promoción evitará que mucha gente tenga esta oportunidad de beneficiarse con las Enseñanzas del Buda.

Y señores, esto va para largo porque según lo poco que vi, lo que se viene es una avalancha de jóvenes astrólogos, coachs espirituales, tarotistas, y nuevos Jannins y Simones que vienen con toda la actitud positiva y grandes y vistosas estatuas del Buda.

¿Qué opinas de este tema?

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2 comentarios:

  1. Justo en estos dias estaba pensando algo parecido, pero en mi caso era acerca de ciertas personas que colocan estatuas y cuadros de Buda y algunos bodhisattvas en sus spas y negocios de terapia. También en sus casas, como un bonito ornamento, lo que hace que me pregunte sí realmente conocen alguna de las enseñanzas más básicas del Dharma (a lo que rápidamente me contesto a mí mismo que no, jajaja).

    Yo sí creo que los budistas, no solo de tu natal Colombia sino de toda América latina deberían hacer una organización militante, desde la cual expongan (por lo menos en redes sociales) lo qué no es la figura de Buda, para que de ese modo, las personas puedan reconocer las verdaderas enseñanzas y tengan la opción de que si eligen el Dharma como su camino personal, se acerquen a verdaderos exponentes y maestros, no con los charlatanes esotéricos que aparecen en muchos canales de televisión de nuestra región.

    En otro aspecto, creo que no se podrá impedir que esas personas sigan usando la imagen del Maestro. Me encantaría el uso de alguna acción legal, pero como dices, no creo que alguien se tome la molestia de hacerlo en nuestros países, pero sí es posible, hacerles saber que están en un error al usar la figura de alguien del que probablemente desconocen su vida y obra (Que irónicamente se opuso a tales prácticas). Creo que parte de esa pasividad de los budistas es quizás debido a los maestros y expositores o a la malinterpretación de sus alumnos, pero noto que han hecho creer que ser un buen budista es ser pacifista a ultranza,(casi un hippie) rodeado de flores, ser vegano, etc. (ya hace un tiempo que leí tu artículo sobre budismo y veganismo, muy bueno.)Sería genial si escribieras uno sobre el uso de la fuerza desde una perspectiva budista.

    Excelente artículo. Saludos.


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    1. Gracias por leer. Sí, sería bueno que tuviéramos más presencia en nuestras sociedades para hablar de nuestros propios símbolos pero las comunidades budistas tienden a ser un poco retraídas. Ni modo. Sí, el uso de la fuerza desde la perspectiva budista es un tema que me interesa analizar. Ya lo tengo en lista de pendientes y será publicado. Gracias por tu comentario.

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